Sin miedo

El fútbol español se ha convertido en un espacio institucionalizado de machismo, corrupción y impunidad ante las leyes. Con su estatuto de privilegio jurídico y enorme poder económico funciona como un estado mafioso dentro del Estado, en el que ningún gobierno se atreve a entrar.

Por Lucio Martínez Pereda

El miedo ha cambiado de bando: el caso Rubiales se ha convertido en la primera Guerra Cultural que la izquierda le gana a la derecha en muchos años. Vendrán más victorias. Es una victoria de la izquierda sociológica. Esa izquierda que hasta ahora se quedaba en casa pero se ha movilizado en las pasadas elecciones para evitar un gobierno de ultraderecha PPVox. Una izquierda que se ha dado cuenta que el voto más eficaz es el que se hace en las redes sociales y después se institucionaliza en las urnas cuando hace falta. Una izquierda que se ha desacomplejado y dado cuenta que polarizando puede ser más hábil y eficaz que la derecha.

El fútbol español se ha convertido en un espacio institucionalizado de machismo, corrupción y impunidad ante las leyes. Con su estatuto de privilegio jurídico y enorme poder económico funciona como un estado mafioso dentro del Estado, en el que ningún gobierno se atreve a entrar. Ya es hora de solucionar este grave problema que tiene la democracia española.

Rubiales con su negativa a dimitir desafía a la opinión pública y a los valores del feminismo, esperando contar con el apoyo de toda la derecha española. Pero lo único que conseguirá finalmente es retrasar un poco su final. Mientras eso no sucede el señor Rubiales -fortalecido por el control que ha ejercido sobre su ámbito de poder pesudomafioso- está echando un pulso al estado. Rubiales ha tomado nota de una estrategia que ha observado en la nueva ultraderecha. Y ello en parte está sucediendo porque el Estado está siendo debilitado por la extensión de una cultura política anti estatal que hábilmente han sabido permeabilizar socialmente los terminales mediáticos de la derecha.

1 Comment

  1. NO HAY FUTURO.
    No creo que el PP le ceda diputados a vox para que tenga suficientes para poder presentar una nueva moción de censura extrambotica. Ni creo que el PP consiga formar gobierno, la votación por la mesa del Congreso dejó un panorama negro para el nuevo ultra PP, el cual ni desapareció do vox conseguiría los suficientes diputados, porque olvídense de que si desapareciese todos su votos irían al PP, la situación anterior no dice eso.
    Por contra, las posturas ultras en el mundo, EE, UK, Brasil, Ucrania, que más tiraban del carro fascistas han caído dejando en el alambre a Finlandia, Suecia,Hungría, Polonia, con una oposición antifascista en la ex Yugoslavia, la muerte de Berlusconi, y la revolución latente en Francia y Grecia. Lo ultraderechista no va a más, lleva dentro altas dosis de autodestrucción, asaltos a centros comerciales, enfrentamientos de bandas callejeras, el mercado de las drogas de alto poder adictivo, cuyo centro de referencia tienen a el Salvador, la nueva derecha…carcelaria.
    ¿Y vox? Si políticamente menguan, irán a la delincuencia.
    Un futuro negro.

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