Rafael Pampillón: “Si el futuro está en la Inteligencia Artificial solo hay que mirar hacia EEUU y China, no hay ninguna empresa europea que despunte en este campo”

Cuando los votantes pierden la paciencia, y las cosas no les van bien, votan otra opción, si el que está es de derechas votará a la izquierda, y si es de izquierda votará a la derecha.

Por Angelo Nero | 28/01/2024

Como economista, has estudiado los ciclos económicos, las causas de las crisis sistémicas, y también las posibles soluciones, ahora, con tu último libro “Cuando los votantes pierden la paciencia”, incides en la estrecha relación entre los cambios políticos y la situación económica, ¿realmente, lo que más pesa a la hora de forzar un cambio en las urnas, es el factor económico, más que el ideológico?

Si, al menos eso es lo que le dijo Bill Clinton a George Bush padre, ¡es la economía!, y lo dijo porque la economía no le fue muy bien a Bush. Lo mismo le pasó a Jimmy Carter, que la economía le fue fatal, y además no lo supo hacer bien, y Reagan ganó las elecciones. Y lo mismo le pasó al Partido Laborista, después de muchos años gobernando, cuando llegó una crisis económica muy fuerte, y Margaret Thatcher ganó las elecciones. Carter fue de los pocos presidentes, junto con Herbert Hoover, que no repitió mandato, y en cambio Roosevelt, que le ganó a Hoover, al que le pilló la Gran Depresión, y Roosevelt ganó además holgadamente, aunque nadie lo conocía. Y luego ganó cuatro elecciones y toreó muy bien la Segunda Guerra Mundial.

Yo creo que el tema económico es muy importante, pero también es importante que haya un líder, como en el caso de España, el cambio democrático en el que estaba el Rey Adolfo Suárez, o en China, que hubo un cambio radical en la política económica con Deng Xiaoping, que consiguió reformar la economía maoísta, con una idea en la cabeza, porque no vale ser un líder, sino también tener una idea, como tuvieron Reagan, Thatcher, Roosevelt, gente que supo sacar adelante su país. Yo creo que José María Aznar es el prototipo de una economía agotada, en la época de Felipe González, que pasó una crisis tremenda, a raíz del gasto público, legado por las Olimpiadas de Barcelona, por el AVE, por la Expo de Sevilla, y en el 96 Aznar llegó al poder y tuvo dos mandatos.

Es importante, para esto, que haya una crisis radical, y eso hace que los votantes pierdan la paciencia, pero también es necesario que haya alguien que sepa gestionarlo. Fijate en Cuba, que todos pensábamos que Díaz-Canel era un tipo que podía transformar la economía cubana, y abrirla al exterior, pero no fue capaz. Porque hace falta tener un proyecto y un liderazgo.

Para ilustrar ese hartazgo de los votantes con la gestión de sus gobiernos, nos conduces a la República de Weimar, que fue el antecedente de la Alemania Nazi, ¿el fracaso en la gestión económica, las crisis que siempre se ceban en las clase obrera, puede ser un buen caldo de cultivo para el ascenso del fascismo?

Si, en el caso de Alemania es clarísimo, realmente la República de Weimar fue un desastre, y ni Franz von Papen ni Hindenburg, ni el resto de dirigentes que estaban al frente del país supieron sobretodo enfrentarse a Inglaterra y a Francia en el Pacto de Versalles, que fueron realmente vergonzantes, y sometieron a Alemania a una crisis muy profunda. Y el único que supo dar la cara, el que iba por Múnich, que fue donde dió el golpe de estado, era Hitler, que era un charlatán, que se metía mucho contra Francia, contra Inglaterra y contra el Pacto de Versalles, que ya Keynes puso de manifiesto, que ese era un pacto terrible.

Ahora tenemos un caso en Alemania, tenemos un tripartito, que lo está haciendo muy mal, pero no solo porque lo hacen mal, sino porque las circunstancias que tienen alrededor, concretamente las relaciones que tienen con Rusia, que las llevaba muy bien Merkel. Pero, ¿cual fue el problema de Merkel? Primero la emigración y los refugiados, eso llenó Alemania de gente sin papeles, que hay que educar, que hay que enseñarles alemán, que hay que darles de comer, que hay que formarlos, y todo eso fue un coste muy alto. A ello se unió que la ruptura con Rusia, cortó aquel gas que venía muy barato por el Nord-Stream, y al dejar de llegar, Alemania tuvo que montar plantas de gas licuado, para traerlo desde Estados Unidos, y otros países, mucho más caro, y la industria alemana ha sufrido mucho, y se ha deslocalizado. El tripartito que ahora tienen, los verdes, el Partido Socialista, que es el rojo, y el Partido Liberal, que es el naranja, es un gobierno que no le doy yo más que de aquí a junio, y lleva un año, porque la economía alemana está sufriendo muchísimo, también por la herencia merkeliana, y, contestando a tu pregunta ¿quién está ganando ahí? Esta ganado AfD, es decir, la extrema derecha, junto a la derecha, que es más de derechas que Merkel.

Ahora tenemos una situación en Alemania, en que la derecha, la CDU, tiene un 32% de los votos, pero el segundo en intención de voto, según las encuestas, a nivel federal, si hubiera elecciones que coincidieran con las elecciones europeas, con el 23% sería AfD, y los socialistas bajan al 15%, los verdes al 13%, y los liberales desaparecen, porque han seguido a los verdes en el tema de cerrar las nucleares, con el tema de las renovables, y creo que deberían irse cuanto antes del gobierno porque, sino, van a desaparecer del mapa político.

Lo que nos dicen las encuestas hoy en Alemania es que la derecha y la extrema derecha tienen mayoría para gobernar, y en los tres lander que hay votaciones este año, que son el Alemania del Este, que son los más de derechas, porque son los que han sufrido más la reunificación, va a ganar AfD, más que la CDU.

En Hungría lo hemos visto también con Orban, en Turquía tenemos también un líder que es Erdogan, o sea que, creo que cuando los votantes pierden la paciencia, y las cosas no les van bien, votan otra opción, si el que está es de derechas votará a la izquierda, y si es de izquierda votará a la derecha.

En los últimos años hemos visto un repunte de gobiernos populistas, como los de Trump, Bolsonaro, o el último de Milei, ¿ha sido determinante la crisis económica para que los votantes apoyaran a estos políticos outsiders?

Creo que si, en estos casos, si. Argentina es un país fallido, un país con tanta riqueza natural, tanto mineral como agrícola, y la gente vota a Milei porque quieren a algo distinto, aunque sea un loco, que tiene unas ideas muy curiosas, y que intenta poner en marcha un sistema absolutamente neoliberal, pero que ha ganado de calle. Pero mira Trump también, que va a ganar, sin duda. La crisis de la pandemia ha hecho que muchos paises hayan cambiado, y que en Italia, haya ganado Meloni, apoyado por la extrema derecha, que también ha crecido en Finlandia, en Suecia. Y aquí, en las comunidades autónomas donde gobierna el PP con VOX, hay se ve, que estaban los socialistas, y se han ido a la calle, pero yo creo que a afectado mucho la gestión de la pandemia, que en España ha sido especialmente mala.

Otro de los cambios en los que te detienes en tu libro es el triunfo en las elecciones de 1976 del demócrata Jimmy Carter, después de varios gobiernos republicanos que no atinaron con una política económica eficaz -recordemos que, además, tres años antes se había desencadenado la crisis del petróleo-, para enfrentar una inflación disparada y unas tasas de desempleo elevada, ¿a pesar de cierto éxito con sus medidas económicas, porque cuatro años más tarde los votantes de decantaron por Ronald Reagan?

Entre otros motivos, porque el propio Carter era un tipo que al final de su mandato enviaba mensajes desastrosos, intentó frenar esa inflación, pero generó mucho desempleo, puso a Paul Volcker, que subió los tipos de interés hasta el 17%, ahora estamos preocupados por que en los EEUU los tipos de interés están en el 5,5%, y en la zona euro en el 4,5%, imaginate. Volcker hundió la economía para intentar salir de la inflación, porque Carter tampoco consiguió congelar los salarios, generó desempleo, y la gente eligió a un actor de tercera fila, que era Ronald Reagan, que había tenido éxito en California bajando los impuestos. A Carter también le pilló la crisis de los rehenes en Irán, y en enero del 81, cuando él se fue, se resolvió esa crisis.

Aplicó políticas muy keynesianas, en el gasto público, intentando bajar los tipos de interés y de estimular la economía, politicas de demanda agregada, que no eran necesarias, porque se necesitaban políticas de oferta, de reconstrucción del aparato productivo, que había sido muy dañado, por la crisis del petróleo, por la subida de los precios de las materias primas, por todo el cambio tecnológico que se estaba produciendo en el mundo, y que Reagan supo ver, y que alentó a las empresas a través de reducir el impuesto de sociedades para que amortizaran más rápidamente, también había una amenaza de los nuevos países industrializados, Corea del Sur, Taiwan, Hong Kong, Singapur, que producían a costes mucho más bajos, y eran muy competitivos. Esta aparición de costes energéticos, junto con cambios tecnológicos, que eran problemas de las empresas, no las supo ver Carter, y cuando intentó poner cura a todo aquello, poniendo a Paul Volcker de presidente de la Reserva Federal la economía se hundió, y cuando la cogió Reagan, a partir del 82 empezó a remontar, y en las elecciones del 84 las ganó de calle. Y luego Bush padre, también del Partido Republicano, también ganó las elecciones.

Para la mayoría de la población, parece que tampoco hay diferencias significativas entre los republicanos y los demócratas, en EEUU, o entre el PSOE y el PP, en España, ya que las reglas del sistema son las que son, ¿al final, tiene más poder sobre la economía de un estado organismos poco democráticos como el FMI o el Banco Mundial, que los propios gobiernos?

El Banco Mundial solo actúa en países en desarrollo, y actúa dando dinero tuyo y mío, de los contribuyentes de los países que somos accionistas del Banco Mundial, para que ayude en temas de educación, de infraestructuras, que puedan servir para el desarrollo del Tercer Mundo. El FMI, es como el médico, solo va si tu lo llamas. Un país como Ecuador, que no tiene dólares, llama al FMI y este hace ajustes en su economía, le da dinero, y ese país puede salir adelante los planes de ajuste, tan criticados por la izquierda. Pero no olvidemos que el FMI somos nosotros, está participado por los países desarrollados para ayudar a los problemas de liquidez que tienen los países, como tiene ahora Argentina. El FMI hace sus estudios y dice, tienes que bajar los salarios, tienes que bajar las pensiones, como le hizo a Grecia, a Irlanda y a Portugal, que están saliendo muy bien, son economías que se están comportando de forma estupenda. ¿Estos organismos mandan? Yo creo que los que mandan son los gobiernos. El BCE manda en la política monetaria, pero no manda en la política fiscal, porque, desgraciadamente no tenemos una política fiscal común en la zona euro, que sería ir hacia unos Estados Unidos de Europa. La política laboral también es de cada país, mientras que la política arancelaria es común. Yo creo que estos organismos están para ayudar, y mandan en la medida que les dejemos. Yo no soy partidario de la teoría de la conspiración.

La hegemonía económica de los EEUU, y de sus subalternos del Reino Unido y la Unión Europea, parece amenazada por la emergencia de los BRICS, aglutinados en torno a China, ¿Como se desarrollará en los próximos años, esta lucha por esa hegemonía, en un momento también de fuertes convulsiones políticas?

Esta es una pregunta complicada. Tenemos dos grandes zonas geográficas que son EEUU y China, que son potencias en Inteligencia Artificial, no hay nadie que les hagas sombra, Europa se ha quedado como un parque de atracciones, aquí tenemos las mejores empresas del lujo, tenemos un turismo estupendo y somos los que más ayudamos al tercer mundo, en ayuda al desarrollo, tenemos una sanidad estupenda, pero si el futuro está en la Inteligencia Artificial solo hay que mirar hacia EEUU y China, no hay ninguna empresa europea que, en este momento, despunte en este campo. Evidentemente si que hay un grupo de países, Rusia, India, pero India, por ejemplo, es un país que toma distancias, a Rusia le compra el petróleo muy barato, pero juega a todas las cartas, y ahora tiene más población que China. Ahora Xi Jinping​ no está teniendo una buena política económica, y los malos resultados de China, sobretodo después del Covid, me parece que ha sido peor de lo esperado, pero China tiene unas universidades públicas espectaculares, donde forman a la gente, y el Partido Comunista también ha ido renovando a sus mandos, apuesta por la excelencia, y aunque Xi Jinping haya dado un paso atrás, le unimos el problema de Taiwan, y la apuesta que ha hecho por Rusia, la cosa se complica.

La guerra entre estos dos bloques no es solo económica, como se está demostrando en Ucrania, ¿el resultado de esta guerra, que consecuencias económicas puede traer, aparte de las que ya estamos sufriendo, en caso de una victoria rusa o ucraniana?

Las consecuencias son terribles para Alemania, por ejemplo, que es uno de los países que más han sufrido, primero por el gasto que ha tenido que hacer en defensa para apoyar a Ucrania, luego por todo el tema comercial que tenía con Rusia, no solo del gas, sino también de exportaciones, y está en una situación muy complicada. Tiene que afrontar mayores costes, como lo que está pasando ahora en el Mar Rojo, que obliga a desviar el tráfico de contenedores a través del Cabo de Buena Esperanza. Y hay otro tema, que no es menor, actualmente la demanda mundial se ha venido abajo, y eso se ve en el precio del petróleo, que estaba a 95 dólares el barril, en el mes de julio, y ahora está a 75, u 80, a pesar de que han hecho recortes en la producción, tanto Arabia Saudi como Rusia, lo que pasa es que los países de la OPEP hacen trampas, y venden más. La demanda ha caído mucho, y eso hace que ese menor precio de la energía, por la menor demanda, pueda compensar el mayor coste de los barcos, que el 92% del tráfico de mercancías, se lleva por barco. Así que no es un tema menor, lo del Canal de Panamá y de Suez, porque son lugares muy sensibles para los costes de las mercancía. Por ejemplo Inditex, que todo lo que trae de Asia, les ha subido el coste de la ropa que les llega a Europa y a EEUU.

En tu libro también abordas el análisis de la pandemia, desde un punto de vista económico, ¿tras la crisis financiera de 2008, y la desaceleración de la economía en 2018, el parón motivado por la aparición del Covid-19 terminó de complicar la situación?

Sin duda, porque el punto negativo, desde el punto de vista keynesiano, es la caída de la demanda, claro, un año metidos en casa, manteniendo relaciones distantes, cayó mucho la caída de consumo de carburantes, de restaurantes, hoteles, aviones, de transporte en general, porque la gente no se movía, y si se movía era con mucho cuidado. Toda esa caída de demanda, afortunadamente, se ahorraba, y luego los gobiernos, como España, montó los ERTES, para seguir pagando a los trabajadores que no fueran a trabajar, y eso eran rentas que recibíamos. El gasto social, en 2020, ya es mayor que el de Alemania, en términos de PIB, pero todo ese consumir se fue al ahorro, y cuando salimos del confinamiento empezamos a hacer turismo, a consumir, a renovar, porque también se estropean las cosas, como los barcos y los contenedores, que tienen una vida útil, porque durante la pandemia no se renovó nada, y al salir se produjeron cuellos de botella, y todo esto generó mucha inflación, y esto se ha liquidado con las políticas monetarias que tenemos ahora, que son de tipos muy altos, con costes muy altos para la deuda pública, costes muy altos para los hipotecados, y luego las empresas que no piden crédito, y la actividad económica no aumenta. El índice de negocios de las empresas ha caído un 2,8% en los últimos doce meses, y no sé como nos dicen que crecemos, porque si cae en términos monetarios el índice de negocios de las empresas, que es precio por cantidad, y los precios están subiendo, no se entiende el crecimiento del PIB, no es real.

“Cuando los gobiernos no son capaces de cumplir con los objetivos generalmente aceptados de política económica son sustituidos por otros dirigentes que generan cambios radicales en las políticas económicas”, dices en tu libro, ¿en el caso de España, podrías señalarnos cuales han sido los cambios más radicales en las últimas décadas?

A mi me parece que después de toda la inercia del PSOE, que ganó las elecciones en el 82, y las perdió en el 96, todos esos años de gobierno socialista, cuando llegó Aznar aplicó un modelo muy tacheriano, empezó a privatizar las empresas públicas, pero no como habían hecho los socialistas, que habían vendido un paquete de Repsol, otro de Telefónica, para hacer caja, y poder cubrir los gastos públicos, que no se cubrían con los impuestos, Aznar, con Rodrigo Rato, Montoro, Luís de Guindos, un equipo de economistas, cuando se decidió privatizar Repsol, Telefónica, Endesa, Aldeasa, todo lo que pillaron lo privatizaron, hicieron caja y redujeron la deuda pública que había almacenado el gobierno de Felipe González, por la crisis del 93, después de los fastos. En el 96 la gente estaba harta de Felipe, y ese cambio radical supuso una bajada de impuestos, en el 99, y otra vez en el 2003, y todas esas bajadas de impuestos supusieron un aumento de recaudación, porque aumentó la actividad, el empleo, también estuvo la burbuja inmobiliaria. Hubo un cambio radical con Aznar, al bajar los impuestos, privatizar las empresas públicas, y hizo una política de deficit cero, para buscar el equilibrio fiscal en las administraciones públicas. Luego la política monetaria con la entrada, en el año 99, en el euro, cumpliendo con el programa de deuda pública, estabilización de los precios, tipos de interés, hubo un esfuerzo que hay que agradecer al PSOE que también lo hiciera, no fue una cosa solo de Aznar, había una política de estado de querer entrar en la unión monetaria, y el partido socialista no hizo oposición a las medidas fiscales que pidió el PP, para entrar en el euro. Ese fue un momento de cambio y de apertura importante.

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