Restituyen al Nieto 131: “Rompan el silencio, nuestros nietos y nietas están entre nosotros”

Las Abuelas les decimos que queremos sumar verdad a su historia, que los y las esperamos con amor. No se guarden la información. No se queden con la duda. Rompan el silencio. Nuestros nietos y nietas están entre nosotros

Por Redacción La tinta

Como si le faltara algo a este fin de año, Abuelas de Plaza de Mayo anunció, este jueves, la restitución de identidad del nieto número 131. Tras más de tres años sin novedades respecto a identidades recuperadas, el organismo informó, “con felicidad y profunda emoción”, el hallazgo del hijo de los mendocinos Lucía Ángela Nadin y Aldo Hugo Quevedo, víctimas de la dictadura cívico-militar.

“Otra vez, confirmamos que los casi 300 hombres y mujeres que viven con su identidad falseada están entre nosotros, y nos volvemos a ilusionar con un 2023 con más restituciones”, expresaron desde el organismo de DD. HH.

Y agregaron: “En estos 45 años de lucha, las Abuelas hemos resuelto 131 casos. En los últimos tiempos, a pesar de la pandemia, seguimos trabajando día a día con esperanza y con la convicción de que vamos a encontrar a nuestros nietos y nietas, que pueden estar en cualquier lugar del mundo (…) Se trata de un trabajo constante, silencioso, paciente y amoroso. Pero todavía falta mucho y el tiempo, lamentablemente, no se detiene”.


“En estos años, debimos despedir a queridas compañeras y muchas de ellas no pudieron concretar el merecido abrazo. Nuestros nietos y nietas ya rondan los 45 años, y seguramente son hombres y mujeres con una vida construida, con sus trabajos, saberes, amores, preferencias, deseos y familias constituidas. Las Abuelas les decimos que queremos sumar verdad a su historia, que los y las esperamos con amor. No se guarden la información. No se queden con la duda. Rompan el silencio. Nuestros nietos y nietas están entre nosotros”.


La última vez que Abuelas de Plaza de Mayo había anunciado una restitución fue en junio de 2019.

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El Nieto 131

Se trata de un hombre de 44 años, hijo de un matrimonio que militaba en el PRT-ERP y que fue secuestrado por la dictadura genocida.

Lucía Ángela Nadin nació el 13 de diciembre de 1947, en la ciudad de Mendoza. Aldo Hugo Quevedo, el 26 de noviembre de 1941, en la localidad de San Carlos, de la misma provincia. Se conocieron en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Cuyo, y, a los seis meses, se casaron. Lucía era profesora de francés, latín y griego, y trabajaba junto a Aldo en un taller de encuadernación en Mendoza.

Luego de la detención de un compañero de trabajo, Nicolás Zárate, en mayo de 1976, Lucía, Aldo y Beatriz Corsino, compañera de Nicolás, se trasladaron a Buenos Aires. Entre septiembre y octubre de 1977, Lucía, embarazada de dos o tres meses, y Aldo fueron secuestrados en esta ciudad, junto a Beatriz aparentemente.

La pareja permaneció detenida en el centro clandestino “Club Atlético” y “El Banco”. Por testimonios de sobrevivientes, pudo saberse que Lucía fue trasladada desde “El Banco” para dar a luz entre marzo y abril de 1978. Hay sospechas de que el parto podría haberse producido en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA). Desde entonces, no se supo nada más de la pareja ni del bebé.

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La búsqueda

La familia de Lucía no sabía que ella estaba embarazada. Con el tiempo, pudieron conocer la noticia, por información que les fue llegando, a través de personas que estuvieron con la pareja antes del secuestro. A la denuncia formal la realizó el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos (MEDH) de Mendoza, en la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CoNaDI). Y fue la CoNaDI que, a partir de una investigación documental, en 2004, logró confirmar el embarazo de Lucía. Un año más tarde, la familia Nadin dejó su muestra en el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG), mientras que, en marzo de 2010, la CoNaDI logró dar con el hermano de Aldo y se sumó su perfil al Banco.

Por otra parte, en 2015, a partir de un trabajo de investigación de Abuelas y la CoNaDI sobre información aportada por la sociedad, se identificó a un hombre que, se sospechaba, podía ser hijo de personas desaparecidas. Luego de un análisis documental y el intento infructuoso por contactarlo, en 2019, la CoNaDI derivó la información a la Unidad especializada para casos de apropiación de niños durante el terrorismo de Estado. La Unidad presentó la denuncia ante la Justicia y el Juzgado Federal Número 4, a cargo de Ariel Lijo, logró localizarlo el 14 de septiembre de este año y lo invitó a analizarse. El hombre aceptó realizarse el estudio genético.

Ayer, el Banco Nacional de Datos Genéticos comunicó la feliz noticia: es el hijo de Lucía y Aldo.

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