Sympathy for the Devil (Crítica de Apuntes para una película de atracos)

  Durante cinco años el documentalista León Siminiani siguió las peripecias del “Robin Hood de Vallecas”, cabecilla de una banda de atracadores que utilizaban la red de alcantarillado de Madrid para entrar y salir, con cuantiosos botines, de los bancos. Con bastante tesón, siguiendo las pesquisas policiales y los artículos periodísticos, visitando al “Flako” –cuya identidad no es revelada en el film, en el que aparece bajo una misteriosa máscara- en la cárcel, y con cierta obsesión, manteniendo el contacto cuando sale de ella, Siminiani filma fragmentos de su investigación sobre los atracos de la banda, sobre la detención de su líder, su juicio y condena posterior, sobre sus antecedentes familiares, a la vez que nos muestra como este trabajo va influyendo en su propia vida, conforme se va involucrando más y más en el proceso de creación del film.

Así el director se convierte en protagonista, mostándonos sin pudor su intimidad, a veces en forma de comedia, como en los debates que mantiene con su pareja en torno al proyecto, a la que termina también haciendo cómplice, hasta el punto de incluir escenas tan íntimas como las del parto de su primera hija. Como ya hiciera en su anterior película, “Mapa” (2012), donde dibujaba un diario personal de un viaje a la India, tras perder a su trabajo y a su novia, Siminiani se descubre a si mismo, evoluciona como un personaje más, se replantea continuamente su conviciónes morales y éticas, lo pasos que dará a continuación, en el rodaje de la película y también en las decisiones que tiene que tomar en su vida.

A través de todo este proceso el director cántabro va ahonando en la relación con el “Flako”, quién, desoyendo a su abogada y a su propia pareja, que le aconsejan el vínculo con el documental, cuenta los secretos de su oficio, justifica sus acciones o se arrepiente del uso de la violencia, y logra que el público empatice con ambos, mostrando su lado más humano, a través de esa paternidad, en el caso del atracador truncada por su estancia en prisión. Así logra que sintamos en nuestra piel sus tropiezos –con la justicia, con el rodaje-, que ríamos ante muchas situaciones cómicas que no pretenden serlo, que nos mantengamos en vilo como si, efectivamente, fuese una película de atracos.

Con estos apuntes rinde también homenaje a Pasolini, siguiendo los pasos del genial creador italiano en “Appunti per un film sul’India” y en “Apuntes para una Orestíada africana”, en los que desplegaba recursos poéticos que luego desarrollaría, o no, en sus largometrajes, como apuntó recientemente en el estreno de la película en el festival de Novos Cinemas de Pontevedra, donde, en un debate posterior, también pudimos escuchar al “Flako”, para quien el film también ha supuesto una suerte de redención.

Una redención que le ha supuesto, a su salida de la cárcel, una plataforma para plasmar su experiencia en un libro que, gracias a las gestiones del director, saldrá en breve a la luz en la editorial Los libros del K.O., la misma que publicó, con bastante polémica y éxito de ventas, “Fariña”, de Nacho Carretero.

Otro de los aciertos del film está en el montaje de Cristóbal Fernández, montador de la hipnótica “Mimosas” (2016) de Oliver Laxe, ya que consigue un ritmo acetado y dinámico, más propio del thriller que del documental. En definitiva, “Apuntes para una película de atracos” es una de esas “rara avis” del cine español que, sorprendentemente, ha sido nominada a los premios Goya a la mejor película documental. Por su originalidad esta suerte de simpatía por el diablo, bien lo merece.

Nacionalidad: Española

Dirección: Elías León Siminiani

Dirección de fotografía: Javier Barbero, Giusseppe Truppi.

Montaje: Cristóbal Fernández.

Producción: Apuntes Las Películas A.I.E., Avalon Productora Cinematográfica, S.L., Pandora Cinema, S.L., Tusitala Producciones Cinematográficas

Guion: Elías León Siminiani

Duración: 89 minutos

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