Podemos no sustituye la protesta

Por Francisco Gallego


Desde el nacimiento de Podemos como partido político, una de sus mayores preocupaciones ha sido como encajar en el sistema, dicho de otra forma, como definirse políticamente y trasladar eso a sus votantes. Así es como hemos visto a personas que militaban en organizaciones comunistas como Izquierda Unida (quizás sea exagerado llamarles comunistas en estos momentos), dar pasos hacia la derecha, primero hacia el socialismo y actualmente abrazando la socialdemocracia. Esto ha conllevado que este partido reciba críticas desde ambos extremos. Desde la derecha se les llama revolucionarios, comunistas peligrosos y otra serie de adjetivos propios de ese pensamiento. Precisamente desde verdaderos movimientos y personas comunistas y de izquierda, lo que se crítica con mayor fervor es la moderación progresiva vivida por el partido.

Efectivamente Podemos y sus líderes se han moderado, pero esa moderación es obligada no nos engañemos. Son tipos inteligentes y saben que aunque ellos (creo que en su inmensa mayoría) son comunistas, esa palabra es un lastre en unas elecciones. La utilización por la derecha de la palabra comunismo como algo peyorativo tiene mucho, o todo que ver en esto, algo que cualquiera puede deducir. El razonamiento final es que Pablo Iglesias, comunista, ha tenido que renunciar al comunismo para tener más opciones de llegar al poder y así poder cambiar las cosas. Eso nos lleva a una obvia incongruencia, es decir, se pretende el encaje en el sistema político, virando a una “izquierda” socialmente aceptada, para intentar cambiar cosas del sistema.

Por este motivo Podemos no pasará de ser el siguiente elemento corrector del sistema capitalista, como a lo largo de la historia lo han hecho otros, que con el paso del tiempo y su preocupación por encajar y ser amable al sistema se han convertido en auténticos traidores de la izquierda, he ahí el PSOE. Por este motivo también, por tener que amoldarse al sistema para implementar alguna de sus políticas, una revolución o cambio de sistema, algo que cualquiera que se considere comunista o de izquierda anhela, jamás podrá llegar desde Podemos ni de ningún partido político. Debe ser el pueblo el que siga luchando por sus derechos, el que siga protestando contra las injusticias del sistema, contra la pobreza, la desigualdad, las guerras, el hambre etc, pero debe hacerlo en la calle. La peor crítica que se le puede hacer a Podemos es que sirvió para trasladar el descontento y la protesta de la ciudadanía en las calles de nuestro país a las instituciones.

Podemos puede hacer que vivamos mejor, de eso estoy seguro, pero con Podemos seguiremos teniendo capitalismo, ese es el verdadero problema, y desde luego no nos desharemos de él con un partido político que se modera porque le tiene miedo.

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