Solidaridad hasta liberar a Pablo González y depurar responsabilidades de Polonia y sus cómplices

Malos tiempos para la defensa de las libertades cuando se tolera la “lógica Guantánamo” en un país de la UE como Polonia, en el que se detiene a un periodista obviando la presunción de inocencia, se le tiene en régimen de secuestro

Por Acacio Puig / LQSomos

Ha sido gracias a la presencia de RT y su testimonio audio-visual de la concentración del 1 ante el Ministerio de Exteriores como muchos, que no vivimos en Madrid, hemos visto la movilización y escuchado las palabras a favor de la libertad de expresión y la liberación del periodista Pablo González encarcelado en Polonia.

Sin el reportaje de la satanizada (y prohibida RT) la protesta solo habría existido para quienes en ella participaron, es decir, la protesta no habría existido. De modo que, mediante el potente muro de silencio, la libertad de información también está siendo masacrada en nuestras calificadas como democracias occidentales: eso es catastrófico. Cierto que la censura mediática refleja el dicho de que “nadie muerde la mano que le da de comer”, como decía Iñaki a RT… el problema hoy es que han proliferado tantos perros que no llevan su chip, que no será fácil declararles responsables de los accidentes que causan a terceros.

Poca gente, demasiada poca gente participó en la concentración de solidaridad y exigencia. Resulta preocupante que siendo convocada y apoyada por al menos media docena de medios alternativos (Kaos en la red, Nueva Revolución, El Otro País, Poder Popular, Lucha Indígena, Viento Sur y Loquesomos) la presencia de activistas haya sido tan exigua. A tenor de lo visto parece que ni siquiera se personaron delegaciones significativas de las redacciones de esos medios y mucho menos representaciones de sus lectores. Eso nos obliga a reflexionar sobre la creciente brecha entre escribir, leer y movilizarse… porque los malos tiempos no aconsejan el refugio complaciente en aparentes zonas de confort.

Respecto a ese asunto, me comentan activistas madrileños que “hay miles de convocatorias y pocas gentes”. Pues las conclusiones debieran ser claras: evitar el solapamiento de convocatorias y ajustarlas a las fuerzas disponibles… porque cien milician@s no pueden defender cien trincheras. Hay que establecer prioridades para ser mínimamente eficaces.

Silencios y ausencias. Depurar responsabilidades

Durante los últimos meses el ilegal secuestro de Pablo González ha ido apareciendo en diversos medios de comunicación, aunque anunciando la convocatoria madrileña ante Exteriores solo me constan los alternativos citados y Público.

Ha habido también galardones a Pablo, como el concedido por la Asociación de Periodistas Vascos que recientemente le otorgó el que este año corresponde a La Libertad de Expresión.

También hemos conocido amplias listas de declaraciones sindicales de solidaridad como la del pasado 7 de septiembre suscrita por: Alternativa Sindical de Clase, ASC /Central Unitaria de Trabajadoras CUT Galiza /Colectivo Unitario de Trabajadores CUT Aragón /Comisiones Obreras, CCOO /Confederación Intersindical /Confederación Intersindical Galega, CIG /Confederación Nacional del Trabajo CNT /Confederación Sindical Solidaridad Obrera /Coordinadora Obrera Sindical COS Països Catalans /Corrientes Sindical de Izquierda, CSI Asturies /ELA Sindikatua Euskal Herri /ESK Sindikatua Euskal Herria /Intersindical Alternativa de Catalunya, IAC /Intersindical Canaria /Intersindical Catalan /Intersindical Valenciana /LAB Sindikatua Euskal Herria /Organización Sindical de Trabajadores de Aragón OSTA /Plataforma Sindicat EMT /Unión General de Trabajadores UGT /Sindicato 25 De Marzo de Extremadura /Sindicato Andaluz de Trabajadores SAT Andalucia /Sindicato Asambleario de la Sanidad SA/Sindicato COBAS /STEILAS Euskal Herria. Muchas de esas organizaciones tienen sede en Madrid.

Preguntamos: ¿No les pareció necesaria u oportuna la concentración del 1 de diciembre? ¿Estaban muy ocupadas las afiliaciones respectivas? ¿Por qué no asistieron siquiera unas representaciones sindicales? ¿O es que volvemos a estar en presencia de lo que durante el franquismo se ironizaba y calificaba como “LA OPOSICION FIRMADA”?

Evidentemente triste ausencia la de Amnistía Internacional (al menos no me consta que convocasen ni participasen en la concentración): ¿les preocupa un nuevo rapapolvo como el que generó la crisis de su sección en Ucrania y llevó al cambio de su directora por supuesta connivencia con Rusia?

En fin: malos tiempos, tiempos de regresiones en derechos, de chalaneos ante los dictados del amigo americano y sus OTAN-BOYS. Malos tiempos para la defensa de las libertades cuando se tolera la “lógica Guantánamo” en un país de la UE como Polonia, en el que se detiene a un periodista obviando la presunción de inocencia, se le tiene en régimen de secuestro, de práctica incomunicación y mal defendido por abogados de oficio desconectados del abogado de Pablo González. Tiempos de vasallaje, en que sobre tal atropello de derechos colectivos (a la información) e individuales (a la expresión) nada dice el Gobierno de España.

Por eso, además de intensificar la solidaridad con Pablo y extenderla, es tiempo de pensar en depurar responsabilidades, porque son muchas las transgresiones de lo justo en que están implicados gobiernos, judicaturas, medios de comunicación, etc. transgresiones que esconden sus responsabilidades bajo el alibi de los -¿incorruptos?- valores de las democracias occidentales y el Estado de Derecho.


Acacio Puig es artista plástico. Militante de la izquierda revolucionaria, represaliado por el franquismo, activista memorialista de la Asociación «En Medio de Abril» y miembro del Colectivo LoQueSomos.

3 Comments

  1. Gracias por publicar mi breve también en vuestro Digital. La «transfusión» de artículos es parte de nuestra fuerza. Me preocupa la dificultad de unificar pluralidad y Diversidad de medios (por los medios, sin recursos económicos y por los lector@s… Que no disponemos de tiempo para bucear en todos los existentes).
    Hay que pensar en ello.
    Salud y amistad.

    • Coincido contigo, compañero Acacio, en que esa transfusión es parte de nuestra fuerza. Transfución de palabras y de ideas, necesaria para seguir construyendo entre todas la trinchera de la información que huye de la versión oficial.

  2. La protesta social generalizada terminó en 2018 tras 7 años de protesta ininterrumpida. Con más de 8.000 detenidos, casi todos multados o enjuiciados, la mayor parte de ellos obligados a no verse detenidos hasta salir el juicio.
    Más de 20 encarcelados por la cara.
    Cientos de miles de multados, sancionados en fin.
    Los partidos y sindicatos, salvo los minoritarios han dejado la acción conjunta y han vuelto a la práctica pequeña burguesa de «cada perro se lame su cipote». Pero el deterioro social generalizado continúa. Lo de sanidad sólo es un boton de muestra de lo que ocurre en el resto de sectores.
    El parlamentarismo posibilista sacó su gente de la calle y la represión jugó mejor su baza contra la protesta.
    La sopa de letras en lugar de los colectivos sólo muestran como decía aquella mítica pintada que somos pocos luchando contra la infamia. Y de nuestros espectadores seguimos esperando que se avergüencen.
    Por la libertad de expresión, difusión, manifestación y huelga.

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