PP-PSOE o la democracia secuestrada

Por André Abeledo @loboroxo | Ilustración de El último mono @_elultimomono 


Ha sido un vergonzoso espectáculo ver como las cúpulas del PP y del PSOE se ponen de acuerdo para burlar la voluntad popular.

Mariano Rajoy con la ley del «mínimo esfuerzo», pues solo tuvo que esperar sentado a que el PSOE recibiese órdenes de la oligarquía y le diese la presidencia con su indefendible posición, desde un punto de vista moral e ideológico, de dar el voto de abstención para que el PP pueda seguir gobernando.

En el PSOE Pedro Sánchez lo tenía muy difícil cuando quiso mantener un mínimo de coherencia, cuando intento buscar una alternativa a los planes de la élite del partido para que todo quedase igual, al intentarlo Sánchez sello su destino y se lo cargaron al estilo «El Príncipe de Nicolás Maquiavelo«, pero en este caso lo preocupante también es que en este país hacer lo correcto pueda verse como algo heroico y no como lo normal.

Es un hecho gravísimo que marcará un antes y un después en la historia de esta democracia de partidos, una democracia cuyo Parlamento ahora está a años luz del pueblo, una pseudodemocracia que desprende ahora más que nunca un tufo a profunda y galopante descomposición.

Una vez más por orden de sus amos, que son los que ponen la pasta y pagan los sueldos, los medios de comunicación intentan jugar su papel de manipulación, intoxicación y lavado de mentes para convencernos de la normalidad que supone este acuerdo entre partidos supuestamente antagónicos, dirigentes que en el caso del PSOE han dado la espalda a sus votantes y sus militantes, pero esta vez no van a tener fácil los «vendedores de humo» argumentar convincentemente esta noticia basura para que el pueblo se la trague.

Porque el truco de «trileros tramposos» que ha conseguido hacer a Rajoy presidente, ha sido tan obvio, tan burdo y tan torpe que lo han visto todos con claridad, hasta los que prefieren cerrar los ojos se han visto superados por la ridícula inconsistencia de los argumentos y discursos con que se defiende el acuerdo PP-PSOE desde los medios de desinformación y la tribuna parlamentaria.

La única parte positiva, por llamarla de alguna manera, es el hecho de que una vez perdida la inocencia y también la poca confianza que nos quedaba en quienes nos han traicionado una y otra vez, en los políticos que además con la mayor desfachatez dicen traicionarnos por nuestro bien, gracias a ellos y a su patética maniobra de golpe palaciego podemos por fin entender que nuestros intereses de clase no son los mismos que los de la oligarquía y que los mamporreros y los criados de los poderosos no pueden representarnos en las instituciones, llegó el momento de que entendamos la necesidad de organizarnos y de recuperar la conciencia de clase.

Ahora es el momento y tenemos derecho a tomar las calles para denunciar lo que es una maniobra de la oligarquía para conservar el poder, lo que no es más que un golpe para poder seguir recortando nuestros derechos, para poder seguir vendiendo nuestra soberanía nacional y pisando nuestra dignidad como pueblo trabajador.

Ante una democracia secuestrada tomar las calles en señal de protesta no solo es legítimo sino además necesario.

El parlamento hoy está aún más lejos del pueblo al que debe representar.

1 Comment

  1. Acepto que el Gobierno que se constituya está lejos de sentir y saber lo que sentimos los ciudadanos de a pie, ya que sale de una clara prostitución de lo que deberia ser la representatividad real; pero no es de recibo afirmar lo mismo del Congreso. La cámara está formada por los representantes que elegimos con nuestros votos y por tanto representa las opiniones y tendencias políticas de todos los que tenemos derecho a votar.

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