¿Por qué Operación Triunfo es machista?

Por María Sánchez Arias

Operación Triunfo ha pretendido ser un formato feminista y LGTBI+. Sus concursantes, ya sea en el directo o en la gala, crean debates, usan el femenino genérico o defienden determinadas tesis feministas. Asimismo, son partícipes de polémicas relacionadas con conceptos homófobos. Ahora bien, más allá de la relevancia lingüística del feminismo en Operación Triunfo, ¿qué hay de los actos no simbólicos. que vayan a la raíz y no se circunscriban a la enunciación de discursos manidos? Esto es, que impliquen inercia y movimiento, que cuestionen y agiten los cimientos de la estructura social heteropatriarcal. Un par de ejemplos:

El primero es la actuación de Natalia y Alba. La edición, más bien, el equipo directivo y los productores han decidido aumentar los rumores sobre una supuesta relación entre ellas. Para ello decidieron juntarlas en un dúo y prepararon un tema de Britney Spears, Toxic. La interpretación, así como la escenografía, fue realizada con la intención de que “incendiarán el plató” y “calentasen al público”. Natalia propuso cambiar el “he” por “she”. El programa le denegó el cambio, aunque al final ella decidió usar “she”. No obstante, ¿por qué al tratarse de una relación entre mujeres el programa optó por la hipersexualización de ambas y la connotación erótico-sexual en vez de por el lado más emocional y sentimental de la posible relación? En pasadas ediciones, como en el caso de Alfred y Amaia, Aitana y Cepeda o, también, Raoul y Agoney, se decantaron por temas e interpretaciones que destacaban la relación sentimental por encima de la posible relación sexual. ¿Por qué solo el programa usa el sexo cuando se trata de la relación de dos jóvenes atractivas y con la misma orientación sexual, bisexual? La relación lésbica dispuesta para el hombre heterosexual es abiertamente machista y homófoba. ¿Por qué celebramos un número así, cuando no es más que la repetición de los esquemas heteropatriarcales? ¿Por qué un programa que decide ser revolucionario y que pretende ser un referente feminista y LGTBI+ recurre a estos tópicos violentos e invisibilizadores? ¿Por qué este número no lo hicieron dos hombres de la edición: Miki y Famous?

El segundo y, quizá menos evidente, todas las concursantes de género mujer salen, en todas las galas, maquilladas, y normalmente con taconazos y vestido. Los hombres, en cambio, salen en traje y chaqueta, con el maquillaje justo para evitar los brillos y obviamente sin tacones ni minifaldas. Noemí Galera, la directora de la academia, les instaba a que en los pases de micros llevasen tacones para acostumbrarse a bailar con ellos puestos. Las primeras, depiladas; los segundos, no es necesario. De hecho, el año pasado en una de las galas, una miembro del jurado, Mónica Naranjo, fue exhibida por el presentado para que enseñará su tipito y su vestido. El resto de los miembros del jurado, hombres, no dieron media vuelta. También podríamos hablar de algunas actuaciones, como la última de uno de sus concursantes, Carlos Right y Tip Toe.

Operación Triunfo es machista, sí, como cualquier producto comercializado con visos económicos. Que use el discurso feminista en algunos puntos para desvincularse o diferenciarse de otros formatos es una práctica común de la publicidad y del marketing. Anuncios que inciden en la fuerza o el poder de la mujer, imágenes de niñas o eslóganes que aluden a la capacidad de decisión autónoma de las jóvenes. Ahora bien, esto no se debe a que la publicidad haya decidido ser feminista, sino que responde a lo que el público exige de ella, pero sin alterar, en verdad, el esquema heteropatriarcal. No es que el equipo directivo haya realizado una lectura feminista y de género y se haya dado cuenta de la injusticia de los estereotipos, sino que sabe que usa la categoría de “mujeres” o el anuncio, programa o producto no va a ser tan viral, tan llamativo o destacado.

De igual modo, Angela Davis, en una conferencia dada en España hace unos meses, hablaba de aquel feminismo que solo tenía en cuenta a las de arriba, a aquellas que les bastaba con estirar un poco más la mano y romper el techo de cristal. No podemos comparar a las concursantes de OT, que, si bien no es que sean ricas, pero que sí aspiran a convertirse en algo similar mediante la música, con una mujer sudamericana del barrio de San Cristóbal (uno de los barrios más pobres de Madrid) que friega suelos por cinco euros la hora. El feminismo mercantilista y, en consecuencia, no feminista, no se acuerda de ellas porque no les interesan, porque no les van a poder vender nada y, entonces, vuelven a ser invisibilizadas. Se trata, pues, de un simulacro feminista, vacío de contenido y cuyo único fin es el beneficio económico.

Pero el problema no es que OT no sea feminista, que no lo es, sino que nuestros referentes sean concursantes de Operación Triunfo, que el espejo en el que nos miremos como sociedad la representen 16 jóvenes. Esto lo dijo Bob Pop, con el que ciertamente disiento en muchas cosas, pero que en este caso he de darle la razón. Hemos banalizado y simplificado la lucha política y social hasta tal punto que hemos dejado que el capitalismo lo comercialice y envase para nuestro consumo. A golpe de tweet, de vídeo o de post creemos que el mundo está cambiando, que el capitalismo ha decidido ser más igualitario, pero no, las mujeres pobres no-occidentales siguen sufriendo igual, aunque ahora estampen la cara de Aitana y Ana Guerra en camisetas donde pone Yo ya no quiero un chico malo.

Deberíamos repensar el modo de combatir, de dónde situar nuestros referentes, cómo hacer visibles nuestras reivindicaciones y qué feminismo queremos. Uno que busque la abolición del género, de las desigualdades, combativo y transversal u otro al que le baste con hablar de las “mujeres” atribuyéndoles características esencialistas y manidas. De igual modo, debiéramos entender que Operación Triunfo es un producto comercial como otro cualquiera y que su único fin es entretener, no ser el detonante de un cambio político y social.

2 Comments

  1. si presentaron la relacion de entre ellas dos como algo mas erotico que sentimental
    es para cosumo machista , al cual le gusta la libertad de las mujeres solo para placer del macho
    y hasta ahi de libertades para la mujer
    Ademas asi, la relacion de ellas ha quedado como una aventurilla, que el amor de verdad es el hetero y por eso en las otras ocasiones si se ha presentado mas reforzando lo sentimental.

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