En cantones suizos como el de Ginebra, donde el problema de la vivienda es especialmente grave, cerca del 68% de los ciudadanos rechazaban flexibilizar los desalojos.
Por Angelo Nero | 25/11/2024
Mientras una marea ciudadana ocupaba las calles de Barcelona, y de otras ciudades catalanas y españolas -170.000 personas en la ciudad condal, según los organizadores- para demandar el derecho a la vivienda y una rebaja en los precios de los alquileres, en Suiza se celebraba un referéndum sobre la propuesta de modificación de la ley de arrendamientos, un tema crucial en el país de Europa que tiene el porcentaje más alto de personas que viven en régimen de alquiler, el 60%.
Mientras la portavoz del Sindicat de Llogateres, Carme Arcarazo, decía en Barcelona que “a partir de mañana, empezaremos a caminar barrio a barrio, bloque a bloque y ciudad a ciudad para que sea una realidad la huelga de alquileres”, como medida de presión para que cambien las leyes, los ciudadanos suizos se oponían a facilitar los desalojos y la rescisión de los contratos con la excusa de utilizar la vivienda para uso personal, con un 53,8% de los votos.
Mientras en Cataluña, la gente salía a la calle a demandar la limitación de los pisos turísticos, la rebaja de alquileres de un 50%, y la prohibición de compras especulativas de viviendas, en cantones suizos como el de Ginebra, donde el problema de la vivienda es especialmente grave, cerca del 68% de los ciudadanos rechazaban flexibilizar los desalojos, y un porcentaje similar rechazaba también la propuesta de endurecer las normas sobre los subarriendos.
Este domingo también se rechazó en las urnas suizas el plan del actual gobierno para la ampliación de las autopistas, con un 52,7%, y además, con un punto por encima de aceptación, se ha aprobado una ambiciosa reforma del sistema sanitario, destinada a aumentar los procedimientos ambulatorios y a un nuevo modelo de financiación de la asistencia sanitaria.
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