Principales impactos del terrorismo como problema global en las relaciones internacionales hacia el 2025

Los impactos del terrorismo hacia el 2025, pueden ser muy variados como ya se ha valorado, pero lo más significativo es las posibles variantes que puedan presentarse bajo la influencia de un mundo postpandémico e inclinado a la multipolaridad y a la crisis estructural, política económica y moral del país imperialista más poderoso del planeta.

Por Mario Antonio Padilla Torres

El terrorismo como problema global no se ha valorado con la profundidad que requiere; por lo que se pudiera predecir que los impactos, de este flagelo, se tornan algo impredecible en las relaciones internacionales hacia el 2025

En la revisión bibliográfica no se encontró definición acerca del impacto del terrorismo hacia el futuro. No obstante, después de realizar un análisis exhaustivo del tema se puede referir que el impacto del terrorismo hacia el futuro podría definirse como un efecto de este flagelo a nivel mundial en las relaciones internacionales, provocando terror y pánico; se puede medir a través de dimensiones e indicadores.

Estos impactos hacia el 2025, deben encontrar diferentes complicaciones en las relaciones internacionales por la propia existencia de un capitalismo en crisis, la utilización de la cuarta revolución industrial con fines opuestos al desarrollo de gran parte de la humanidad la continuación de la pandemia de la COVID-19 y la práctica sistemática del terrorismo de Estado.

Este artículo tiene como base una investigación de dos años (hasta el 2021) y en el análisis se tuvo en cuenta la actividad de los principales grupos terroristas de hace dos o tres años y en la actualidad, pero esto no significa que se haya profundizado en sus peculiaridades, estas ideas se concibieron para valorar la problemática del terrorismo de forma global y sus impactos más generales en las relaciones internacionales.

Por lo tanto el objetivo del trabajo que se presenta, está dirigido a: Determinar los principales impactos del terrorismo como problema global en las relaciones internacionales hacia el 2025”, este objetivo se alcanzará con la ayuda de las siguientes dimensiones e indicadores: magnitud (coalición, grupal, individual), extensión (internacional, regional), intensidad (débil, poderoso y equilibrado), duración (corto, mediano y prolongado tiempo), frecuencia (puntual o periódico), esferas de influencia (económica, política, social, cultural, racial, etnología, religiosa y militar), tipo (de Estado, otros).Al mismo tiempo se proyectan las posibles causas y componentes que influirán en los impactos.

Es importante señalar un fenómeno global que está ocurriendo desde de los inicios del año 2020 y que, de forma inesperada, hizo cambiar la vida a todos los países del planeta: apareció una pandemia que “detuvo el tiempo”, se perdieron relaciones, se congelaron otras, las economías casi dejaron de funcionar, el caos social llevó, al miedo, al terror, resurgió el egoísmo en algunos escenarios y se desencadenó un pánico que hoy, después de casi dos años no ha cambiado mucho. Ha empeorado.

Este coronavirus a diferencia de otras pandemias tiene entre sus rasgos distintivos que su brote no está relacionado con guerras o como consecuencia de ellas; sin embargo, sus resultados si pondrían al mundo al borde de una confrontación global o regional. Los desastres en los mercados, la inseguridad nacional, regional y mundial, el elevado nivel de desempleo y su despunte desbastador en la gobernabilidad y consecuencias geopolíticas, son las diferencias que le distinguen de otras grandes pandemias en la historia.

Esta pandemia ha penetrado en la consciencia individual y social describiendo un cuadro inverosímil de la sociedad mundial: los pueblos se tornan sombríos y los gobiernos, en la lucha por comprender lo ocurrido se olvidan de la cooperación, unos por egoísmo, otros por insuficiente preparación para este tipo de fenómeno, aunque otros se acercan para lograr una cooperación mundial, o regional frente a este flagelo.

Se trata también en algunos casos de generar desde dentro hacia la propia población un pánico inducido, cuestión que ha sido significativa en varios países, ¿estaremos ante una nueva modalidad de terrorismo? Los impactos entonces estarían influenciados también por este virus generalizado.

La presentación de un resumen del comportamiento del terrorismo 2018-2021, es necesario para valorar los impactos de este flagelo internacional hacia el 2025 y nos permite observar las posibles diferencias que se pueden establecer dentro de un lustro de permanencia del terrorismo.

I. Resumen del comportamiento del terrorismo 2018-2021

Aunque la intensidad del terrorismo disminuyó en el 2018, su alcance no lo ha hecho, 103 países registraron al menos un incidente terrorista en ese año y 71 de ellos sufrieron al menos una muerte en el mismo. Este es el segundo peor período que se registra en lo que se refiere al número de países que sufren al menos una muerte, y pone de relieve la necesidad de acciones internacionales firmes y continuadas para combatir el terrorismo. (Institute for Economics and Peace 20 de noviembre 2019)1

En 2018 Afganistán reemplazó a Irak como el país más afectado por el terrorismo, con un aumento del 59% en las muertes hasta alcanzar las 7.379. Esta subida estuvo estrechamente asociada a la creciente intensidad de la guerra civil. Se produjo un aumento en muertes tanto en actos terroristas como en el campo de batalla durante la última década a medida que la situación de seguridad continuó deteriorándose. Las muertes totales por terrorismo en Afganistán han aumentado el 631% desde 2008. También, Nigeria, Malí y Mozambique registraron un aumento sustancial de las muertes por terrorismo en 2018; cada uno de estos países tuvo más de 100 muertes adicionales.2 (Institute for Economics and Peace 20 de noviembre 2019)

Además de Afganistán, solo otros tres países registraron un aumento sustancial de las muertes por terrorismo en 2018: Nigeria, Malí y Mozambique. Cada uno de estos países registró más de 100 muertes adicionales.3(Institute for Economics and Peace 20 de noviembre 2019)

En el año 2018 la disminución del terrorismo también estuvo acompañada por una reducción en el impacto económico global del mismo reduciéndose en un 38 % de dólares estadounidenses. Sin embargo, el impacto económico real de este flagelo fue mucho más alto, ya que estas cifras no incluyen los impactos indirectos en las empresas, la inversión y los costos asociados con las agencias de seguridad para contrarrestar el terrorismo. No obstante, en ese año el terrorismo continuó como una amenaza de seguridad global en 71 países. (PRNewswire/ LONDRES, 20 de noviembre de 2019).

Por otro lado, en el 2018 hubo un 58 % de aumento en el terrorismo de extrema derecha por tercer año consecutivo en Europa occidental, Norteamérica y Oceanía. Esta tendencia continuó en 2019, con 77 muertes para finales de septiembre. 4(PR Newswire20 de noviembre 2019)

Steve Killelea, 5 explica los hallazgos: «La investigación de IEP (Instituto por la economía y la paz) halla que el conflicto y el terror patrocinado por el estado son las principales causas de terrorismo. En 2018, más del 95 por ciento de las muertes por terrorismo se producían en países que ya estaban en conflicto. Al combinarse con países con altos niveles de terror político, el número salta a más del 99 por ciento. De los 10 países más afectados por terrorismo, todos estuvieron implicados en al menos un conflicto violento el año pasado».    (Killelea 2019)

Para Norteamérica, Europa occidental y Oceanía, la amenaza de terrorismo político de extrema derecha ha estado creciendo durante los últimos cinco años, con 19 países afectados por ataques en este período. En estas regiones, los ataques de la extrema derecha aumentaron el 320 % entre 2014 y 2018. Esta tendencia continuó en 2019, con 77 muertes atribuidas al terrorismo de la extrema derecha desde principios de año hasta finales de septiembre. “A diferencia del terrorismo Islámico, en el año 2018, ninguno de los responsables reclamó ser miembro de un grupo terrorista organizado, haciendo difícil para las organizaciones de seguridad prevenir dichos ataques”. (Killelea 2019)

También la Revista Credencial de Santander el 15 de febrero de 2019 publicó: “El terrorismo es muy propio (aunque no exclusivo) de las guerras asimétricas e irregulares. Cuando las fuerzas en contienda poseen capacidades militares muy desequilibradas y, por lo tanto, los opositores al régimen no están en condiciones de desafiarlo a través de un enfrentamiento tradicional de tropas, el bando más débil recurre al terrorismo para demostrar su capacidad de desestabilización” (Fundación, 2019)

En el 2018 en un informe enviado a la Naciones Unidas por la Interpol se escribió “Los grupos terroristas incitan a ciertas personas, a menudo jóvenes, a dejar sus comunidades y viajar a zonas de conflicto”. (Interpol, 2019)

En el Atlas mundial, basado en datos de inteligencia policial y en informes oficiales Mark Shaw, director de la Iniciativa Global contra el Crimen Organizado Transnacional declaró en el 2019 “La delincuencia organizada supone un peligro cada vez mayor para la paz, la seguridad y el desarrollo.” “Se ha convertido en un fenómeno de alcance mundial, que está presente en diversos conflictos abiertos en África, el Cercano Oriente y las Américas y que debe tenerse claramente en cuenta en la respuesta frente al terrorismo internacional”. (Shaw, 2019)

Las valoraciones realizadas por diferentes autores y representantes de organismos occidentales entre ellos los mencionados con anterioridad, hacen alusión a que el terrorismo es propio de los conflictos, sin mencionar la existencia de otros aspectos políticos, sociales, económicos, financieros que están implicados en los conflictos internacionales, en las valoraciones se apegan a la relación terrorismo –conflicto, o conflicto- terrorismo. Además, esto es una cuestión dicotómica, porque también se desarrollan actos terroristas en países del primer mundo que no están en conflicto, pero si tienen presente problemas de xenofobia, racismo, fundamentalismo, económicos y sociales de minorías, o han existidos prácticas neocoloniales en países pobres.

Para las organizaciones terroristas, la pandemia ocasionada por la COVID-19 ha sido un espacio de aprendizaje, en tanto esto ha podido apreciarse en dos direcciones: la doctrinal y la pragmática. La primera está dirigida a explicar sobre la base de la Fe el porqué de la pandemia según la cosmovisión de los libros rectores religiosos. La segunda está referida a la proyección de los movimientos hacia donde existe la enfermedad. En general, ambas direcciones consideran que esta pandemia en su desarrollo y devenir, está impregnada de un componente teológico, haciendo alusión específica de que todos estamos en manos de dios.

Es de señalar que la pandemia al parecer ha propiciado que se desarrolle un terrorismo hacia el interior de algunos países recordando así, que vale la pena reflexionar en la teoría demográfica del Malthusianismo, desarrollada por el economista británico Thomas Malthus (1766-1834) durante la revolución industrial; esta teoría hace alusión a que el ritmo de crecimiento de la población responde a una progresión geométrica, mientras que el ritmo de aumento de los recursos para su supervivencia, lo hace en progresión aritmética. Por esta razón, de no intervenir obstáculos represivos (hambre, guerras, pandemias, etc.); el nacimiento de nuevos seres aumentaría la pauperización gradual de la especie humana e incluso podría provocar su extinción – lo que se ha denominado catástrofe malthusiana. (Padilla,2020)

Como se puede apreciar, lo expresado en esta teoría malthusianista guarda estrecha relación con la situación actual que afrontan muchos países ante la pandemia de la COVID 19 y que se ha convertido en un problema global no solo desde la perspectiva biológica por lo que causa la enfermedad, sino también desde la lectura psicológica, política, económica y social. (Padilla, 2020)

A 20 años de que comenzara la operación militar liderada por Estados Unidos en Afganistán tras el ataque del 11 de septiembre, el profesor de la Universidad de Buckingham de Gran Bretaña el experto en defensa e inteligencia Anthony Glees a dijo a Xinhua en una entrevista que «el terrorismo sigue siendo una amenaza muy significativa» para los países occidentales y orientales. Advirtió que lo hecho en Afganistán por Estados Unidos y otros países occidentales «no fue un éxito en los términos» de esas naciones.

«Salimos de Afganistán de tal manera que, en el vigésimo aniversario del 11 de septiembre, los islamistas de todo el mundo pueden afirmar que la guerra que comenzaron en 2001 y terminaron en 2021 fue su victoria. Esa es una consecuencia directa de la forma en que huimos de Kabul», alertó Glees. (Glees, 2021)

Como experto en cuestiones de seguridad e inteligencia, Glees cree que el ataque a las torres gemelas en Nueva York en 2001, así como la rápida victoria de los talibanes en Afganistán, fueron el resultado de las importantes fallas de inteligencia de Estados Unidos.

Como se puede apreciar el terrorismo continuó en época de pandemia, ha ido recuperando su actividad, hay lugares como Afganistán que al parecer tiene su regreso, aunque algunas fuentes hablen o escriban sobre la llegada al poder de otra generación.

Al investigar este fenómeno y como se comportaría como azote universal se fue varios años atrás, se estudiaron fuentes y se valoró la relación del resurgimiento de este flagelo junto al desarrollo de la pandemia que ya va llegando al comienzo de su tercer año.

II. Los impactos del terrorismo en las relaciones internacionales hacia el 2025.

Para poder lograr los posibles impactos hacia el 2025 hubo que desarrollar el estudio de bibliografía de diferentes tipos, entrevistas a académicos, investigadores, docentes y la utilización de métodos prospectivos o estudio de futuro, además de las valoraciones futuristas del autor de este trabajo.

Una vez aplicados los métodos, técnicas y herramientas fue realizada la triangulación, el arte de este método consiste en dilucidar las diferentes partes complementarias de la totalidad del fenómeno y analizar por qué los distintos métodos arrojan diferentes o iguales resultados; ofrece la alternativa de poder visualizar un problema desde diferentes ángulos y de esta manera aumentar la validez y consistencia de los hallazgos.

Se definieron las dimensiones: magnitud, extensión territorial, intensidad, duración, frecuencia, esfera de influencia y tipo. Asimismo, se analizaron los indicadores mediante las formas y esferas; las cuales fueron adaptadas para la presente investigación.

a) Dimensiones e indicadores.

1. Magnitud: Este representa una propiedad que poseen los fenómenos o las relaciones entre ellos, que permite que puedan ser medidos (expresados por números o cualidades expresados en estos). En el caso del terrorismo, las formas de representarse están jerarquizadas según la práctica internacional: coalición por potentes agrupaciones de países, grupal por países más pequeños en poderío o por grupo nacionales que responden a una ideología, credo, grupo étnico, racial o político, no se debe perder de vista aunque se manifieste en menor medida la existencia de este que se representan en las acciones de los “ lobos solitarios”, que de una forma u otra responderán a intereses políticos a pesar de la justificación de argumentos étnicos o religiosos, y de continuar su existencia pueden ser candidatos al ejército de contratistas que ya ha dado su luz en varias partes del mundo.

Indicadores: coalición, grupal, e individual.

2. Extensión territorial:

Es la cantidad de territorio en que pueden imperar las acciones terroristas, estas se podría catalogar como internacional al influenciar de manera estable en las relaciones internacionales o por regiones del mundo.

Indicadores: internacional y regional.

3. Intensidad:

La intensidad del terrorismo se establece por la fuerza con la que este actúe, las destrucciones causadas, pérdida de vidas humanas y traumas ocasionados, es el nivel de fuerza con que se expresa el fenómeno del terrorismo. Lo intenso, por lo tanto, suele hacer referencia a lo vehemente o impetuoso.

Indicadores: débil, poderosa y equilibrada.

4. Duración:

Representa el período de persistencia de este fenómeno internacional que según el tiempo que permanezca; se le cataloga corto (hasta un año), mediano (de uno a tres años), más de tres años ( largo); es decir es: el resultado de durar: perdurar, resistir, permanecer.

Indicadores: corto, mediano y prolongada duración.

5. Frecuencia:

Esta constituye la periodicidad de este problema global que se caracteriza por la ausencia de un período de tiempo determinado, su repetida manifestación o por su permanencia constante. La frecuencia es el número de repeticiones del terrorismo por unidad de tiempo.

Indicadores: Algunas veces, periódico, permanente.

6. Esferas de influencia:

Es la manifestación del terrorismo en las principales esferas de influencia que ocasiona diferentes daños, materiales, espirituales o psicológicos y están representados en la base económica y la superestructura de la sociedad.

Indicadores: económica, política, racial, social, cultural, etnología, religiosa y militar.

7. Tipo:

Es la manifestación de este fenómeno basado en quienes y como la realizan.

Estas manifestaciones pueden ser de diferentes tipos; los más generales se expresan en: terrorismo químico, biológico, bacteriológico, ciberterrorismo, espacial, armado pandémicos hacia fuera y dentro de uno o varios países.

El terrorismo de Estado consiste en la utilización de métodos ilegales por parte de uno o varios gobiernos orientados a inducir miedo o terror en la población civil de otros para alcanzar sus objetivos geopolíticos o fomentar comportamientos que no se producirían por sí mismos.

Indicadores: de Estado y otros

b) Análisis de los resultados y los posibles impactos internacionales.

La dimensión que prevaleció fue la de esfera de influencia donde de ocho indicadorescon los que cuenta esta dimensión, siete de ellos superan al 50%.

Hacia el interior de esta dimensión, el indicador que se destacó fue el de esfera de política representado por el 91 % (11), seguida de la económica, racial y religiosa, representado por el 83 % (10), le continua la social y el militar representado por el 75 % (9), la esfera cultural por el 66,0% (8) y por último la esfera etnológica representado por el 41% (5).

Es de significar que excepto en el indicador de la esfera etnológica, en el resto de los indicadores fueron considerado relevantes en la evaluación que realizaron los expertos acerca de esta dimensión.

Es de señalar que los indicadores de la esfera de influencia no se pueden analizar de forma aislada, entre ellos hay una articulación, por lo que puede existir una hipotética versión que cada una de estas esferas o formas que componen las dimensiones, se fortalezcan dentro del entramado de la política de los países que practican el terrorismo; ambiente peligroso para la estabilidad en las regiones de mayor impacto, los cuales están influenciados por los intereses geopolíticos.

Junto a la política también se destaca la esfera económica lo que significa que se sigue empeorando la estabilidad del desarrollo de los países de mayor impacto; a su vez la repercusión de ambos indicadores estará mediado por la práctica de los problemas raciales y religiosos, los cuales son pretextos significativos de las dos primeras.

La proyección hacia el 2025 no es una quimera, ya se dan señales hoy, que en un lustro no cambiarían mucho, por la fuerza con que se proyectan los indicadores y el corto tiempo para evitar sus impactos.

Le continúa la dimensión de tipo de terrorismo donde predominó el indicador de estado representado por el 91,0% (11), seguida del indicador otros tipos, representado por el 75% (9)

Se puede inferir que a pesar de que se le dio importancia al terrorismo de estado, no se obvia otros tipos de terrorismo y que pueden ir aumentando o mutando según el desarrollo de la cuarta revolución industrial y de posibles cataclismos o pandemias internacionales. (Padilla, 2020)

Además, es de esperar que dada la experiencia acumulada durante el año 2020 el terrorismo pandémico pueda constituir un tipo importante de influencia en las relaciones internacionales, podrá desarrollarse un terrorismo novedoso hacia el 2025, ya probado que se les aplique a algunos países o hacia dentro de otros considerando fundamentalmente el efecto psicológico y económico que puede ocasionar.

Por otra parte, Al Qaeda y el Estado Islámico aprovechan para intentar captar nuevos adeptos para su causa en el «mundo occidental». Destacan que, «Vuestros gobiernos y ejércitos están indefensos y confundidos» ante este «soldado invisible» obra del «poder de Alá», subraya el grupo terrorista, que incide en que la globalización ha traído consigo el que «si alguien estornuda en China, quienes están en Nueva York sufren las consecuencias” “…desde ambas organizaciones terroristas se hace hincapié en rentabilizar “el actual derrotismo de buena parte de la sociedad y aprovechar el abatimiento psicológico” de la gente, incapaz por el momento de encontrar explicaciones a lo ocurrido”. (Padilla, 2020)

La probabilidad de que una organización terrorista logre preparar y ejecutar un ataque bioterrorista de este tipo, en estos momentos es baja, pero su potencial puede depender de tres elementos postpandémicos: la rapidez de renovación de las organizaciones terrorista, la revitalización de las economías principales del mundo y el alcance de las posibilidades de poseer las potencialidades para ejecutar por las organizaciones terroristas un golpe bioterrorista en  la tercera o cuarta ola postpandemia. Esto quiere decir que hacia el 2025 pueden estos grupos fortalecer sus filas y sus estrategias.

Le sigue la extensión territorial, en la que prevaleció el indicador regional representada por el 83% (10) y el indicador internacional representada por el 41 %. (5)

Según la Dra. María Elena Álvarez Acosta, existe probabilidades que hacia el 2025 se presenten los impactos del terrorismo con mayor fuerza fundamentalmente en África, Asia y Medio Oriente. 6 (Álvarez, 2020) idea que se comparte, por los resultados de los estudios que se hicieron de las regiones y sus impactos hacia el 2025.

Otra dimensión fue la de magnitud, en la que se destacó el indicador grupal representado por el 75% (9), seguida del indicador coalición representado por el 50% (6) y el indicador individual representado por el 25%. (3)

Es de significar que, si bien el resto de las dimensiones no fueron mencionadas por un elevado número de expertos, en la intensidad el indicador que prevaleció fue el de equilibrada representado por el 58% (7).

En relación a la dimensión duración prevalecieron los indicadores de prolongado y medio representados por el 66% (8) y 58% (7), respectivamente. Asimismo, en la frecuencia se destacó el indicador de periódica representado por el 66% (8). Es decir, más de la mitad de los expertos consideran importantes estos indicadores al analizar los impactos del terrorismo hacia el 2025.

Las causas y principales componentes del terrorismo son elementos que complementarían el impacto de los indicadores lo cual propicia más información para el análisis. Se presenta a continuación tal valoración que ayudaría a los decisores a comprender y actuar con mayor y mejor aproximación en la toma de decisiones.

Comportamiento de las causas y sus principales componentes que más influirán en el impacto del terrorismo hacia el 2025.

No

Causas

COMPONENTES

1 1

Si

No

2

Si

No

3

Si

No

Si

No

1Divergencias económicasCrisis permanentesXDesarrollo desigualXRegreso de antiguas metrópolisX21
2Oposiciones políticasTipos de gobiernosXTipos de partidosXPresencia de ONGsX21
3Imposiciones religiosasDiversidadXCoacción a las minoríasXInexistencia de políticas religiosasX3
4Diferendos fronterizosCompartidasXEn litigioXInmigración forzadaX21
5Luchas étnicasAcciones desde el pasadoXViolencia hacia las minoríasXInexistencia de política étnicaX21
6Presencia GeopolíticasRegionalXCoaliciónXUn solo paísX3
7Odios racialesPluralidad de razasXIncomunicación racial

X

Práctica de racismo y XenofobiaX3
8Imposiciones violentas militaresPoderíoXViejos conflictosXNuevas alianzasX21
53862195

Fuente: elaborado por el Dr. Padilla. Diagrama de Ishikawa

En esta tabla se recogieron las causas y sus componentes que más influirán en el terrorismo hacia el 2025. Hay tres causas que podrían destacarse hacia el 2025: las imposiciones religiosas, los odios raciales, y presencias geopolíticas.

Hacia el interior de las imposiciones religiosas, la diversidad, la coacción a las minorías y la inexistencia de políticas religiosas fueron componentes valorados influyentes como futura causa de impacto del terrorismo hacia el 2025.

Por su parte los odios raciales estuvieron representados por la pluralidad de razas, incomunicación racial y práctica de racismo y Xenofobia.

La presencia geopolítica es de vital importancia porque durante la aplicación de la técnica y las herramientas se concibe que la presencia geopolítica estará matizada desde el punto de vista de un determinado país, por coalición o de forma regional lo que reafirma el mantenimiento del terrorismo como un problema global y que independientemente de los problemas raciales o de religiones, la causa geopolítica es fundamental, por el componente , político , geográfico , poderío ( inclusive militar) y económico que envuelve esta causa y que está representada en lo fundamental en los países poderosos.

Le continúan las divergencias económicas con componentes de crisis permanentes y desarrollo desigual valorados como influyentes, no así el regreso de antiguas metrópolis. La causa oposiciones políticas tomó como componentes afirmativos los tipos de gobiernos y de partidos, restándole importancia a la presencia de ONGs. También en la causa diferendos fronterizos los sujetos le prestaron mayor atención a los litigios y la inmigración forzada y en menor medida a las fronteras compartidas.

En relación a la causa luchas étnicas los componentes que prevalecieron fueron violencia hacia las minorías y la inexistencia de una política étnica, restándole atención a acciones desde el pasado.

Por último, la causa imposiciones violentas militares estuvo representada de forma favorable por los viejos conflictos y las nuevas alianzas, restándole importancia al poderío.

Las causas están prácticamente en consonancia con sus componentes, representan la mayoría, es decir 19 afirmaciones que fortalecen la presentación de las causas, las cuales hoy prevalecen en su mayoría y pueden tender hacia el futuro, dadas las condiciones que la pandemia del nuevo coronavirus ha marcado durante estos dos años y que aún puede extenderse.

Mediante la triangulación se obtuvieron los siguientes resultados:

1. De forma general el terrorismo es un flagelo global, que se mantendrá en el tiempo mientras existan otros problemas globales, como la hambruna, los problemas migratorios, la lucha entre las potencias imperialistas por el reparto del mundo y los recursos naturales, la ingobernabilidad de los países subdesarrollados, la falta de sanidad pública y el subdesarrollo de la cultura de estos, provocado por la influencia de los países del llamado primer mundo.

2. Los problemas religiosos, étnicos, territoriales continuarán siendo pretextos de acciones terroristas.

3. El financiamiento y abastecimiento logístico militar será un fundamento esencial de la existencia del terrorismo hacia el 2025.

4. El terrorismo de Estado continuará siendo la práctica pública de las grandes potencias y la justificación de la lucha antiterrorista.

5. La práctica del terrorismo a nivel regional será la forma más visible, según los intereses geopolíticos, regionales e internacionales.

6. Los organismos territoriales de lucha antiterrorista tendrán mejores resultados que la propia ONU, dado el nivel de cooperación real entre sus miembros.

Conclusiones.

Los impactos del terrorismo hacia el 2025, pueden ser muy variados como ya se ha valorado, pero lo más significativo es las posibles variantes que puedan presentarse bajo la influencia de un mundo postpandémico e inclinado a la multipolaridad y a la crisis estructural, política económica y moral del país imperialista más poderoso del planeta.

El conflicto sigue siendo el principal motor del terrorismo y de las muertes que ocurren en países que se encuentran en esta situación, pero no es la causa esencial. Cuando se combina con países con altos niveles de terror político, el número aumenta. El terror político implica asesinatos extrajudiciales, tortura y prisión sin juicio previo, significa apoyo financiero, político y logístico a países para que sean gendarmes en regiones, representaciones de coaliciones antiterroristas, pero con intereses hegemónicos, constituye terrorismo de estado de los grandes países imperiales.

Hasta el 2025 el tiempo es corto para eliminar lo expuesto con anterioridad, la época postpandémica puede influenciar a que se agudicen los actos terroristas, el dinero que se ha perdido, la economía devastada, será la clave del crecimiento de este flagelo universal.

Las cifras relativas al terrorismo son conservadoras, ya que no tienen en cuenta los impactos indirectos sobre los negocios y la inversión y los costes asociados a la lucha contra el terrorismo por parte de las agencias de seguridad. Como el terrorismo también conlleva a consecuencias económicas de gran alcance que tienen el potencial de extenderse rápidamente a través de la economía global con ramificaciones sociales importantes, los pueblos querrán ser otros, con mayores desarrollos entonces serán catalogados por los poderosos como terroristas, la circunstancia que se genere después de la crisis postpandémica y en medio de la cuarta revolución industrial, aparecerán nuevas formas de practicar el terrorismo.

Todo indica, que los impactos en las relaciones internacionales, estarán dado bajo el desarrollo de un terrorismo de Estado individual y a veces grupal, en correspondencia con los intereses de países imperialistas, que han sido afectados por la pandemia con más o menos fuerza, lo cual conllevaría a la tendencia de un nuevo reparto mundial con novedosas características aún no bien definidas.

Las organizaciones terroristas continuarán actuando, bajo la égida y el financiamiento de los más poderosos, que buscarán las fisuras en los problemas políticos, económicos, religiosos y raciales que se manifestarán, en algunas regiones del mundo con tradición a la práctica del terrorismo y la existencia de problemas conflictivos de larga data por resolver.

 En general ha resurgido con más claridad durante la pandemia el Malthusianismo, pueblos enteros sufren esta política practicada en momentos de fenómenos significativos para la sobrevivencia de los seres humanos. A esta práctica también se le puede llamar un terrorismo de estado hacia adentro o doméstico y este particular merece un llamado de atención para prever escenarios futuros, y por otro lado tener presente el acecho de grupos terroristas observando las vulnerabilidades de la actuación de los gobiernos, trazando nuevas tácticas que pueden estar presente hacia el 2025.

La conceptualización del terrorismo no está acabada por ningún organismo multilateral, ya sea mundial o regional, los académicos y políticos, lo ven en su mayoría como un problema muy estrecho, sin tener en cuenta, tanto en uno como en otros, que es un fenómeno transdiciplinario, y en otros casos priman los intereses.

 La definición más cercana a una conceptualización de la ONU “reitera que el terrorismo son los actos criminales encaminados o calculados para provocar un estado de terror en el público general, un grupo de personas o personas particulares para propósitos políticos; es considerado un acto injustificable en cualquier circunstancia, cualquiera que sean las consideraciones políticas, filosóficas, raciales, étnicas, o de cual otra naturaleza que puedan ser invocadas para justificarlos” (ONU, 1997). Sin embargo por el comportamiento que se ha manifestado como tendencia, lograr una definición y combate más eficiente puede dudarse que haya una solución a este dilema hacia el 2025, lo cual crearía impactos más severos y polarizados.

 Hoy el terrorismo ha mutado, porque su acción se ha multiplicado en diferentes formas que propician mayores dificultades en su combate, esto debe considerarse por la complejidad de la globalización del desarrollo científico y tecnológico.

El terrorismo de Estado es el caso de mayor presencia. La concientización de este tipo de terrorismo por líderes y grupos de poder ya es una práctica común, lo cual repercute en el presente y transitará hacia el futuro como un peligro en la arquitectura de las relaciones internacionales, donde los países menos desarrollados son los que más sufren este flagelo.

Para cualquier país del mundo a mi consideración los decisores deben tener presente los siguientes elementos valorados en este artículo.

  1. Propicia el conocimiento de un aproximado comportamiento de los impactos del terrorismo internacional hacia el 2025.

  2. Declara las áreas, formas e indicadores más generales que se destacarían hacia el año 2025.

  3. Propone las causas y sus componentes que podrían influir con mayor fuerza en el impacto del terrorismo.

  4. Expone los posibles actores que se manifestarían con mayor claridad en el proceso del impacto del terrorismo hacia el 2025.

  5. Muestra las regiones de posible mayor impacto, por la práctica del terrorismo.

  6. Posibilitará considerar con mayor fuerza el trabajo con los organismos regionales en primera instancia, en el combate antiterrorista, por los diferentes impactos que manifestará el terrorismo incluyendo sus principales causas.

7. Dada la política internacional de los EUA, independientemente la administración que se encuentre en el poder, se estará bajo el asedio de diferentes tipos de terrorismo de estado desde la utilización de “golpes suaves” hasta la violencia en extremo.

8. La práctica del terrorismo con la utilización de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TICs), es ya una vía y se comportará de diferentes matices, acudiendo fundamentalmente a la utilización de las fakenews y a la infodemia.

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  10. Consideraciones psicosociales y de salud mental durante el brote de COVID-19[1]. Disponible en: https://www.paho.org/es/documentos/consideraciones-psicosociales-salud-mental-durante-brote-covid-19

  11. Entrevista telefónica realizada a la especialista en temas de terrorismo la Dra Maria Elena Álvarez Acosta, profesora e investigadora titular del Instituto Superior de Relaciones Internacionales(ISRI) octubre 2020.

  12. Estévez Rams Ernesto.  “El hombre que no quiere aprender.” Periódico Granma, 27 de abril 2020.

  13. (EUROPA PRESS) -12 Abril 2020.

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16. Fernández Rosa, 20 de septiembre 2021. El terrorismo – Datos estadísticos, consultar:

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17.https://www.lavanguardia.com/vida/20200121/473036688941/china-confirma-m…

18. https://www.elmundo.es/ciencia-y-salud/salud/2020/01/21/5e26ae19fc6c83f6…

19.https://www.greenfacts.org/es/amenazas-salud-publica-mundial/amenazas-salud-publica-mundial-

20. LONDRES, 12 sep (Xinhua) Terrorismo sigue siendo amenaza significativa para el mundo 20 años después del 11-S, consultar en:

spanish.peopledaily.com.cn/n3/2021/0913/c31618-9895354.html

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22. Institute for Economics and Peace. 20 noviembre 2019 consultar en: https://www.esglobal.org/la-intensidad-del-terrorismo-disminuye-no-su-alcance/

23. http://www.ideaspaz.org/publications/posts/1728 Fundación ideas para la paz. 2019 Revista Credencial el 15 de febrero de 2019.

24. https://www.interpol.int/es/Delitos/Terrorismo.Boletin de Interpol.

25. Méndez Méndez José Luis. Salvar al mundo del terrorismo. Editora Política, Ciudad de la Habana, 2003

26. Moreno Gimeranez Enrique. “Ocho datos de la Cumbre Virtual del Movimiento de Países No Alineados celebrada este lunes. Periódico Granma 5 de mayo del 2020. 27. ONU La resolución 51/210 aprobada el 16 de enero de 1997.

28.Padilla Torres Mario Antonio Coronavirus y terrorismo. Incertidumbres futuras. https://www.alainet.org/es/articulo/206786

29. ––––––––––––––––––––––– Terrorismo en época de la COVID-19. Revista POLÍTICA INTERNACIONAL No. 7, julio-septiembre de 2020. ISSN 2707-7330, ORCID iD: 0000-0003-2561-6509

30. –––––––––––––––––––––––– Entrevista a la Dra. En C. María Elena Álvarez Acosta, Profesora e Investigadora Titular del Instituto Superior de Relaciones Internacionales (ISRI) inédito.

31. Prieto Jiménez Abel. “Releyendo desde el presente el concepto de Revolución”. Periódico Granma 1/5/2020.

32. Sandoval De Escurdia Juan Martín, Dr. Investigador Parlamentario en Política Social, Lic. Richard Muñoz María Paz Asistente de Investigador” Los indicadores en la evaluación del impacto de programas”

33. Slavoj Žižek. ¡Qué película que estamos viendo en la vida real!www.pagina12.com.ar/visto Martes 21 de abril de 2020

5 Presidenta Institute for Economics and Peace.

6 De la entrevista realizada a la Dra. En C. María Elena Álvarez Acosta, Profesora e Investigadora Titular del Instituto Superior de Relaciones Internacionales (ISRI)

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