Qatar 2022: matemáticas de la muerte

El Mundial de Qatar 2022 es una aberración hacia los Derechos Humanos y una barbaridad climática, social, política y deportiva conseguida y organizada a través del tráfico de influencias y los intereses políticos. Os dejamos con una descripción general, un anexo con datos NO técnicos y los 22 nombres y apellidos que votaron en la elección del Mundial 2022 ¡Pasen y lean!

Por Iñaki Alrui / LQSomos

Este domingo 20 de noviembre, cuando el balón eche a rodar en el partido inaugural entre Qatar y Ecuador, millones de aficionados y aficionadas festejarán el inicio del Mundial de fútbol, un deporte —y un negocio— que levanta pasiones, incluidas las más bajas, por todo el mundo. Durante estos meses desde esta web hemos intentado concienciar de que “no todo vale” y decir alto y claro que hay grandes diferencias entre este mundial y los anteriores. Intentando evitar los discursos hipócritas buenistas, aquí hay muertos, muchísimos. Nos quedamos con la cifra que publicaba The Guardian, 6.500 muertes en la construcción de los estadios e infraestructuras, pero en los campos de fútbol alemanes, en sus protestas contra Qatar 2022, hablan de 15.000 muertos, cifras que bailan en la opacidad del régimen qatarí y que tapan los medios de comunicación servidores de Don Dinero.

Según los datos de los países de origen de los trabajadores en Qatar, solo de India, Bangladesh, Nepal y Sri Lanka, murieron 5927 personas entre 2011-2020. Por su parte, la embajada de Paquistán en Qatar informó de otras 824 muertes de sus nacionales entre 2010 y 2020. En estos cálculos no se incluyen las muertes de ciudadanos de Filipinas y Kenia, que figuran entre los países que más trabajadores enviaron pero que guardan silencio, entre otros motivos, por la importancia de las remesas que reciben de sus ciudadanos esclavizados en Qatar.

Puede que con el arranque del Mundial y su machacona repetición de partidos en todas las televisiones del mundo, se deje de recordar a las decenas de migrantes muertos y los cientos de heridos que ha dejado la construcción de los estadios, en condiciones laborales medievales y bajo temperaturas de infarto. La FIFA espera una audiencia de algo más de cinco mil millones de personas.

Se puede hacer un ejercicio curioso de «matemáticas de la muerte», y es dividir los 6.500 obreros fallecidos entre los 64 partidos que se disputarán en el Mundial, lo que nos da una media de 101 obreros por partido jugado. Esa es la imagen: la pelota rodará sobre un campo cubierto de cadáveres.

Petrodólares que lo compran todo

En 2013 el grupo Deloitte realizó un informe y estimó que Qatar invertiría nada menos que 200.000 millones de dólares para organizar el mundial. Para entender mejor la magnitud de esta cifra es bueno saber que Brasil (Mundial 2014) gastó 15.000 millones y Rusia (Mundial 2018), 11.600 millones.

La designación de Qatar como sede del Mundial de Fútbol 2022 originó grandes polémicas por la compra de votos y silencios, apoyos para ser la sede del mundial, y mutismos sobre Derechos Humanos. En el conocido como FIFA Gate se llevó por delante al entonces presidente de la FIFA, Joseph Blatter, tras investigaciones iniciadas por la fiscalía de Nueva York por cobro de sobornos de más de cien millones de dólares por parte de dirigentes de la FIFA). La lista de sobornos, regalos o “donaciones” es inmensa y todavía está por hacer: un millón de dólares a delegados de la Confederación Centroamericana (Concacaf), millón y medio a otros de la Confederación Sudamericana (Conmebol), la ex superestrella francesa Michel Platini, cobró 7,5 millones de dólares (denunciado por la prensa de su país), el supercapo argentino Julio Grondona, titiritero del fútbol sudamericano, se embolsó 10 millones de dólares por dar el sí al mundial en Qatar, antes de fallecer en 2014; obsequios a miembros del parlamento británico por más de 300.000 euros en los últimos doce meses. Estas sumas también incluyen estancias en hoteles de lujo, vuelos en clase business y entradas para carreras de camellos (The Observer)… Sugiero leer un anexo, al final del artículo, con los 22 nombres y apellidos que votaron en la elección del Mundial 2022.

Frente a esas millonarias cifras, y al lado de los muertos, están los salarios de miseria y las inhumanas condiciones laborales de los obreros que han construido estadios e infraestructuras. Trabajadores contratados a través del sistema denominado “kafala”, mediante el cual el intermediario (empleador) se hace responsable de los trabajadores ya que estos no son ciudadanos del país. Estos, contratados mediante entrevistas engañosas en sus países de origen, asumen los gastos del viaje y el papeleo, y una vez llegados a Qatar, su empleador les tramita el visado de trabajo. El sistema ha derivado en que el empleador retenga el pasaporte de las personas a su cargo para asegurarse su obediencia y que no puedan salir del país sin su consentimiento. Este sistema solo tiene un nombre: esclavitud. Cuando este mismo sistema (traerte con engaños de otro país, quitarte el pasaporte para asegurarse de que obedeces y no escapas) se aplica a mujeres obligadas a prostituirse, lo llamamos tráfico de personas y a sus autores, criminales. Pero al régimen qatarí se le caen los petrodólares a cada paso y parece ser que no vamos a llamarles criminales.

Amnistía Internacional ha denunciado decenas de casos concretos de trabajadores a quienes habían prometido una cantidad en su país y al llegar fue otra. A estas denuncias hay que sumar que a veces no se pagan los sueldos durante varios meses, o se les descuenta parte salarial como castigo por “faltas” en el trabajo. Todo en medio de un país en el que estos obreros son los “nadie” y ni si quiera pueden denunciar, ya que se exponen a la anulación del permiso de residencia o a denuncias por fuga, a ser encarcelados o deportados sin ninguna compensación, teniendo que abandonar el país con lo puesto.

Un informe de la Fundación para la Democracia Internacional reflejaba que los trabajadores estaban obligados a trabajar entre 16 y 18 horas diarias, 7 días a la semana, realizando tareas al aire libre y soportando temperaturas que alcanzan los 50 grados.

Hay muchos motivos para reclamar el Boicot a este mundial, pero el fútbol, como indicaba al principio de esta nota, despierta irracionales pasiones, como la de estar pegado durante horas a un televisor y salir con una bocina a la ventana para celebrar un gol o una victoria. El Mundial de fútbol empieza en dos días, domingo 20 de noviembre, miles de millones se olvidarán de las guerras, de genocidios y de la diaria lucha por sobrevivir. Si tú que me lees perteneces a la afición irreductible del fútbol, te pido que hagas el ejercicio de las «matemáticas de la muerte», y si tienes imaginación ponles rostro, piensa en sus familias. Gane quien gane, lo hará sobre un cementerio de 6.500 cadáveres inocentes que buscaban algo de fortuna, simplemente para vivir.

¡Viva el fútbol!

Anexo 1: Ficha (NO) técnica

– Qatar es una pequeña península dentro de una más grande llamada Península Arábiga. El vocablo árabe para “península” es Al Jazeera, que significa “casi una isla”. Fue del dominio otomano primero y del imperio británico después. En 1968, los qataríes ingresaron a la federación de Emiratos Árabes Unidos, y a los tres años se constituirían como estado independiente al mando de la familia Al Thani, actualmente en el poder. Qatar está asentado sobre la tercera reserva de gas y petróleo del mundo.

– En Qatar viven algo menos de tres millones de personas y su crecimiento ha sido veloz: hace 15 años no llegaban al millón de habitantes; cuando en 2010 Qatar ganó la sede para este mundial, vivían en el país 1,7 millones de personas, en estos 12 años la población aumentó 70%. Pero la realidad es que solo 250.000 habitantes son ciudadanos qataríes, y 2.750.000 son trabajadores y trabajadoras inmigrantes, personas extranjeras que no tienen derecho a la nacionalidad y que se pueden dividir en dos grandes grupos: por un lado, árabes (de Egipto, Palestina, Yemen) que representan 25%. El otro grupo serían personas procedentes de Irán, India, Pakistán, Nepal y Filipinas, que ascienden al 55%. Y otro dato, del total de habitantes solo 734.000 son mujeres.

– En 1970 se disputó la primera edición de la Copa de Naciones del Golfo. Jugada en Baréin, reunió, además de a los anfitriones, a Arabia Saudita, Kuwait (campeón) y Qatar. Cuatro años después, los países del golfo se integraron a la ya existente Unión de Asociaciones de Fútbol Árabes y comenzaron a competir contra sus pares africanos. También en 1974 la liga qatarí pasó a ser reconocida por la Federación de Fútbol de Qatar, aunque se venía disputando desde los años 50.

– El mundial arranca el domingo 20 de noviembre, y durará hasta la final de la Copa del Mundo, el domingo 18 de diciembre. Se disputará en ocho estadios repartidos en cinco ciudades: Lusail, Al Khor, Al Rayyan, Al Wakrah y Doha.

– Participan 32 selecciones (hasta el mundial de Francia 1998, eran solo 24) y es el último con esta cantidad, pues en mundial de Norteamérica 2026 “Canadá/Estados Unidos/México” se sube la participación a 48 equipos).

– Son 31 selecciones las que se ganan el derecho a competir, ya que el anfitrión está automáticamente clasificado. Cada continente tiene un número asignado de representantes y así quedó el panorama final: cinco africanos, cinco asiáticos, trece europeos, cuatro de Centroamérica, Norteamérica y el Caribe, y seis de América del Sur (Brasil, Argentina, Uruguay, Ecuador, México y Costa Rica).

– El mundial cuenta con catorce patrocinadores oficiales, catorce marcas que avalan esta sinrazón: AB InBev/Budweiser, Adidas, Coca-Cola, McDonald’s, Visa, Hyundai-Kia, Wanda Group, Qatar Energy, Qatar Airways, Vivo, Hisense, Mengniu, Crypto y Byju’s.

– Quienes viajen allí deben evitar las demostraciones públicas de afecto, ya que pueden conducir al arresto; tener en claro que vivir juntos sin estar casados está prohibido, así como el sexo fuera del matrimonio; y los vínculos sexuales entre personas del mismo sexo son ilegales en Qatar y pueden conducir a la cárcel e incluso la muerte.

– Las forma de saludar es un breve y suave apretón de manos entre hombres; con las mujeres, debe evitarse cualquier contacto físico en el saludo. En las recomendaciones sobre la forma de vestir, recomiendan que tanto hombres como mujeres se cubran los hombros y rodillas. A las mujeres además se las sugiere que lleven siempre una pashmina como elemento básico en su guardarropa.

– Según datos de la FIFA, su presupuesto para la competición será de 1.600 millones de dólares, de los cuales 440 millones serán para los equipos. Las selecciones que ocupen del decimoséptimo al trigésimo puesto se llevarán un total de nueve millones de dólares por equipo. De igual manera, los equipos que ocupen el noveno al decimosexto puesto se embolsarán un total de 13 millones de dólares. Además, las selecciones que lleguen al octavo y quinto puesto se ganarán 17 millones de dólares. Las que lleguen al cuarto y tercer puesto se ganarán un total de 25 y 27 millones de dólares. Y por último, el subcampeón se llevará 30 millones de dólares y el campeón de la competición 42 millones de dólares.

– Qatar promocionó al Campeonato Mundial como el primer evento sin emisiones de carbono de su historia, hablando ampliamente sobre el aire acondicionado alimentado por energía solar que enfriará los ocho estadios. En mayo, la ONG europea Carbon Market Watch (CMW) contradijo las afirmaciones qataríes, acusándolo de aplicar una “contabilidad creativa” para alcanzar sus objetivos, y estima que la huella de carbono de la construcción de los estadios podría ser ocho veces superior.

La huella que indiscutiblemente ha dejado la construcción de los estadios es una hilera interminable de cadáveres.

Anexo 2: Las 22 personas que votaron en la elección para 2022

El 2 de diciembre de 2010, Joseph Blatter informó: «Damas y caballeros, el Mundial 2022 será organizado por  Qatar».

La FIFA designó a Qatar como sede del Mundial 2022 contra todo pronóstico, ya que la favorita era Estados Unidos. El país asiático ganó la votación final por 14 a ocho. Hoy, 16 de los 22 dirigentes del fútbol internacional que participaron en aquella elección, que siempre ha estado bajo sospecha, se encuentran inhabilitados, condenados o bajo investigación.

Solo se salvan Geoff Thompson (encargado de la candidatura de Inglaterra 2018), Michel D’Hooghe (miembro del comité médico de FIFA), Senes Erzik (vicepresidente de UEFA), Marios Lefkaritis (presidente de honor de la federación chipriota), Junji Ogara (antiguo presidente de la federación japonesa) y Hany Abo Rida (ejecutivo de FIFA)…

Mohamed bin Hammam. Ex presidente de la Federación de Fútbol de Qatar. Conocido como “el millonario que sobornó a la FIFA”. El qatarí ayudó a asegurar el Mundial de 2022, legó a desembolsar 3,6 millones de dólares en coimas para lograr que su país se convierta en la sede del Mundial 2022, y compitió contra Joseph Blatter por la presidencia de la FIFA en 2011. Fue castigado de por vida por el comité de ética de la FIFA en 2012 después de una investigación sobre la Confederación Asiática de Fútbol.

Joseph Blatter. Dirigente deportivo suizo y expresidente de la FIFA entre 1998 y 2015. En diciembre de 2015 fue suspendido por ocho años de cualquier actividad relacionada con el fútbol por los casos de corrupción en los que estaba involucrado.

Michel Platini. Exfutbolista, exentrenador, dirigente deportivo francés, expresidente de la UEFA (2007-2015). Fue detenido el 18 de junio de 2019, en Francia, en relación con sospechas de corrupción. La investigación se centra en la reunión que mantuvieron en noviembre de 2010 las autoridades qataríes con el entonces presidente francés Nicolas Sarkozy y Platini en el Palacio del Elíseo, por corrupción en la concesión del Mundial de fútbol de 2022 a Qatar. Inhabilitado por cuatro años por violar el código ético de la organización al aceptar en 2011 un cobro, autorizado por el entonces presidente de la FIFA, Joseph Blatter, de cerca de 1,8 millones de euros por trabajos hechos entre 1998 y 2002.

Jack Warner. Ex vicepresidente de la FIFA. Renunció a la FIFA en 2011 después de ser acusado de soborno en las elecciones de ese año. A su vez, fue suspendido de por vida del organismo en septiembre de 2015, después de que las autoridades estadounidenses lo acusaran de cargos de corrupción.

Chuck Blazer. Secretario General de la Concacaf desde 1990 hasta 2011, y Vicepresidente Ejecutivo de la Federación de Fútbol de los EEUU. Fallecido en 2017, se transformó en uno de los informantes y entregó pruebas al FBI sobre la corrupción relacionada con el fútbol y los sobornos en la Copa Mundial. Fue castigado de por vida de la FIFA en 2015.

Nicolás Leoz. Paraguayo, nacionalizado colombiano y ex presidente de la Conmebol. Acusado por el Departamento de Justicia de Estados Unidos por corrupción relacionada al fútbol y está en la lista roja de Interpol. Hay un proceso de extradición hacia EE.UU. en trámite. Renunció a la FIFA en 2013, poco antes de aparecer relacionado con el escándalo de sobornos de la empresa de mercadeo deportivo ISL.

Ricardo Teixeira. Presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol desde 1989 hasta 2012. Es investigado por el FBI por corrupción. Renunció al Comité Ejecutivo de la FIFA en 2012 antes de ser nombrado en un informe por haber recibido millones de dólares en sobornos de ISL. También se le acusa de evadir impuestos.

Rafael Salguero. Expresidente de la Federación Nacional de Fútbol de Guatemala y exmiembro de los comités ejecutivos de la FIFA y la Concacaf. Dejó el Comité Ejecutivo de la FIFA en Mayo de 2015. La FIFA busca que devuelva US $5.1 millones en sueldos y gastos sin justificar.

Franz Beckenbauer. Exfutbolista conocido como el “El Kaiser”, exmiembro del comité ejecutivo de la FIFA. En junio de 2014, el Comité de Ética de la FIFA le prohibió por 90 días participar de cualquier actividad relacionada con el fútbol por presuntamente negarse a colaborar en una investigación sobre corrupción relacionada con la asignación de las Copas Mundiales de 2018 y 2022 a Rusia y Qatar. La prohibición se levantó después de que Beckenbauer aceptara participar.

Julio Grondona. Presidente de la Asociación de Fútbol Argentino (1979-2014), y vicepresidente sénior de la FIFA. Murió en 2014. Tras su fallecimiento la FIFA señaló que pagó 10 millones de dólares a través de una cuenta de la FIFA en nombre de Sudáfrica para Jack Warner. Las autoridades de Estados Unidos señalaron que esto fue un soborno para asegurar la Copa del Mundo de 2010. También se le relacionó con arreglo de partidos en Argentina.

Ángel María Villar. Exfutbolista, vicepresidente de la UEFA y presidente en funciones en 2016, vicepresidente de la FIFA, y presidente de la Federación Española de Fútbol (1988-2017). El español fue multado por el Comité de Ética de la FIFA y lo amonestó por no cooperar desde el principio con la investigación sobre las votaciones para los mundiales de 2018 y 2022.

Worawi Makudi. Expresidente de la Federación Tailandesa de Fútbol y exmiembro del Comité Ejecutivo de la FIFA (1997-2015). En octubre de 2016 fue sancionado por el comité de ética de la FIFA por cinco años y multado con 10.000 francos suizos por falsificación.

Chung Mong-Joon. Exvicepresidente honorario de la FIFA y presidente de la asociación de fútbol de Corea del Sur (1993-2009), supervisor de la Copa Mundial de Fútbol de 2002. Uno de los accionistas mayoritarios de Hyundai. La Comisión de Ética de la FIFA lo ha suspendido por seis años por infracciones en la elección del Mundial de 2022.

Vitaly Mutko. Fue presidente del FC Zenit San Petersburgo (1995-2003), expresidente de la Unión del Fútbol de Rusia (2005-2009). El ministro de Deporte, Turismo y Juventud (2008-2016) ruso fue presidente de la candidatura de Rusia para la Copa Mundial de la FIFA 2018. Fue suspendido de por vida del Comité Olímpico Internacional por su rol en el escándalo de dopaje de Estado de Rusia.

Issa Hayatou. Exatleta camerunés, presidente de la Confederación Africana de Fútbol (1988-2017). Tomó la presidencia de la FIFA después de la suspensión de Blatter. En noviembre de 2010, fue alegado por la BBC de haber aceptado sobornos en la década de 1990 con respecto a la adjudicación de los derechos de televisión de la Copa Mundial de la FIFA, lo que generó el anuncio del COI, del cual era miembro, acerca de que lo investigaría. Nunca fue enjuiciado.

Marios Lefkaritis. Al chipriota se le acusó de haber recibido un pago de 27 millones de libras por un terreno, comprado por una sociedad de inversiones de Qatar. Lefkaritis negó que eso influenciara su voto.

Michel D’Hooge. Se le acusa de haber recibido una pintura como regalo de parte de Rusia durante el proceso de lobby.

Jacques Anouma. El marfileño negó acusaciones de 1.5 millones de dólares estadounidenses para votar por Qatar.

Junji Ogara. Se retiró como miembro de la FIFA en 2011 tras liderar la candidatura de Japón para el Mundial de 2022.

Geoff Thompson. Lideró la candidatura de Inglaterra para el Mundial de 2018 que obtuvo dos votos. Dejó la FIFA en 2011.

Senes Erzik. Vicepresidente de la UEFA. Se mantiene como miembro del Consejo de la FIFA.

Hany Abo Rida. Egipcio que era un aliado cercano de Bin Hammam. No ha sido objeto de ninguna denuncia.

* Miembro del Colectivo LoQueSomosOtras notas del autor
En Twitter: @IkaiAlo

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