El resurgimiento de la confrontación armada palestina con las autoridades coloniales israelíes se viene preparando desde hace años. Israel ha lanzado una campaña militar de varios meses de duración para acabar con él.
Por Mariam Barghouti & Yumna Patel / Viento Sur
Cisjordania y Jerusalén están «en llamas»
Ésta es una expresión que estamos viendo utilizada cada vez más en las redes sociales, las noticias y los artículos de opinión que hablan sobre los acontecimientos actuales en los territorios palestinos ocupados. Tampoco es una frase nueva que se usa para describir las olas de represión y resistencia en Palestina, la más reciente de ellas la Intifada de la Unidad de 2021 que recorrió la Palestina histórica.
Entonces, ¿qué está sucediendo exactamente en la Cisjordania ocupada y Jerusalén en este momento, y por qué? ¿Qué lo hace diferente de lo que hemos visto en la historia reciente y qué significa para el futuro de la resistencia palestina a la ocupación israelí y al colonialismo de poblamiento?
Las últimas semanas han sido testigos de una notable intensificación de la represión de Israel contra las y los palestinos en Cisjordania, dirigida tanto a civiles comunes en sus hogares y aldeas, como a combatientes y grupos de resistencia armada.
Al mismo tiempo, los colonos armados han estado aterrorizando a las comunidades palestinas en toda Cisjordania, a menudo en presencia y bajo la protección del ejército israelí.
La represión actual, y la resistencia a ella, son parte de una campaña más amplia que dura ya meses para sofocar la creciente resistencia palestina, en particular la resistencia armada, que ha visto un resurgimiento en ciertas áreas de Cisjordania.
El aumento de la resistencia palestina ante una brutal represión
Desde principios de octubre, las fuerzas israelíes han asesinado a 15 palestinos, cuatro de ellos adolescentes y niños, principalmente durante incursiones nocturnas y operaciones de arresto.
Solo durante la semana pasada, murieron cuatro palestinos: Mujahed Daoud, de 31 años, de Salfit, sucumbió el domingo a las heridas que sufrió durante los enfrentamientos con las fuerzas israelíes la semana anterior. Mateen Dabaya, de 20 años, y Abdullah Abu al-Teen, de 43 años, médico y padre de tres hijos, fueron asesinados en una redada en el campo de refugiados de Jenin el viernes por la mañana. Más tarde, el viernes por la noche, las fuerzas israelíes dispararon y mataron a Qais Imad Shujaiya, de 23 años, después de que éste realizara una operación con tiroteos cerca del asentamiento ilegal de Beit El en la que hirió a un colono israelí.
El miércoles 12 de octubre, Osama Mahmoud Adawi, de 17 años, murió cuando las fuerzas israelíes le dispararon en el abdomen fuera del campo de refugiados de Arroub, al sur de Belén, en Cisjordania.
A medida que el ejército, la policía y la inteligencia israelíes, a instancias del primer ministro israelí Yair Lapid, intensifican su última campaña, la resistencia palestina a las tácticas de la ocupación se ha desarrollado, junto con los temores palestinos por la violencia israelí.
En las últimas dos semanas, dos soldados israelíes murieron en operaciones de tiroteo separadas: uno en un puesto de control militar en el exterior del campamento de refugiados de Shu’fat en Jerusalén, y el otro en un puesto del ejército en el área de Nablus, en el norte de Cisjordania.
Hay que señalar que quienes dispararon salieron vivos del ataque, lo que es raro teniendo en cuenta la política del ejército israelí que consiste en disparar a matar en los territorios ocupados, que las autoridades israelíes se niegan activaente a modificar a pesar de las presiones internacionales. El primer ministro israelí, Yair Lapid, había señalado que ningún soldado será procesado «solo para que podamos recibir aplausos en el extranjero», a principios de septiembre.
En el marco de la cacería para encontrar a los autores de los disparos, las fuerzas israelíes han promulgado una serie de medidas de castigo colectivo, incluidos cierres generalizados de carreteras que afectan a todo el distrito de Nablus, y el bloqueo de barrios enteros como Shuafat y la cercana Anata. El bloqueo de Shu’fat y los vecindarios circundantes provocó una campaña generalizada de desobediencia civil en los barrios de Jerusalén.
Las protestas en apoyo de la campaña de desobediencia civil en Jerusalén se han multiplicado en la asediada la Franja de Gaza, donde los palestinos se han unido a los llamamientos a una prosecución de la confrontación con el aparato militar israelí.
Al mismo tiempo, en medio de la temporada de fiestas judías, los colonos israelíes han estado intensificando sus ataques a los palestinos y sus propiedades en Cisjordania, bajo la supervisión y protección de las fuerzas israelíes.
Las incursiones casi nocturnas, la supresión mortal de las protestas, las políticas de castigo colectivo y el aumento de la violencia de los colonos apenas han contribuído a sofocar la resistencia palestina. Los informes de protestas y enfrentamientos diarios con las fuerzas israelíes en Jerusalén y Cisjordania han persistido, mientras que el grupo de resistencia palestino con sede en Nablus, Areen Al-Usud (Guarida de Leones), ha seguido ganando el favor de la ciudadanía, ya que reivindica la responsabilidad del aumento de las operaciones armadas contra las posiciones militares israelíes en Cisjordania.
¿Qué significa la «Operación Romper la Ola» [Break The Wave] para las y los palestinos?
La campaña a gran escala coordinada por el ejército y la inteligencia israelíes contra los palestinos se centra en Nablus y Jenin en Cisjordania y en la ciudad de Jerusalén. Como era de esperar para los palestinos, esta reciente intensificación del asalto de Israel se basa en las acciones de años anteriores.
«La [Ciudad Vieja] sigue igual», dijo Basil Kittaneh, investigador y residente de la Ciudad Vieja de Nablus, donde los florecientes grupos de resistencia armada, liderados principalmente por jóvenes no afiliados a ningún partido político, han creado su hogar.
«Todos los días la gente piensa que va a pasar algo. Todas las noches, los sonidos de los drones zumban, y la gente no duerme y está en un estado de miedo», dijo.
Después del pico de la Intifada de la Unidad del verano pasado, la unificación de los palestinos a través de las fronteras dio lugar a un cambio imprevisto, cuyos efectos continúan haciéndose sentir en el momento actual.
Cuando los palestinos se levantaron colectivamente el año pasado, también fueron castigados colectivamente, incluidos los palestinos con ciudadanía israelí. En mayo de 2021, la policía israelí lanzó la «Operación Ley y Orden», que apuntó a palestinos con ciudadanía israelí que participaron en las actividades de la Intifada de la Unidad, en particular a aquellos que abrieron fuego contra las turbas de linchadores israelíes que habían invadido los barrios palestinos y atacado a sus residentes. De la noche a la mañana, miles de palestinos con ciudadanía israelí fueron arrestados como una forma de castigo colectivo, y lo que el aparato de seguridad israelí llama «disuasión».
La Operación “Romper la Ola” se lanzó en marzo de este año para reprimir a los crecientes grupos de resistencia armada, principalmente en ciudades como Nablus y Jenin, pero es importante verla como una continuación de la «Operación Ley y Orden» en el año 1948, además de la «Operación Amanecer» en Gaza.
Encabezada por el jefe de estado mayor del ejército israelí, Aviv Kochavi, en tandem con el primer ministro israelí, la campaña que ya dura meses de Break the Wave, está en el corazón de lo que estamos presenciando hoy en toda la Palestina ocupada. Kochavi ha desplegado soldados israelíes no solo en Cisjordania, sino que también ha ampliado la jurisdicción militar más allá de la Línea Verde, en ciudades bajo la jurisdicción de la policía israelí. Las y los palestinos con ciudadanía israelí estuvieron bajo un gobierno militar de facto hasta la década de 1970.
Las implicaciones de la actual escalada de Israel son parte del proyecto colonial israelí, impulsado por una ideología sionista de derecha. En las incursiones diarias en ciudades y pueblos palestinos, las fuerzas israelíes han arrestado a más de 1.500 palestinos, según el jefe militar israelí.
«Llegaremos a todas las ciudades, barrios, callejones, casas o sótanos con ese fin», dijo Kochavi en septiembre. Sin embargo, las cifras son mucho más altas que las reportadas por Kochavi, lo que ha llevado a un ataque sistemático a la sensación de estabilidad y seguridad de los palestinos, ya que implica que las fuerzas israelíes no están confinadas a un solo espacio geográfico, sino que se dirigen a todos, no solo quienes se resisten, sino a quienes muestren signos potenciales de resistencia.
«La gente [de la Ciudad Vieja] está en alerta toda la noche», explicó Kittaneh a Mondoweiss. «En general, hay una adhesión a la resistencia, pero se está aplicando un castigo colectivo a toda la gente de Nablus».
Resistencia sin comunicación organizada
Así como el ejército israelí no se limita a la geografía, tampoco lo está la confrontación palestina. Este agosto fue testigo de una nueva dinámica entre Gaza y Cisjordania, donde, a diferencia de la última década, Gaza se convirtió en una fuerza mediadora para desactivar la escalada de la resistencia en Cisjordania.
«Toda persona libre y digna del mundo estará con nosotros», dijo el luchador de la resistencia, S., a Mondoweiss en septiembre mientras se escuchaban a lo lejos los sonidos de los disparos de las fuerzas de la Autoridad Palestina, que se han desplegado para reprimir simultáneamente a los crecientes grupos de resistencia en Nablus.
Aunque ciertos pueblos y ciudades palestinos se han convertido en objetivos principales en la última campaña de Israel, el ataque de los militares y la inteligencia israelíes es colectivo. Más de 5.292 palestinos han sido arrestados desde enero, según la Sociedad Palestina de Prisioneros. De cada 100 arrestos, 14 de ellos son de niños y menores, 766 de ellos detenidos desde enero.
La resistencia palestina va de la resistencia armada a la resistencia popular desarmada, que se ha extendido al compromiso de los palestinos de la diáspora y el exilio. De esta manera, la fragmentación de la identidad palestina por Israel sigue siendo cuestionada e interrumpida.
Dado que este año ha sido uno de los más mortales en términos de violencia de los colonos para los palestinos desde 2005, las y los palestinos ahora se enfrentan a un caleidoscopio de represión.
Paralelamente a la intensificación de los arrestos, el ejército israelí está intensificando intencionalmente los asesinatos extrajudiciales selectivos a palestinos, en particular los combatientes de la resistencia. Esto se ha traducido en el asesinato de más de 160 palestinos solo en Cisjordania (otros 49 muertos en Gaza durante el ataque de agosto).
El papel de la Autoridad Palestina en la represión de la resistencia
A medida que Israel continúa su campaña contra los grupos de resistencia palestinos, el gobierno y las fuerzas armadas israelíes han encontrado un socio probado y verdadero en su represión: la Autoridad Palestina-AP.
El 19 de septiembre, las fuerzas de seguridad de la AP, que mantienen la controvertida política de coordinación de seguridad con los israelíes, asaltaron la ciudad de Nablus y arrestaron a dos combatientes de la resistencia palestina, Musaab Shtayyeh, de 30 años, y Ameed Tbeileh, de 21. El primero se había convertido en el sucesor oficioso de Ibrahim al-Nabulsi, el “León de Nablus”, tras su asesinato a comienzos del verano.
En el curso de las incursiones, que provocaron fuertes enfrentamientos en Nablus y protestas contra la AP en toda Cisjordania, las fuerzas de seguridad de la AP mataron a Firas Yaish, de 55 años. Para gran parte de la opinión pública palestina, el ataque de la AP a los combatientes en Nablus fue un ataque a la resistencia palestina, y fue solo otro ejemplo de que la AP estaba haciendo el trabajo sucio de Israel.
El ataque dirigido contra la resistencia en Nablus se produjo casi una semana después de que Lapid y Kochavi hablaran sobre el aumento de las comunicaciones con el ejército israelí y las fuerzas de seguridad de la AP para atacar a la resistencia palestina. El control israelí de Cisjordania depende en gran medida de la facilitación proporcionada por la AP para vigilar, señalar, arrestar a los activistas y redirigir el compromiso político palestino lejos del discurso de la liberación.
En los últimos meses de 2021 y los primeros meses de este año, la Autoridad Palestina había emprendido una campaña a gran escala contra la oposición política, particularmente dirigida a estudiantes universitarios y jóvenes que plantean críticas o se enfrentan a la legitimidad de la Autoridad Palestina.
El año pasado, el 24 de junio de 2021, las fuerzas de seguridad de la Autoridad Palestina habían invadido el domicilio del candidato al Consejo Legislativo palestino, Nizar Banat, golpeándolo hasta la muerte ante su esposa, Jihan, y sus cuatro hijos. No se ha establecido ninguna responsabilidad por este crimen, un asesinato extrajudicial, que su esposa describió a Mondoweiss como «más cerca de la tortura».
Mientras Kochavi prometía una escalada, el primer ministro Yair Lapid estaba hablando en las Naciones Unidas sugiriendo un renacimiento de la solución de dos estados, dirigiendo su discurso al pueblo palestino, diciendo: «podemos construir su futuro juntos, tanto en Gaza como en Cisjordania», pero solo si los palestinos están desarmados y «prueban que Hamas y la Yihad islámica no van a apoderarse del Etado palestino [que la AP] quiere crear”
En julio de este año, antes de que el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, visitara la región, altos diplomáticos del Departamento de Estado hicieron visitas frecuentes a la región. Sin embargo, la mayoría de las reuniones con representantes palestinos se centraron en Majed Faraj y Hussein Al-Sheikh. Ambos son comandantes en los asuntos de seguridad preventiva palestina y administración civil, y aunque son muy impopulares entre la ciudadanía palestina, se están posicionando como posibles sucesores del anciano presidente, Mahmoud Abbas.
A los 20 años, S. solo había conocido la brutalidad del segundo levantamiento, o el fracaso de la AP en la prestación de servicios y protección a los palestinos. «Aquí vivimos bajo dos ocupaciones», dijo resentido.
Indicaciones de lo que está por venir
El discurso israelí actual señala la probabilidad no solo de una escalada de la violencia contra las y los palestinos de una manera similar a la Operación Escudo Defensivo a principios de la década de 2000, sino también el paternalismo de la percepción de Israel hacia los palestinos.
Lapid quiso subrayar que Israel ayudará a los palestinos a construir su futuro. La declaración está basada en una negación colonial paternalista del derecho palestino a la autodeterminación y la soberanía, ya que insiste en la necesidad de desarmar a los palestinos.
En efecto, Cisjordania fue desmilitarizada bajo la AP desde el final de la Segunda Intifada, pero ahora resulta que esto solo fue temporal. A medida que grupos como Areen al-Usud continúan ganando poder e influencia populares, es probable que la Autoridad Palestina intensifique su coordinación de seguridad con Israel para garantizar que las armas que se utilizan contra la ocupación israelí no se vuelvan mañana contra la AP.
Queda por ver si la ciudadanía palestina en general opta por agruparse en torno a estos grupos de resistencia armada emergentes y convertir este momento actual en un levantamiento en toda regla. Pero los efectos que estos grupos están teniendo sin duda se están sintiendo, tanto en las redes sociales como en la calle.
Sin cambios a la vista con respecto a la expansión de los colonos y el robo de vidas, tierras y recursos palestinos, la realidad actual de Palestina ha dado lugar por necesidad a nuevos modos de pensar y actuar.
Mientras los palestinos permanezcan bajo la bota del colonialismo israelí, continuarán resistiendo y creando nuevos espacios que les permitan gritar colectivamente «nunca más todo esto».
17/10/2022
*Mariam Barghouti es la corresponsal principal de Palestina de Mondoweiss. Yumna Patel es la directora de noticias de Palestina de Mondoweiss.
Traducción: Faustino Eguberri para viento sur
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