Las redes arden pidiendo al gobierno el fin de las becerradas

Más de 13.000 tweets llevaron el hashtag #BecerradasNuncaMás a  situarse entre las 3 primeras tendencias en Twitter.  

“De todas las formas de lidia, las becerradas son sin duda las más crueles.” Afirman  miembros de la Marea Antitaurina, plataforma de encuentro de activismo antitaurino,  en la que participan organizaciones de protección de los animales de todo el país.  

Alegan principalmente dos razones: 

La primera, que en ella se lidia animales menores de 2 años, para los que el  sufrimiento físico y psíquico de las corridas de toros se ve incrementada por su  mayor fragilidad, reducida capacidad de reacción y su desesperada necesidad de  sentirse protegidos por su madre y su manada. Es por ello que, si bien el toro  adulto apenas muge cuando es atacado con el fin de mostrar fortaleza, los mugidos  de dolor y pánico de estos pequeños animales durante la lidia, intentado atraer la  ayuda de los suyos, desgarran el corazón de cualquiera que tenga un mínimo de  sensibilidad. 

La segunda, porque en las becerradas normalmente lidian personas inexpertas, ya  sean estudiantes de escuelas de tauromaquia, aficionados o público en general, que  clavan los instrumentos de tortura en lugares indebidos, a menudo extrayéndolos  y clavándolos una y otra vez tras intentos infructuosos, causando un tormento  sin igual a estos pequeños animales. 

Un informe de la asociación de veterinarios AVATMA explica los detalles. Informe  técnico veterinario sobre las becerradas. 

“Las becerradas son la máxima expresión de crueldad de la tauromaquia”, añade  Carmen Almonacid, de Gladiadores por la Paz. “Si la tortura a toros es inconcebible  en pleno siglo XXI, imaginaros que esa misma tortura se aplique a sus crías de uno  y dos años, que son sometidos a las más atroces torturas por gente no profesional  que les ocasionan muchísimo más sufrimiento. Un cuerpo tan pequeño y débil  atravesado por banderillas y espadas… Pues esto sigue ocurriendo en esta España  medieval.” 

Pensamos que cualquier forma de tauromaquia debe acabar, por ser una forma de  violencia gratuita hacia los animales, pero en el caso de las becerradas hablamos  de tortura de pequeños animales en manos de jóvenes. Es esta la cultura que  queremos? Exhortamos al gobierno a que prohíba las becerradas  inmediatamente. Porque no hay progreso con tortura y no hay derechos de los  animales con tauromaquia.” Señala Marta Esteban presidenta de la plataforma la  Tortura No es Cultura. 

 

 Foto de La Plataforma Tortura No Es Cultura durante la becerrada en San  Sebastián de los Reyes 

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