Por Daniel Seixo
¿Supone su sector laboral un ámbito especialmente precarizado?
Nuestro sector es uno de los sectores con mayor precariedad. Obviamente no se trata de hacer de esto una competición, pero debemos señalar que las empresas en nuestro sector se niegan a cumplir con la legislación, lo que conlleva que no lleguemos ni tan siquiera al SMI, algo que en teoría debería ser un mínimo para cualquier trabajador. Nuestro sector es precario porque las empresas han querido que sea de este modo, no por el propio trabajo. Somos un sector precario en un mercado precario, algo que es un problema estructural del estado español.
¿En qué momento deciden comenzar la lucha por sus derechos laborales?
Los Riders empezamos a organizarnos a principios de 2017, cuando creamos la plataforma sindical de lucha “Riders x Derechos”. A partir de ahí empezó a expandirse, Madrid, Valencia, Barcelona, Zaragoza, Bilbao… Fruto de esta organización comenzamos a luchar por unas condiciones laborales dignas y a denunciar nuestra situación tanto en medios, como en redes, como en los propios juzgados por la vulneración de nuestros derechos. Tras eso iniciamos protestas, huelgas, todo ello ha sido lo que nos ha llevado a la situación actual.
¿Cuáles eran sus reivindicaciones?
Nuestra principal reivindicación ha sido siempre la de ser reconocidos como trabajadores, nosotros no nos considerábamos autónomos o colaboradores, que es como nos consideraban las empresas para eludir sus obligaciones a la hora de proteger al trabajador y que este pudiese tener unas mínimas condiciones. Vacaciones pagadas, derecho a baja labora, derecho real a la huelga, poder estar enmarcados en un convenio… Esas eran nuestras máximas reivindicaciones, eran peticiones básicas, estructurales y fundamentales como trabajadores. Como falsos autónomos estábamos jugando con la peor parte de los autónomos y la peor parte de los trabajadores, era una derrota absoluta.
¿Qué estrategias de lucha siguieron para conseguirlas?
Principalmente las huelgas, primero hicimos unas de 24 horas y tras esta una de 48 horas a la que las empresas respondieron con despidos masivos, que fueron respondidos a su vez con denuncias en los juzgados a través de sindicatos. A día de hoy hay 34 sentencias a nuestro favor, diez de ellas de tribunales superiores y una del Tribunal Supremo, todo esto frente a 4 victorias de las empresas que entendemos que a principios del próximo año se quedarán en nada porque van a ser recurridas y no contemplamos otra opción que no sea la victoria. Nuestras vías por tanto han sido la organización en torno a nuestros centros de trabajo y las huelgas, seguida de la acción judicial cuando ha sido preciso.
¿Cómo se han adaptado los sindicatos “clásicos” a nuevas realidades laborales como la de los riders?
Desde que empezó Riders x Derechos hemos trabajado siempre con la filosofía de contar principalmente con sindicatos combativos. Es verdad que cuando aún no se conocía bien la problemática de los falsos autónomos y todo lo que viene con ella, nosotros fuimos acogidos por estos sindicatos combativos y solo después de un tiempo los grandes sindicatos estatales vieron la problemática y comenzaron a implicarse un poco más.
El Pleno de la Sala Cuarta del Alto Tribunal ha declarado que la relación existente entre un repartidor (‘rider’) y la empresa Glovo tiene naturaleza laboral, no de autónomos, por tanto se reconoce que Glovo no es una mera intermediaria, ¿qué implicaciones podría tener esta sentencia para el futuro laboral de los trabajadores de nuestro país?
Esta sentencia es muy importante porque ratifica lo que venimos defendiendo desde hace ya casi cuatro años, somos trabajadores y no autónomos. Era el único tribunal que todavía no se había pronunciado, sabíamos que esta sentencia estaba al caer y teníamos bastante claro que sería en esa dirección porque anteriormente 33 tribunales se habían posicionado reconociéndonos como trabajadores. Aunque claro, con el Tribunal Supremo siempre hay que ir con cuidado, nunca sabes a qué lado puede caer. Pero estamos contentos, esperamos que esta sentencia siente precedente y no solo afecte a Glovo, sino que se extienda y se aplique a las otras plataformas de reparto y agilice de ese modo los procesos judiciales que pueden llegar a los 2, 3 e incluso cuatro años. Esta sentencia cierra el debate acerca de si somos autónomos o trabajadores, dejando claro que somos trabajadores. En este sentido el debate está ya cerrado y zanjado.
¿Se enmascara bajo la economía colaborativa un intento de depauperar las condiciones laborales de los trabajadores?
Este sistema fraudulento e ilegal, porque es ilegal, en el que se usa la figura de los falsos autónomos para usarlos como trabajadores, es una forma de precarizar y devaluar nuestros derechos como trabajadores, ya que no tenemos la protección del Estatuto de los trabajadores y no tenemos unos derechos básicos. La principal problemática es que devalúan los derechos de los trabajadores, pero es que además estas empresas se dedican a evadir sus responsabilidades fiscales, porque deberían de darnos de alta en la Seguridad Social y al no hacerlo están realizando un fraude a gran escala a las arcas públicas. Todo ello en un momento en el que lo público es de suma importancia, tal y como estamos comprobando durante esta pandemia. El problema no son solo los Riders, mañana puedes ser tú. Este modelo quiere devaluar los derechos de los trabajadores y además ahorrarse centenares de millones de euros, algo que en caso de que este modelo se llegase a implantar, ya no serían centenares, sino miles de millones de euros, con todo lo que esto supone para la financiación pública. Con esto pierde todo el mundo.
¿Resulta necesaria una mayor regulación en su sector? ¿En qué dirección?
Siempre hemos defendido que no hay un vacío legal, esa es la excusa que utilizan estas empresas, pero el artículo 1.1 del Estatuto de los trabajadores deja muy claro lo que somos. La legislación existe, pero a ellos no les apetece o no quieren cumplirlo, pretenden que se hagan leyes a la carta para que su modelo de precariedad se legalice. Quieren legalizar un modelo fraudulento de precariedad, por eso nos negamos en rotundidad a crear una nueva figura legal a la carta de estas empresas. Eso sería abrir un peligroso precedente. No podemos hacer una ley a la carta para cada empresa que se niegue a cumplir el Estatuto de los trabajadores, es la empresa la que debe adaptarse a la legislación laboral, nunca al contrario.
¿Temen que una nueva legislación pueda abrir las puertas al lobby de las plataformas digitales?
La legislación existe, si fuese necesario algún tipo de aclaración, tenemos el compromiso del Ministerio de Trabajo de que no se iba a ceder para elaborar ningún tipo de figura mixta o ningún modelo nuevo destinado a legalizar lo que ahora es ilegal. En ese sentido tenemos muy claro que es lo que queremos, sabemos que estas empresas tienen capacidad de influencia y existe el riesgo de que puedan conseguir algún tipo de legislación a su favor, pero en ese sentido la sentencia del Supremo es totalmente rotunda y contundente. No tendría sentido alguno contradecir esto, la misma patronal lo sabe.
¿Qué aprendizaje extraería de todo este proceso de lucha?
Aunque te digan que eres autónomo o colaborador, aunque que te digan que eres precario y no tienes derechos, lo que hemos aprendido es que la única forma de luchar contra eso es organizarse en todos los niveles, organizarse sindicalmente. Es muy importante organizarse a través de los sindicatos, es la figura que representa y defiende a los trabajadores del ataque de las empresas. No podemos dejar que se pisoteen nuestros derechos, tenemos derechos y debemos alzar la voz siempre que nos intente pisar. Si nos dejamos pisar, siempre van a ganar los mismos. Todos los trabajadores, no solo en nuestro sector, todos los trabajadores en general. Tenemos que luchar, alzar la voz ante la vulneración de nuestros derechos y defendernos.
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