Pedro y el lobo

Escrito e ilustrado por David González Gándara

El jueves pasado, de camino al trabajo, escucho en la radio que el gobierno acaba de aprobar una reducción del horario lectivo para el profesorado. Después ampliaban un poco la información diciendo que el profesorado de secundaria trabajaría 18 horas lectivas y el personal de primaria e infantil 23 horas.

Mi primera reacción fue de enfado, porque nunca he entendido a qué viene esto de que el profesorado de secundaria imparta menos clases a la semana. Los docentes, en secundaria, acostumbran a dar una sola asignatura, o en todo caso, asignaturas afines a su departamento. En primaria, por el contrario, la mayor parte del profesorado tiene que preparar clases de al menos cinco asignaturas distintas. Y además se espera que preparen todo tipo de celebraciones, que decoren sus clases, organicen patios activos, etc. No quiero decir con esto que el profesorado de primaria deba impartir menos clases, pero sí las mismas. Además, las clases de infantil y primaria suelen durar una hora, y las de secundaria 50 minutos. Un sencillo calculo nos hace ver que no son 18 lectivas, sino 15. No sé cuál fue el inicio de esta manifiesta desigualdad, pero creo que después de tantos años sería momento más que suficiente para cambiar esto.

Pero a pesar de esta desigualdad, por lo menos se anunciaba una reducción del horario lectivo. Después de un primer momento de euforia me puse a buscar el texto que se había aprobado. No fue nada sencillo. En muchos periódicos salía la noticia pero se limitaba a un: «el congreso aprueba la ley que revierte los recortes de la LOMCE». Todo esto, unido a las promesas sobre la derogación de la LOMCE parecía demasiado bonito. Esto olía un poquito a chamusquina. Entonces se me ocurrió entrar en la web del congreso para buscar qué se había votado realmente. Me llevó por lo menos media hora dar con el texto, aunque hay que reconocer que la actividad del congreso es totalmente transparente en este sentido. La ley no llena ni tres folios, de los cuales más de la mitad es texto destinado a explicar por que la LOMCE es tan mala. Lo único que realmente se ha aprobado es una recomendación para que las Comunidades Autónomas regulen el horario del profesorado con un máximo de 18 horas para secundaria y 23 para infantil y primaria. Vamos, que de momento, realmente, no se ha aprobado nada.

Creo que debemos aprender una lección de todo esto. Nos manipulan muy fácilmente y ni siquiera nos molestamos en comprobar si lo que nos dicen es cierto. Cuando venga el lobo de verdad no vamos a creerlo.

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