Se cierra el cerco sobre Juan Carlos I

Javier F. Ferrero

No dejan de surgir preguntas alrededor de Juan Carlos I y su fortuna, aunque parece que empiezan a responderse a algunas.

Hace 15 días el periódico británico The Telegraph revelaba que el primo y testaferro del entonces rey Juan Carlos, Álvaro de Orleans, cobró 50 millones de euros por ejercer como mediador en la venta del Banco Zaragozano a Barclays en 2003. Ahora, la Fiscalía suiza está siguiendo la pista de una supuesta donación de 100 millones de dólares.

Sumando cifras, este miércoles es el periódico suizo Tribune de Genève quien informa de la existencia de una nueva cuenta bancaria, hasta ahora desconocida, en la banca privada Mirabaud de Ginebra, por la cual el padre de Felipe VI habría recibido, el 8 de agosto de 2008, unos 100 millones de dólares del entonces rey de Arabia Saudí, Abdallah bin Abdulaziz, a través del Ministerio de Finanzas de ese país árabe.

Estas transacciones son objeto desde 2018 de una investigación penal en Ginebra por parte del fiscal Yves Bertossa, responsable de la sección de asuntos complejos en el Cantón de Ginebra.

Según informan Sylvain Besson y Caroline Zumbach en el periódico helvético “el velo se levanta sobre la fortuna escondida en Ginebra por el ex rey de España Juan Carlos I. El 8 de agosto de 2008, con el país en plena crisis, el entonces rey recibió una donación suntuosa y secreta: 100 millones de dólares”.

En el punto de mira

La Fiscalía Anticorrupción no se ha quedado de brazos cruzados ante estas noticias y ha remitido una comisión rogatoria a Suiza para conocer formalmente la investigación de la justicia helvética, según han informado a eldiario.es fuentes jurídicas.

La solicitud se produce porque Anticorrupción mantiene abiertas unas diligencias por un presunto delito de cohecho internacional en la construcción del AVE a La Meca y sus compañeros del país centroeuropeo sospechan que ese podría ser precisamente el origen inicial de los fondos que acabaron en manos de Corinna.

Corinna como epicentro

El fiscal Luis Pastor ya viajó a Londres el 19 de septiembre pasado para tomar declaración como testigo a Corinna Larsen en el marco de la investigación de Anticorrupción. A su término, los abogados de la alemana hicieron público un comunicado rebajando considerablemente su conocimiento del caso del AVE a La Meca. «Nuestra clienta estuvo muy complacida en ofrecerse como testigo en Londres hoy para transmitirle a las autoridades precisamente lo que terceros le dijeron sobre el acuerdo del AVE. Es evidente que una investigación completa debe ir mucho más allá de los pocos hechos que conoce ella». Con la comisión rogatoria, Anticorrupción espera obtener más información de la que suministró Larsen en aquella declaración.

El periódico The Daily Mail ha publicado esta semana que Larsen acudirá a la Fiscalía británica para presentar una denuncia formal. El contenido de la misma coincide con el relato que la empresaria alemana hizo al comisario Villarejo en una reunión organizada en Londres en 2015 por el expresidente de Telefónica, Juan Villalonga, amigo de ambos.

Las sospechas sobre el rey se extienden al exdirector del CNI, Félix Sanz Roldán, por encubrir y amenazar presuntamente a la antigua pareja del monarca para que no desvelara las irregularidades en el origen y ocultación de su patrimonio. Corinna hizo público un comunicado en abril pasado en el que reconocía tener en su poder «información y documentos relativos a las negociaciones financieras y empresariales del Rey Emérito y otros miembros de la Familia Real».

Larsen testificará ante la Fiscalía británica que el CNI se gastó «millones» en una campaña de desprestigio contra ella «ante el convencimiento de que posee secretos de Estado». Sus abogados han puesto estos hechos en conocimiento del servicio secreto británico, el Foreign Office y la Casa Real española, añade The Daily Mail.

Este escándalo se suma al destapado por el periódico londinense The Telegraph el pasado 15 de febrero, quien publicó en exclusiva que Álvaro de Orleans, primo del rey Juan Carlos, cobró 50 millones de francos suizos por actuar de intermediario en la venta del Banco Zaragozano al Barclays Bank londinense en 2003. El rotativo británico también implica en la operación a Álvaro Cortina y Álvaro Alcocer, los empresarios amigos del rey.

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