Ante las protestas públicas, las autoridades saharauis han comenzado a reconsiderar una política que evidentemente no proporciona una solución efectiva para sus ciudadanos más vulnerables.
Por Héctor Bujari Santorum | 9/10/2024
En medio de la controversia generada por el bloqueo del visado de Rossana Berini, una cooperante con 24 años de experiencia en los campamentos de refugiados saharauis, el Ministerio de Cooperación ofreció la posibilidad de que Rossana Berini regrese a la Casa Paraíso con la condición de que cuidara a los niños discapacitados durante el día y residiera en «Protocolo», un alojamiento destinado a extranjeros, durante la noche. Tanto Berini como las madres de los menores han rechazado esta propuesta.
Las madres argumentan que el bienestar de sus hijos, muchos de los cuales requieren atención continua, no está garantizado si Berini no se encuentra presente durante la noche. Según ellas, la cooperante debe estar disponible tanto de día como de noche para proporcionar la atención necesaria. En la actualidad, los niños siguen sin recibir la atención especializada que necesitan, ya que las instituciones saharauis no han logrado ofrecerla de manera adecuada.
Esto ha llevado a situaciones preocupantes, como el caso de Salama.
«Te pido que, si conoces alguna asociación que pueda ayudar con el caso de mi hijo Salama, me lo hagas saber. Lo llevé al hospital de Tinduf y me informaron que necesita ser trasladado a una clínica privada en la capital, pero no tengo los recursos para cubrir el tratamiento», declara Ailam Ahmed Ali, madre de Salama, quien está sufriendo dolor en la cadera.
A pesar de la oferta del Ministerio de Cooperación, no ha habido comunicación directa con Berini ni con las madres afectadas, lo que ha incrementado la frustración entre las familias. Además, se había programado una reunión en el Ministerio de Sanidad que fue cancelada debido a las torrenciales lluvias ocurridas en los días anteriores. Ante las protestas públicas, las autoridades saharauis han comenzado a reconsiderar una política que evidentemente no proporciona una solución efectiva para sus ciudadanos más vulnerables.
Asimismo, ni la Asociación Río de Oro, ni Rossana Berini han presentado nueva documentación a las autoridades saharauis, lo que coloca a los responsables que inicialmente bloquearon el regreso de Berini en una situación delicada.
Las familias continúan exigiendo una solución que permita a la cooperante regresar a los campamentos bajo condiciones que garanticen una atención integral y constante para sus hijos con discapacidades, quienes son los más perjudicados por la falta de medidas adecuadas.
Me causa curiosidad que atenciones fundamentales dependan de una cooperante extranjera que, en sus 24 años de experiencia, no haya preparado gente en los Campamentos para que haga su trabajo cuando ella no esté