La región de Puntlandia, uno de los cinco estados confederados de Somalia, que se creó de forma autónoma en 1998 y se unió a la federación en 2012, no aceptó las reformas introducidas en la Constitución provisional por el parlamento del país, rechazando de hecho la presidencia de Hassan Sheikh Mohamud.
Por Matteo Palamidesse / Focus on África
La región, mayoritariamente árida, debe su fortuna a una gran cantidad de recursos naturales -incluido el petróleo- y al puerto de Bosaso, hoy principal puerto comercial de Somalia, uno de los centros más avanzados del país, que siempre ha estado lejos de la guerra fratricida que ha envuelto al país.
Una distancia también geográfica (la fortuna de Puntlandia) que le permitió dejarse conmover de refilón por la dinámica convulsa de Mogadiscio.
En una declaración emitida por el ministro de Información de Puntlandia –tras una reunión de gabinete presidida por el presidente Said Abdullahi Deni– al periódico Garowe Online , Puntlandia anunció que retiraba el reconocimiento y la confianza en el gobierno federal de Somalia.
» La administración de Puntlandia ha retirado su reconocimiento y confianza en las instituciones del gobierno federal hasta que se logre un proceso constitucional definitivo que sea mutuamente aceptado » , dijo .
Como resultado, “ Puntlandia tendrá su propia autoridad de gobierno general hasta que se establezca un sistema de gobierno federal, con una constitución somalí mutuamente aceptada y sujeta a un referéndum público ”.
Es sólo el último paso de una saga muy larga, a veces muy tensa, en la que declaraciones como las mencionadas han sido un denominador común en la expresión de disidencia hacia el gobierno central de Mogadiscio.
Puntlandia dice que actuará como un estado totalmente independiente, según el artículo 4 de la constitución actual, hasta que se establezca un proyecto de constitución totalmente acordado mediante un referéndum público.
La declaración añade además que el presidente Hassan Sheikh Mohamud ha perdido legitimidad constitucional como presidente debido a su anulación unilateral de la constitución que había jurado.
Se ataca la aprobación por parte de los legisladores de 4 de los 15 capítulos constitucionales modificados en la revisión. Una oposición a la que también se unió el ex presidente Mohamed Abdullahi Farmaajo, que definió de «ilegal» el proceso que debería llevar a Somalia a un sistema presidencial.
El país, además de tener que afrontar una guerra sangrienta contra los terroristas de Al Shabaab y catástrofes naturales que han puesto a prueba a la población, se enfrenta hoy a un nuevo parón en la «construcción» de la nación.
Después de las tensiones reavivadas con Somalilandia tras el acuerdo alcanzado con Etiopía para la concesión de la salida al Mar Rojo (que prevería el reconocimiento de Somalilandia como Estado autónomo por parte de Addis Abeba), hoy Somalia se encuentra ante una nueva crisis interna.
Se el primero en comentar