«Abrazado a tu cuerpo como el tronco a su tierra,
con todas las raíces y todos los corajes,
¿quién me separará, me arrancará de ti, madre?»
Miguel Hernández.
Luis Miguel Sánchez Seseña
La despoblación de las zonas rurales y el abandono de actividades tradicionales en el campo, es un problema de gran calado a nivel mundial, como reconoce la ONU en sus informes. En España, cerca del 80% de la población vive en áreas urbanas. con una mayor concentración territorial que en otros países como Italia, Alemania o Francia. Junto con el descenso de la población del campo y las zonas rurales, también existe el riesgo de despoblación, es decir, la tendencia a que en un futuro esa España deshabitada se extienda. Según el Informe Anual de 2020 del Banco de España, un 42% de los municipios españoles están en peligro de que esto ocurra. Asturias y Castilla y León son de las comunidades autónomas más afectadas por el abandono de población de sus municipios: más del 85% de sus municipios tenían en 2020 menos población que la que registraban en 1996. Tras ellas, Extremadura y Aragón son los territorios en los que un porcentaje más alto de municipios han visto mermados su población.
Los antecedentes están claros. A partir de los años sesenta del pasado siglo, en España comenzó el éxodo masivo del campo hacia las ciudades, y en el transcurso de estos años, las regiones del interior han sufrido una hemorragia demográfica de tal calibre y profundidad que no sólo ha diezmado provincias enteras, sino que ha condenado a la desaparición a miles de pueblos, convertidos en ruinas fantasmales.
El 25 de mayo de este año, diferentes plataformas ciudadanas y entidades sociales que conforman la Revuelta de la España Vaciada, junto al diputado Tomás Guitarte, de “Teruel existe”, presentaron en el Congreso de los Diputados el Modelo de desarrollo de la España vaciada propuesto frente al reto demográfico, para afrontar el reequilibrio territorial, la despoblación y la crisis funcional del medio rural y las pequeñas ciudades. Una España Vaciada que representa el 70% del territorio nacional, donde viven 6 millones de personas.
Las 80 plataformas con más de 160 organizaciones de 28 provincias que integran la Revuelta de la España Vaciada han elaborado una estrategia de desarrollo para la supervivencia del medio rural que incluye medidas como un Pacto de Estado y otro Autonómico contra la despoblación, y el denominado Plan 100-30-30.
El desarrollo rural se debe sustentar sobre la diversificación económica, el bienestar social y la conservación del medio ambiente. Sobre estas bases, el modelo que han diseñado, plasmado en un documento con más de 330 páginas que desarrollan 101 medidas, está elaborado «de abajo a arriba», al contar con la participación de expertos en distintas materias de las asociaciones del medio rural integrantes de la mencionada plataforma. El informe está dividido en 8 secciones (modelo, reformulación de políticas, cohesión social, infraestructuras y energía, motores de desarrollo, el sector primario, cultura e investigación, y economía, seguridad y vivienda), que son las mesas desde donde han trabajado los ciudadanos, las diferentes temáticas y ámbitos que se desarrollan.
Así, el “Plan 100-30-30” considera imprescindible que todos los pueblos dispongan de acceso a Internet a una velocidad mínima de 100 Mb, estén a un máximo de 30 minutos de viaje para el acceso a servicios sanitarios, educativos, sociales y de seguridad ciudadana, y a 30 kilómetros de una red viaria de alta capacidad.
En definitiva, una apuesta decidida por asentar población desde el ámbito del bienestar, el mantenimiento y la creación de servicios en el medio rural, y propuestas sobre infraestructuras para vertebrar la España Vaciada con el resto del país. En este sentido, el ferrocarril es un elemento esencial en la articulación del territorio: convencional, pero con velocidades competitivas; de uso mixto para pasajeros y mercancías; público, ecológico y social.
Por otra parte, la utilización de la energía solar fotovoltaica y eólica para la electrificación del medio rural sólo presenta ventajas. Los sistemas de energías renovables podrían mejorar considerablemente la atención médica y los servicios escolares, el suministro de agua para consumo humano, para irrigación y abrevaderos, así como para la preparación de alimentos y su refrigeración, servicios veterinarios, comunicaciones y turismo. Además, también ofrecen posibilidades en el ámbito de las actividades no agrícolas (restauración, actividades técnicas, deportivas y artesanales, ocio, etc.). La aplicación de las energías renovables supone un ahorro energético para las empresas agropecuarias, turísticas, y otras pequeñas y medianas empresas instaladas en el medio rural.
Además, este tipo de energías son generadas a partir de recursos locales, asegurando el abastecimiento eléctrico en zonas dispersas y alejadas de la red de distribución convencional. Se trata, por tanto, de generar nuevas infraestructuras y servicios energéticos, y aumentar la autonomía electrica de estos territorios. Asimismo, la biomasa es una de las grandes alternativas olvidadas: genera empleo y garantiza la recogida de material procedente de las podas y limpiezas en el campo, con lo que se convierte por sí misma en una eficaz colaboradora en la lucha contra el fuego.
En otro orden de cosas, entre las propuestas del Plan hay algunas marcadamente ambiciosas, como lograr cambiar el artículo 138.1 de la Constitución para que, al igual que hace referencia a la insularidad a la hora de aplicar el principio de solidaridad, cohesión y equilibrio adecuado y justo en el territorio español, se mencione también y específicamente al medio rural.
- CE El Estado garantiza la realización efectiva del principio de solidaridad consagrado en el artículo 2 de la Constitución, velando por el establecimiento de un equilibrio económico, adecuado y justo entre las diversas partes del territorio español, y atendiendo en particular a las circunstancias del hecho insular.
Figuran, igualmente, medidas como la fiscalidad diferenciada para promover el asentamiento de empresas e industrias en el medio rural o la incorporación del impacto rural en la nueva normativa que se elabore. Históricamente esta herramienta – incentivos fiscales y cotizaciones sociales diferenciadas- ha sido utilizada para repoblar y hoy es una obligación aplicarla a las empresas, a los particulares y a otras organizaciones (cooperativas, ONG, etc.) que viven, o puedan hacerlo, en estos territorios.
De la misma forma, es preciso i dentificar diferentes infraestructuras y recursos variados, actualmente desaprovechados o abandonados (minicentrales hidroeléctricas, edificaciones de gran valor histórico, productos de elaboración local, etc) que permitan seguir buscando soluciones para su reactivación y que eviten las graves consecuencias económicas y sociales: paulatina desaparición del sector agropastoril, abandono de campos, matorralización de prados y bosques, aumento de la erosión, pérdida de biodiversidad, predisposición a incendios, en definitiva, deterioro del medio natural.
A nivel Autonómico, el documento reclama de las CC.AA. que no se saque a los profesionales sanitarios del territorio rural y se garantice que todas las localidades tengan acceso al médico al menos una vez a la semana para que sean los profesionales sanitarios y no los pacientes los que se desplacen.
Aspectos educativos, medioambientales, normativos o de cohesión social también están abordados en la propuesta de la España Vaciada para generar oportunidades de desarrollo y reequilibrio territorial. De esta forma además de invitar a la repoblación, se fomenta la llegada de habitantes, sobre todo jóvenes, que puedan traer niños a estos municipios. De la misma manera, se debe incentivar el emprendimiento con la promoción de proyectos de coworking y coliving, Centros formativos y profesorado ligado al medio rural, agentes forestales, farmacias on-line, servicios financieros “itinerantes”, etc. (Según un reciente estudio del Banco de España, la mayoría de estas poblaciones ni siquiera tienen una oficina o cajero bancario).
Asimismo, también se plantea desde esta iniciativa, el fomento de la economía circular, la utilización de las nuevas tecnologías y el uso de drones en el medio rural; la digitalización como elemento prioritario para acabar con la brecha tecnológica; recuperación, mantenimiento y puesta en valor del patrimonio natural y cultural; un plan urgente de vivienda sostenible, con recuperación de los pueblos y casas abandonados en el medio rural; y la desconcentración / descentralización de las distintas Administraciones Públicas. Se proponen, además, medidas concretas como una regulación que establezca que el 30% de las actuaciones culturales programadas por las AA.PP. (música, artes escénicas, exposiciones) se realicen en la España Vaciada.
Los 10.000 millones de euros de los fondos europeos, comprometidos por el Gobierno para el mundo rural, son solo un punto de partida de este ambicioso y necesario Plan. El compromiso debe tener un horizonte de décadas, si queremos revertir el proceso de desaparición lenta y silenciosa de la población que emigra de un territorio. La España Vaciada propone dedicar el 1% del PIB anual a la lucha contra la despoblación.
Son muchas las voces que reclaman frenar la sangría de la despoblación, fomentando lo local, lo próximo, lo autóctono. Recuperar la producción cercana y el consumo de proximidad, permite mantener las costumbres, las tradiciones, y los productos artesanos, y se manifiesta como una alternativa real y más auténtica, de mayor calidad, y más respetuosa con el entorno ambiental y social. La pandemia ha puesto en valor lo positivo y necesario del medio rural. Toca pensar localmente. Entender qué quiere el ciudadano y qué necesita, conocer su entorno y las posibilidades del mismo. Todavía estamos a tiempo de convertir una amenaza en una oportunidad. Aprovechémoslo.
Nota:
En el siguiente enlace se puede consultar íntegramente el Modelo de Desarrollo de la España Vaciada:
https://xn--espaavaciada-dhb.org/3d-flip-book/modelo-de-desarrollo/
Y en este otro, la presentación completa del mismo:
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