El encausado, Taha al J., ha sido declarado culpable de genocidio por comprar una mujer yazidí y su hija de cinco años como esclavas en 2015.
En el primer juicio penal del mundo sobre genocidio cometido contra la comunidad yazidí, el Tribunal Superior Regional de Frankfurt (Alemania) ha declarado hoy a Taha al J. culpable de genocidio y de crímenes de lesa humanidad. Esta es la primera vez que un exmiembro del grupo armado autodenominado Estado Islámico es declarado culpable de genocidio.
El 3 de agosto de 2014, Estado Islámico lanzó una ofensiva contra la región de Sinjar, en el norte de Irak, y cometió masacres en gran escala contra la población civil en las que perpetró homicidios masivos, violencia sexual, tortura y esclavización. Más de 5.000 personas murieron y más de 400.000 fueron desplazadas de sus hogares. Hasta la fecha, más de 2.800 mujeres, niños y niñas yazidíes siguen cautivos de Estado Islámico o continúan en paradero desconocido.
El encausado, Taha al J., ha sido declarado culpable de genocidio por comprar una mujer yazidí y su hija de cinco años como esclavas en 2015. El Tribunal Superior Regional de Frankfurt sostuvo que Taha al J. —como miembro de Estado Islámico—, con la compra de las dos mujeres yazidíes y su esclavización, tenía la intención de eliminar a la minoría religiosa yazidí. El encausado castigó a la niña yazidí esposándola a una ventana en medio de un calor asfixiante y sin protección del sol, y dejándola morir delante de su madre. Taha al J. fue declarado, por tanto, culpable de genocidio, crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra.
“El histórico veredicto de hoy confirma por primera vez en una sala judicial que los actos de Estado Islámico contra la comunidad religiosa yazidí en el norte de Irak constituyen un crimen de genocidio. Sobrevivientes que intervinieron en la causa pusieron de relieve con terribles detalles el carácter sistemático del exterminio de yazidíes en Irak”, afirmó Meike Olszak, experta en Derecho Internacional Penal de Amnistía Internacional Alemania.
“Siete años después de perpetrado el genocidio, ya era hora de avanzar en la lucha contra la impunidad por crímenes contra la comunidad yazidí y de que se hiciera justicia para las víctimas”, dijo, por su parte, Pari Ibrahim, sobreviviente yazidí iraquí, “pero la sentencia sólo puede ser un principio, debe haber más actuaciones judiciales para averiguar la verdad de los graves crímenes cometidos contra mi comunidad religiosa”.
El juicio fue destacable en varios aspectos. También es el primer juicio que se basa en el principio de jurisdicción universal que juzga crímenes de derecho internacional cometidos en otro país por un perpetrador que no es ciudadano alemán y que sólo fue extraditado a Alemania en virtud de una orden de detención internacional.
“El proceso de Frankfurt es un paso importante, pero hacen falta más juicios, y en concreto sobre violencia de género, como violaciones masivas, matrimonios forzados y otras formas de violencia sexualizada”, concluyó Alexander Schwarz, experto en Derecho Internacional de Amnistía Internacional Alemania.
El juicio contra Taha al J. en Frankfurt comenzó en abril de 2020. El grupo de coordinación alemán de Derecho Penal Internacional asistió como observador a las actuaciones ante el Tribunal Superior Regional de Frankfurt desde que comenzaron.
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