¿Podrá Netanyahu sobrevivir al cambio de postura de Trump respecto a Irán?

La inesperada adopción de la diplomacia por parte de Trump con Irán ha desequilibrado a Netanyahu y ha dejado al descubierto grietas en la “relación especial” entre Estados Unidos e Israel.

Por Ramzy Baroud | 19/04/2025

Como es habitual, el presidente estadounidense Donald Trump ha dado a todas las partes suficientes puntos de discusión para inclinar el argumento a su favor.

En su reunión en la Casa Blanca con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, el lunes, repitió su idea de “llevar a la gente, a los palestinos, y trasladarlos a diferentes países”, pero también insistió en que le gustaría “ver que la guerra se detenga”.

Esta no fue la única declaración contradictoria en la visita de Netanyahu, o mejor dicho, en la citación de Trump al Despacho Oval. Las contradicciones han afectado prácticamente a todos los temas abordados por el presidente estadounidense.

Por lo tanto, algunos comentaristas árabes de Oriente Medio han señalado acertadamente el hecho de que Trump ha redoblado su apoyo al genocidio israelí en Gaza.

Por su parte, los comentaristas israelíes hablaron de la «vergüenza», la profunda «decepción» e incluso el «shock» que sintieron Netanyahu y su equipo cuando descubrieron que Trump estaba manteniendo «conversaciones directas» -indirectas desde el punto de vista iraní- con Teherán en Omán, a partir del sábado.

Nosotros, en Palestine Chronicle, también nos sentimos tentados a ir más allá de la visita no programada previamente y de la extraña conferencia de prensa, como si fuera otro episodio lleno de las travesuras de Trump y su confusa política exterior.

Sin embargo, algunos puntos merecen una pausa:

En primer lugar, se le pidió a Netanyahu que viajara a Estados Unidos durante su visita a Budapest, la capital húngara. Esto no es habitual, ya que Netanyahu suele tener tiempo suficiente para preparar dichas visitas y utilizarlas en su campaña de propaganda para demostrar su importancia para la agenda estadounidense en Oriente Medio y otros lugares.

En segundo lugar, el hecho de que a Netanyahu no se le permitiera posponer la reunión apunta al elemento de urgencia y seriedad por parte de los estadounidenses y a su percepción de Netanyahu como líder de un estado inferior, no como un socio igualitario.

En tercer lugar, la declaración de Trump de que ya se han programado conversaciones «directas» con Irán y, según medios israelíes, Netanyahu fue sorprendido durante la conferencia o lo supo solo unos minutos antes. Esto es prácticamente inédito en las relaciones entre Estados Unidos e Israel, especialmente en los últimos años.

En cuarto lugar, es un hecho sorprendente que Trump —la misma persona que rompió unilateralmente el acuerdo nuclear con Irán en 2018— lidere ahora el impulso para el diálogo con Irán. Netanyahu debe estar furioso y ciertamente confundido, sabiendo que su mayor logro en política exterior hasta la fecha ha sido la destrucción del acuerdo nuclear entre Occidente e Irán.

En quinto lugar, aunque no lo haya declarado, Netanyahu también debe darse cuenta de que el diálogo y un posible acuerdo con Irán significarían el enfriamiento de todos los frentes que involucran a Irán, incluidos los conflictos con los principales aliados de Irán en la región (Ansarallah en Yemen, Hezbollah en el Líbano, las milicias iraquíes en Irak), pero más importante aún, la Resistencia Palestina.

En sexto lugar, Netanyahu, a diferencia de su visita anterior o de todas las demás visitas pasadas, regresó a Israel sin proclamar una sola victoria, ni siquiera una simbólica, que le permitiera dar una vuelta triunfal, burlarse de sus detractores y asegurar a su coalición de gobierno que él es el líder indiscutible de Israel.

Todos estos puntos, por supuesto, están sujetos a los caprichos de Trump y su naturaleza contradictoria. Si Netanyahu no logra persuadir a la administración estadounidense para que retome la senda de la confrontación, y si Trump insiste en avanzar con el nuevo discurso, Netanyahu podría encontrarse lidiando con una realidad política desconocida para él, cuyas consecuencias serían nefastas para su agenda genocida.


Ramzy Baroud es periodista y editor de The Palestine Chronicle. Es autor de seis libros. Su último libro, coeditado con Ilan Pappé, se titula «Nuestra visión para la liberación: Líderes e intelectuales palestinos comprometidos se pronuncian». El Dr. Baroud es investigador sénior no residente del Centro para el Islam y Asuntos Globales (CIGA). Su sitio web es www.ramzybaroud.net

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