Respuesta al artículo «La universidad como última barrera»

Por Jaon

Muy apreciada IRIA BOUZAS:

Mis sinceras felicitaciones por tu rabia contra los políticos y por tu sincera defensa de la universidad. Me he tomado la libertad de darte mi opinión sobre algunas de las afirmaciones que haces en tu escrito:

La universidad como última barrera

Repito alguna de tus frases:

…por la teoría liberal de que todo debe ser monetizado y toda inversión debe tener un retorno en términos de dinero, deberíamos eliminar de nuestras universidades la mayoría de los estudios que en ellas se realizan.

En realidad, el dinero invertido en las universidades resulta muy rentable al poder. En el conjunto de la economía se nutre de trabajadores y trabajadoras de alto nivel que no tienen la preparación adecuada. En ellas, todos los enseñantes cumplen su  rol. No sobra nadie. La base del control ideológico se halla en las raíces de las costumbres, formas individuales de enseñar, rutinas muertas, masificación en las aulas, anonimato del alumno, indiferencia recíproca entre alumno y profesor, etc. La finalidad perseguida por el poder es no estimular sino poner piedras invisibles en el camino para que al final del arduo proceso hasta alcanzar el título, el alumno se sienta un verdadero héroe individual.

Las universidades son una barrera a la infamia.

Creo que te equivocas. Rotundo: ¡Son la infamia!

Crea antagonismos sociales allí donde no existían.

Las universidades se están pudriendo.

No es cierto. ¡Están podridas hace siglos!

Coteja la historia. ¿Quiénes fueron, de los primeros, en reglar los estudios y en atender su formación?

Personas políticas, mediocres, catetos con ínfulas y trajes (salen) de los chiringuitos universitarios (puestos) a su servicio. La universidad Rey Juan Carlos ??…

Los fatuos privilegios de unos pocos, son la condición “sine qua non” para la paz social. La universidad sigue siendo, ahora como antes, un chiringuito de mucha gente iletrada de clase alta. Perpetúa derechos y privilegios.

Cuando hemos intentado suprimirlos y ser iguales en derechos nos han matado sin piedad. (El Ángel Exterminador S.XIX, etc.; 1936===1975; etc.)

Son más de doscientos años de guerra civil. (Recientemente he leído esta reseña en alguna parte, pero no recuerdo dónde)

Para desinfectarnos nos quedan los libros.

¿Libros?

La larga cadena ha empezado en…? un convento, un lugar sagrado, un colegio de religiosos. Los libros han enseñado a escribir libros. Los que escriben libros están en la Universidad. La cadena no se rompe. Hoy como ayer, el que ha aprendido enseña lo que ha aprendido. Los pensamientos se atan como una cadena. No hay lugar para la libertad. Enseñan lo que han aprehendido; algunos de buena fe, otros siguen quedos, su grado de idiocia no han superado el listón para ver fuera, lleno de esplendor de la libertad de pensamiento, otros saben y callan. Todos ellos transmiten lo que dicen los libros a los que necesitan saber. Otros quieren saber. Entonces aprenden en otros lugares, y con otros libros.

Nos van a convertir en máquinas.

Tampoco es cierto del todo; La competencia crea el pensamiento mecánico.

¡Algunos ya son máquinas! Consumistas, despóticas, caprichosos, insolidarias; un especie asocial de ser social. El solo acto de estar ahí, les llena de orgullo y soberbia. Dicen que son solo los mejores porque han logrado llegar. Ahora de lo que se trata es de ser la mejor entre las y los mejores. Quien, entre muchos, logre ser mejor tendrá premio. (¿Un trabajo fino? ¿Un sueldo seguro y abultado? ) Con muchas probabilidades, un futuro capullo o una inteligente sierpe que tendrá su despacho en el piso 18, despacho 7 del número 36 del distrito 19 de la Av. de la República. Y con un ascensor personal que subirá directo al despacho.

Al final los idearios liberales terminan por imponerse.

Solo para unos pocos estudiantes: ¿Estáis ciegos? ¿Sordos? ¿Qué dicen vuestros libros universitarios? Dicen que el cuadrado de la hipotenusa es igual al cuadrado de los catetos. Es decir, el grado de ilota es proporcional al grado de engreimiento libresco. Y, la estancia universitaria determina la conciencia intelectual y la psicológica colectiva. Esto lo dijo alguien que no escribía libros universitarios.

La función de la política liberal es enseñar a leer. Aprehender el rol social que les digan (”orientan” a ser, médico, ingeniero, periodista,  etc.), es fundamental y luego, conseguida la meta, hinchar como un globo aerostático el ego. Entonces, se entra en la vida de la sociedad. Algunos convencidos en ser especial, algo fuera de lo común. Una especie de máquina que repite lo aprehendido y que se opone, furiosamente y con violencia si es necesario, a otros que no sigan el mismo camino.

La ideología es la rama de la filosofía que estudia el origen y clasificación de las ideas. (Diccionario de la lengua española).

La enseñanza del sistema capitalista-liberal (burgués), su ideología se fundamenta en la violencia. La Iglesia católica controla subrepticiamente la estructura ideológica de la enseñanza en todos los niveles de la educación. Los enseñantes de los alumnos actuales, han sido enseñados por otros que a su vez, también han sido enseñados por otros, etc. En esta larga cadena siempre está presente el estigma de la iglesia.

El ejercicio violento de la práctica política de dominación es la base del Estado político. La religión es violenta (Voltaire). Esta apoya el sistema capitalista de manera incondicional. Con la religión, o aceptas el dogma o estás contra él.

En la escuela primaria la imposición del dogma social es fundamental.

Aceptar la iglesia católica, es aceptar todo el conjunto de poder político que ejercen en la sociedad. Pero, para desde la parte baja del tema, valorar solo una pequeña cantidad del poder que ejercen, hemos de mirar aquellos que están en el lado opuesto y comparar.

Por ejemplo: las diferencias legales entre los privilegios de la religión mayoritaria y el resto de religiones. También hemos de cotejar  el cartapacio de leyes, las cuales no otorgan los mismos privilegios de acceso y posesión a los colectivos agnósticos, ateos, musulmanes y a cuantos no profesan la religión católica. La respuesta salta a la vista. Las diferencias son abismales. También podemos  hacer referencia a la escandalosa impunidad fiscal de la Iglesia. Y de paso, por qué no denunciar, el despótico poder ejercido por los párrocos de iglesias en los pueblos pequeños y medianos. Una prueba de ello son las fiestas populares, patronales, mayores, etc., con unas tradiciones que, en ocasiones son salvajes o, estúpidas y la mayoría sin sentido cultural. Todo con el beneplácito del cura del pueblo. Pensar que si hubiere oposición por su parte no se podría hacer la fiesta o  tradición de que se tratase.  Los Ayuntamientos poco o nada pueden hacer contra la voluntad del poder religioso atado a la tradición. El control de las tradiciones es la “forma “de emascular la libertad. Es la función del cura. Y, no obstante, sin dejar de estar viviendo bajo una constitución no confesional. (Ironías del despótico poder). Esta es otra “forma” de educación.

En toda la larga cadena estructurada de estudios, vemos la presencia religiosa de manera descarada. Por pasiva o por activa, su ideario individualista, competitivo, acrítico, conformista, sumiso, obediente y dominante y conservador, nos deja su huella al final del proceso. En todas las ramas del saber no técnicas nos encontramos con unos textos de dirección única.

Descartes: “Pienso, luego existo”.

¿Si la universidad fueren centros de enseñanza de cosas útiles, lugar de adquirir conocimientos de convivencia, de aprehender a respetar, a pensar, a vivir feliz, a relacionarse, a practicar el debate con el diferente, a ser crítico, a intentar ser justo…, la vida sería la basura actual? Seguramente no.

No hay debates abiertos, críticos y libres, sobre temas históricos, políticos, literarios, filosóficos, etc., propiciados desde las mismas aulas. Los estudios son a piñón fijo. Es la “libertad” de cátedra. Todo se ciñe a la memoria, nada en la comprensión o en el entendimiento o en la oposición de ideas.

En la universidad deberíamos ver el motor primero de todos los avances sociales y económicos.  

“Las cosas son como son” “Las cosas no son como parecen” (J.F.Tezanos)

La conformidad a la realidad es la “norma”.

La universidad no es sino la  fábrica de robots humanos. Todos los bloques de estudio, de cualquier carrera, están orientados hacia la sumisión del discípulo. El concepto de la libertad, como norma fundamental de la vida, está orientado hacia la esfera económica. La libertad de empresa, de negocio, de acumular riqueza. La inviolabilidad de la  propiedad privada, mezclando esta, en el mismo saco que la propiedad privada de aquellos bienes personales (casa, coche, etc.) con la propiedad social: empresas, latifundios, privilegios económicos, derechos individuales, etc. Es la libertad del poder liberal.

Libertad entendida solo para la persona individual sin responsabilidad social. Por ejemplo, las tres bestias humanoides (Robert Oppenheimer Niels Böhr y Enrico Fermi) que desarrollaron las bombas atómicas en la década de los cuarenta fueron altamente respetados, a eso le llama libertad.

Los estudios son tasados y programados. Fuera de estos no existe más cultura. Dentro de ellos, la discusión, el debate, todo repetitivo, y cuanto se quiera exponer. Fuera el  vacio. En estados inmanidos como el español, la base de su poder se halla en la enseñanza defectuosa y torticera.

La Universidad es la fuente en la que bebe todo intelectual, político, técnico o científico. No tiene cabida la posibilidad de que algún amaestrado (profesor, catedrático, etc.) se atreva a enseñar otra forma de cultura, aunque sí puede enseñar de otra forma. La crítica real de la vida cotidiana no pasa por las aulas si no es como un extraño destello. Pero el sistema pregona  los cuatro vientos la libertad de cátedra.

En la larga cadena de estudios no hay rastro de la cultura materialista. No ha lugar para filósofos y autores como Marx, Engels, Habermas, Horkheimer, etc. La cita de alguna de sus reflexiones en los libros de texto es tan escueta que sublima la estupidez de la estructura de la enseñanza. Por hacer un símil diremos: los comentarios que se citan de los autores de estas corrientes culturales, en los libros oficiales, son tan escuetos que es como comparar las olas del mar con la profundidad del Océano, dada la transcendental importancia que sus reflexiones han supuesto para el avance de la humanidad. Gran número de profesores pasan de puntitas por encima, sin más mención que un suelto dentro del montón de libros que forma la carrera. Toda la enseñanza tiende, de forma descarada, hacia la metafísica y el humanismo religioso. Una gran pérdida de tiempo. Una enseñanza lastrada por la arbitrariedad y la mediocridad.

La realidad de lo ¿“qué eres tú ahora”?  O de lo que ¿“quién eres”? Solo es posible entenderlo desde la base económica que sustenta la condición de ser ciudadano. ¿Qué tiene de positivo y de negativo el mundo que vivimos?

Estas preguntas tienen respuestas en debates prácticos, concienzudos que por unos momentos nos aíslen del entorno en el que vivimos y nos trasladen al futuro de la vida real próxima. Ejercicios que corresponde hacer en la universidad. Todo para intentar reflexionar sobre el presente. Aprehender a ser persona.

A muchos de los estudiantes han vedado la posibilidad de enfrentar realidades tan esenciales y simples como la expuesta más arriba. No ha lugar con la ideología educativa actual. En realidad, ni tan siquiera se le pasa por la cabeza al enseñante (algunos) porque, como vosotros, se sigue viviendo en la honda y oscura  caverna sin cultura democrática heredada del pasado.

Pero, ¿qué es eso de democracia?

A simple vista podemos decir que es la ausencia de privilegios.

 

Ahora me gustaría hacer un comentario sobre la página Web, desde la que os abrís al mundo.

Cuando se despliega la cortina de la sección de  Filosofía de vuestra página Web NUEVA REVOLUCIÓN, lo que se lee es el empirismo… Hobbes; Locke (liberalismo) del Estado natural del orden y la razón; Leibniz; Espinoza… Esta selección de filósofos, sin duda alguna todos ellos dignos de estudio. No obstante, se nota la ausencia de otros autores alejados de las corrientes culturales de los citados, los cuales, ya han sido sus postulados muy superados, tanto por la realidad como por otras corrientes de pensamiento. A pesar de que algunas de sus aportaciones filosóficas son la base de otras reflexiones más aproximadas a la realidad.

Se es lo que nos han enseñado. La universidad es la fábrica de robots (referido más arriba), humanos más sofisticados que ha encontrado el sistema capitalista-burgués. Las universidades son como una cadena de montaje donde las diferencias son de matiz y los objetivos son perpetuar el sistema. La clonación intelectual ha alcanzado una perfección de alto grado. El mimetismo la imitación, la competencia y la soberbia, en el comportamiento post-estudiante de una mayoría, es casi perfecto. El sistema, con esas conductas, tiene salud para durar mil años más.

Después de unos años de hacer sufrir con la tortura del estudio, superados estos, dan un título especial e indivisible. En él, el (gran) jefe del Estado rubrica que aquél ha conseguido llegar donde muy pocos han alcanzado. De modo que, confirma y afirma, con su firma personal, que (¿quien sea?) lo ha conseguido. Ya has alcanzado el Olimpo intelectual,… es decir un ser situado por encima del vulgo. El honor convierte en algo especial al receptor o receptora. El ego revienta de satisfacción. Ahora, dispuesta o dispuesto a pasar por todos los infectados charcos que se pongan en el camino.

Ha conseguido salvar las piedras invisibles de la senda.

Se ha de responder, con agradecimiento el título que ha dado el jefe del Estado. No se puede fallar.  De este modo se empieza a andar en el mundo de la vida. Esta recibe con los brazos abiertos. Programados para ser un esclavo ilustrado y una  especialista de alto grado. Pero ¿en realidad  han enseñado a hacer alguna cosa útil? No sé: una silla, una soldadura, podar un árbol, un puente, respetar la naturaleza, etc. La respuesta, probablemente será no.

Nacimos en la caverna. Si no dicen que existe un lugar con Sol, Luz y una explosión de colores;  plantas, flores, árboles y un amanecer con un sol rojizo increíble, con una luna inmensa, espejo de la noche, lleno de aire limpio y aguas azules, limpias y cristalinas, que nadie ha contaminado. Lo primero que pensamos es que es un cuento. No le hacemos caso. No nos lo creemos. Unos pocos, no muchos hablan de ello, pero nadie ha vivido en un lugar así. Aunque sí que hay algún lugar parecido. Nos dicen que no existe, porque allí no hay dinero. Nos auto convencemos que no puede ser cierto. Así quedamos complacidos. Es como aquel pez que piensa que solo existe un mundo de agua, nosotras y nosotros pensamos igual. Solo existe un mundo del dinero.

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