Es importante reconocer que los palestinos de Gaza se mantuvieron firmes, a pesar de las inmensas pérdidas, y prevalecieron. Esto sólo se les puede atribuir a ellos.
Por Ramzy Baroud | 1/02/2025
El problema del análisis político es que a menudo carece de perspectiva histórica y se limita mayormente a acontecimientos recientes.
El análisis actual de la guerra israelí contra Gaza cae víctima de esta mentalidad estrecha. El acuerdo de alto el fuego, firmado entre grupos palestinos e Israel bajo mediación de Egipto, Qatar y Estados Unidos en Doha el 15 de enero, es un ejemplo.
Algunos analistas, muchos de ellos de la región, insisten en considerar que el resultado de la guerra es consecuencia directa de la dinámica política de Israel. Sostienen que la crisis política de Israel es la principal razón por la que el país no logró alcanzar sus objetivos de guerra declarados y no declarados, a saber, obtener el “control total de la seguridad” sobre Gaza y realizar una limpieza étnica de su población.
Sin embargo, este análisis presupone que la decisión de ir o no a la guerra está enteramente en manos de Israel y sigue elevando el papel de Israel como la única entidad capaz de dar forma a los resultados políticos de la región, incluso cuando esos resultados no lo favorecen.
Otro grupo de analistas se centra exclusivamente en el factor estadounidense y sostiene que la decisión de poner fin a la guerra recae en última instancia en la Casa Blanca. Poco después de que se declarara oficialmente el alto el fuego en Gaza, un canal de televisión panárabe preguntó a un grupo de expertos si era la administración Biden o la administración Trump la que merecía el crédito por supuestamente “presionar a Israel” para que aceptara un alto el fuego.
Algunos sostienen que fue el enviado de Trump a Israel, Steve Witkoff, quien negó al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, todo margen de maniobra, obligándolo así, aunque de mala gana, a aceptar los términos del alto el fuego.
Otros argumentan que el acuerdo fue presentado inicialmente por la administración Biden y que la diplomacia supuestamente activa de Biden condujo finalmente al alto el fuego.
Este último grupo no reconoce que fue el apoyo incondicional de Biden a Israel lo que sostuvo la guerra. El rechazo constante de su enviado a la ONU a los llamados a un alto el fuego en el Consejo de Seguridad hizo que los esfuerzos internacionales para detener la guerra fueran irrelevantes.
El primer grupo, sin embargo, ignora el hecho de que la sociedad israelí ya estaba en un punto de quiebre. La guerra en Gaza había demostrado ser imposible de ganar. Esto significa que, independientemente de si Trump presionó a Netanyahu o no, el resultado de la guerra ya estaba sellado. Continuar la guerra habría significado la implosión de la sociedad israelí.
Del lado palestino, algunos analistas, afiliados a una u otra facción, explotan el resultado de la guerra para obtener beneficios políticos. Este tipo de pensamiento es extremadamente insensible y debe ser rechazado por completo.
También hay quienes esperan desempeñar un papel en la reconstrucción de Gaza para ganar influencia política y financiera y aumentar su influencia. Se trata de una postura vergonzosa, dada la destrucción total de Gaza y la necesidad urgente de recuperar los miles de cadáveres atrapados bajo los escombros, así como de curar a los heridos y a la población en su conjunto.
Una cosa que todos estos análisis pasan por alto es que Israel fracasó en Gaza porque la población de Gaza demostró ser inquebrantable. Esas nociones suelen pasarse por alto en los debates políticos dominantes, que tienden a adherirse a una línea elitista. Esa línea está completamente alejada de las luchas cotidianas y las decisiones colectivas de la gente común, incluso cuando logran hazañas extraordinarias.
La historia de Gaza es a la vez dolorosa y orgullosa. Se remonta a civilizaciones antiguas e incluye una gran resistencia a las invasiones, como el asedio de tres meses que llevó a cabo Alejandro Magno y su ejército macedonio en el año 332 a. C.
En aquel entonces, los habitantes de Gaza resistieron y aguantaron durante meses antes de que su líder, Batis, fuera capturado , torturado hasta la muerte y la ciudad fuera saqueada.
Esta legendaria resiliencia y sumoud (firmeza) resultaron cruciales en numerosas otras luchas contra invasores extranjeros, incluida la resistencia al ejército de Napoleón Bonaparte en 1799.
Aunque una parte de la población actual de Gaza no conozca esa historia, es un producto directo de ella. Desde esta perspectiva, ni la dinámica política israelí, ni el cambio de administración estadounidense ni ningún otro factor son relevantes.
A esto se le llama “larga historia” o longue durée. Lejos de ser un concepto meramente académico, el largo legado de resistencia contra la injusticia ha moldeado la mentalidad colectiva de la población palestina de Gaza a lo largo de los años. ¿De qué otra manera podemos explicar cómo una población pequeña, aislada y empobrecida, que vive en un pedazo de tierra tan pequeño, logró resistir una potencia de fuego equivalente a muchas bombas nucleares?
La guerra terminó porque Gaza la resistió, no por la bondad de un presidente estadounidense. Es fundamental que recalquemos este punto una y otra vez, en lugar de buscar respuestas inconcluyentes e irracionales.
Importa poco cómo definamos la victoria y la derrota de una nación que todavía sufre las consecuencias de una guerra de aniquilación. Sin embargo, es importante reconocer que los palestinos de Gaza se mantuvieron firmes, a pesar de las inmensas pérdidas, y prevalecieron. Esto sólo se puede atribuir a ellos, una nación que históricamente ha demostrado ser inquebrantable. Esta verdad, arraigada en una “larga historia”, sigue siendo válida hoy.
Ramzy Baroud es periodista y editor de The Palestine Chronicle. Es autor de seis libros. Su último libro, coeditado con Ilan Pappé, es “Nuestra visión de la liberación: líderes e intelectuales palestinos comprometidos se pronuncian”. El Dr. Baroud es investigador principal no residente en el Centro para el Islam y los Asuntos Globales (CIGA). Su sitio web es www.ramzybaroud.net
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