Los sindicatos británicos denuncian que el gobierno encabezado por la primera ministra Liz Truss tiene planes para frenar el derecho a huelga de los trabajadores.
Estas medidas, que buscan incrementar los servicios mínimos, se enmarcan en un contexto de creciente movilización de la clase trabajadora del país, con huelgas de maestros, médicos, trabajadores del sistema público de salud (NHS) y bomberos.
Truss anunció este proyecto de Ley durante su discurso de apertura el último día de la conferencia del Partido Tory en Birmingham.
Según recoge la prensa, la primera ministra tiene la intención de ampliar el proyecto de Ley, destinado a prevenir huelgas en sectores como el transporte público, la educación, la sanidad y los bomberos.
Estos sectores están considerando convocar huelgas para exigir mejoras salariales para hacer frente a una inflación sin precedentes en la historia reciente del país.
Una alta fuente del gobierno dijo: “Apoyamos el derecho a la huelga pero, en última instancia, tenemos que evitar que los sindicatos secuestren al país”.
Se cree que Truss está sopesando una expansión radical de las leyes que requieren requisitos mínimos de servicio en el sector público.
El primer discurso de liderazgo de la Sra. Truss se dio contra una serie de caos financiero y político que ha perseguido sus primeras semanas en el cargo.
Mick Lynch, Secretario General del Sindicato Nacional de Trabajadores Ferroviarios, Marítimos y del Transporte (RMT) dijo que “en lugar de difamar a los sindicatos, la Primera Ministra debería centrar su atención en la disputa ferroviaria nacional y ayudar a fomentar un acuerdo negociado sobre seguridad laboral, salarios y condiciones de trabajo”.
El secretario general adjunto de la Unión Nacional de Educación, Kevin Courtney, dijo: «Tenemos que construir una campaña para derrotar al gobierno por esta legislación».
La secretaria general de Unite, Sharon Graham, dijo que si Truss realmente quisiera hacer crecer la economía, ella tomaría en cuenta a las enfermeras, los conductores, los recolectores de basura, los estibadores y las decenas de miles de trabajadores que se movilizan por los salarios en todo el país para que puedan pagar sus cuentas y defender a sus familias.
Paul Nowak, secretario general electo de TUC, dijo: «¿No sería bueno si este desastre de gobierno conservador se esforzara tanto en aumentar los salarios, terminar con el empleo inseguro y abordar la escasez de personal como atacan a los sindicatos y trabajadores?». “El TUC y nuestro sindicato lucharemos por defender el derecho fundamental a la huelga”.
El director del Instituto de Derechos Laborales, Ben Sellers, dijo que el gobierno estaba “yendo más lejos que Margaret Thatcher en la supresión de los derechos de los trabajadores, y el aspecto más impactante de todo son los múltiples intentos de frenar las huelgas”.
Los partidos de oposición también criticaron el discurso de la primera ministra.
La canciller en la sombra del Partido Laborista, Rachel Reeves, dijo que la Sra. Truss «ha estado en el corazón de la construcción de una economía conservadora que ha llevado a los salarios planos y al bajo crecimiento que destacó hoy».
El líder del SNP Westminster, Ian Blackford MP, dijo: «La primera ministra ha demolido nuestra economía y está amenazando las hipotecas, las pensiones y los presupuestos familiares de las personas con su incompetencia».
El secretario general del Partido Comunista, Rob Griffiths, dijo: “Detrás de la máscara de preocupación por los pobres, este es otro gobierno conservador de los ricos, por los ricos, para los ricos”.
Morning Star
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