Si permitimos que inoculen su virus, que traten de convencer a los demás con ideas baratas, que muchos pueden comprar, sin detenerse a pensar lo que detrás de ellas albergan, entonces estamos perdidos.
El capital ya se encuentra en el obrero, no es una relación de opuestos. Lo que muchos comunistas no entienden es la inexistencia de una oposición. Si el capitalismo cae, no será por nosotros.