«Quiero pensar que, en el año 2114, algún joven descendiente de la terrible época que vivimos leerá acerca de todo lo que pasó y se reirá con sus amistades incapaz de comprender cómo la gente votó a Santiago Abascal para que fuera presidente de España».
Negar la realidad no solo es un acto emocionalmente deseable por cuestiones psicológicas obvias, sino que además favorece los intereses de determinadas personas y grupos de poder.
Líderes y personalidades de Vox aseguran no ser de extrema derecha y rechazar los radicalismos; sin embargo, buena parte de los líderes y cargos de Vox proceden de grupos extremistas.