Arabia Saudí pide la pena de muerte para la activista Israa Al-Ghomgham. Llamada internacional a la liberación de los defensores de #DDHH detenidos

Teresa Domínguez

Actualización 24 agosto: Agradecimiento de la familia, la noticia en The Times.

The Globe and Mail: A pesar del conflicto diplomático el Gobierno de Canadá se mantiene en su crítica a Arabia Saudí.

La noticia en New York Times David D. Kirkpatrick.

Actualización 23 agosto: «Arabia Saudí quiere dar un ejemplo con la ejecución de la activista» dice su abogada Zena Tahir en una entrevista Human Rights research associate MA Human Rights Law en 

«Los fiscales de Arabia Saudí piden por primera vez la pena de muerte para una activista.» Entrevista a Hiba Zayadin investigadora de Human Right Watch, human rights issues in the Middle East and North Africa.

Actualización 22 agosto: La Ministra de Asuntos Exteriores de Canadá Chyrstia Freeland «extremadamente preocupada» por cómo Arabia Saudí pide la pena de muerte para la activista Israa al-Ghomgham.

La noticia en ReutersLa noticia en Guardianen Business Insider, en The Independenten BBC News,

Rectificación de tercera Información

Actualización 21 agosto 18:00H: HRW Human Right Watch se hace eco de la noticia: «Saudi Prosecution Seeks Death Penalty for Female Activist. First Woman Facing Execution in Trials of Shia Protesters».

Actualización 21 agosto 10:55h: siguiendo las súplicas de ayuda social del padre de  después de que se le pidiera pagar cantidades exorbitantes por un abogado, muchos letrados saudíes han ofrecido sus servicios de representación de manera gratuita. La segunda sesión judicial de Israa está programada para el 28 de octubre de 2018. Israa forma parte de un juicio conjunto a ella y a 5 personas más, incluido su marido. pesar de ser una activista pacífista, y pro-demócrata, Israa está siendo procesada bajo las leyes antiterroristas de 2017. Los cargos presentados contra ella incluyen: ‘Participación en congregaciones y protestas, creando una cuenta en youtube llamada ‘Qatifyah’ y por compartir videos de personas que murieron en enfrentamientos de seguridad y huyeron a Irán por miedo a ser arrestados. (Fuente @ZenaRights)

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Distintas fuentes (también esta de Tercera información) afirmaron que la activista por los derechos humanos y de minoría Shií Israa al-Ghamgam fue decapitada este domingo. Lo atestiguaban numerosos testimonios y un supuesto vídeo que circula por las redes del momento de la ejecución, pero que es una grabación que emite imágenes de otra ejecución de una mujer birmana en 2015. El gobierno Saudí no ha confirmado el hecho. La realidad es que Middle East Eye, solo afirma la condena sin ratificar, y a cinco personas más de su entorno. Su delito: pedir el fin de la discriminación sobre los chiíes y la libertad de los presos de consciencia. El próximo 28 de octubre será la segunda vista del juicio.

European Saudi Organisations of Human Rights se hace eco de la petición de sentencia de muerte de la fiscalía el 15 de agosto, pero no de su ejecución. El primer juicio de la corte de Israa comenzó el 2 de agosto de 2018 sin un abogado. Fue entonces cuando la Fiscalía pidió el castigo de la pena de muerte contra ella. Y se aplaza el juicio al mes de octubre. ESOHR publica otro artículo dos días después en el que informa de las 51 personas en espera de ser ejecutadas en el Reino. De hecho 31 de ellas son menores o lo fueron cuando fueron sentenciados, a la espera de la firma del rey, entre ellos:  Ali Al-Nimr, Dawood AlMarhoon, Abdullah Alzaher, Abdulkareem Alhawaj, Mujtaba Alsuwaiket, Salman Al Quraish, Saed Al-Skafi y Abdullah Al Sareh.

 

A principio de mes escribimos un artículo  en el que informábamos de las nuevas detenciones de Samar Badawi () y a Nassima al-Sadah (), también de la minoría Chií. Las dos últimas víctimas del gobierno Saudí contra el movimiento por los derechos de las mujeres y las minorías. Las autoridades saudíes intensificaron las detenciones y procesamientos de activistas desde principios de 2017. Sin embargo la ofensiva mayor comenzó unas semanas antes (15 de mayo) del levantamiento de la prohibición de conducir a las mujeres el 24 de junio, con el fin de detener y silenciar las voces disidentes, con un resultado de casi una veintena de activistas detenidas.

Cualquier disidencia pacífica, ya sea pasada o presente, es considerada por el Reino del príncipe heredero Bin Salman como una amenaza a su gobierno autocrático. El gobierno saudí considera la defensa de los derechos humanos, o de las mujeres, como una traición, estar en contacto con organizaciones de derechos humanos, medios de comunicación independientes y transparentes, y con embajadas y países para mejorar los intereses de su propio país y sus ciudadanos, es una afrenta al país y una traición al estado.

De acuerdo con todas las leyes humanitarias, particularmente el ICCPR; la privación de la libertad sobre la única base de ejercer pacíficamente el derecho de opinión y expresión y la defensa de los derechos humanos a través de ella se considera arbitraria e ilegal y una abyecta violación de los derechos fundamentales. Israa al-Ghamgam estaba amenazada de muerte solo por defender los derechos humanos y hablar públicamente sobre el deterioro de las violaciones de los derechos humanos en Arabia Saudí. Todo esto mientras propagan las reformas de “Visión 2030”, un proyecto “moderno” diseñado para despojar al Reino de su dependencia del petróleo, con una medida estrella como la de «permitir conducir a las mujeres», mientras estas mismas mujeres están sujetas a un sistema de custodia, a la necesidad del permiso masculino para salir de casa, o realizar cualquier acto cotidiano. Todo esto mientras abren centros de detención, cárceles específicas para las mujeres que violen las leyes de tráfico.

 

Entre otras: Loujain al-Hathloul, Aziza al-Yousef, Eman al-Nafjan, Nouf Abdelaziz, Mayaa al-Zahrani, Hatoon al-Fassi, Samar Badawi, Nassima al-Sadahjunto a los partidarios del movimiento: Ibrahim al-Modaimeegh, un abogado; Abdulaziz Meshaal, un filántropo; y Mohammed Rabea, un activista social.

No deja de ser una perversión que Arabia Saudí presida el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas y ocupe un cargo en el Consejo de Mujeres de la ONU hasta 2022. Un lavado de cara que no se extienden a abordar la libertad de las mujeres y niñas, del sistema de custodia inhumano, de la falta de libertad de expresión, de la injusticia de que ni se tipifique la violencia doméstica, de la miserable esclavitud a la que están sometidas laboral o sexualmente muchas de ellas, el uso de la pena capital por parte del reino y la falta de libertad de expresión del país. 

Ante esta violación de los derechos fundamentales se solicita a la Comunidad Internacional, ONU, UE y organismos pro Derechos Humanos exija al Gobierno Saudí la inmediata liberación de Israa Al-Ghomgham, junto al resto de personas activistas encarceladas.

 

        #FreeSaudiActivists

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“No seré una mujer libre mientras siga habiendo mujeres sometidas”

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