Las fuerzas del régimen israelí continúan reprimiendo las protestas en curso en el desierto de Negev, en el sur de los territorios palestinos ocupados.
Las tensiones crecieron en Negev a principios de la semana pasada después de que excavadoras del llamado Fondo Nacional Judío arrasaron algunas tierras agrícolas beduinas como parte de un controvertido programa de plantación de árboles. El saqueo de tierras y el destrozo de cultivos desencadenó las protestas de la población, que desde hace días hace frente a una represión brutal y a arrestos masivos.
En un informe del martes, el canal de televisión Palestina al-Yawm dijo que las fuerzas de ocupación habían detenido al menos a 41 palestinos, en su último operativo contra los manifestantes. Según el canal, entre los detenidos hay algunos menores.
El medio de noticias Middle East Eye dijo que los detenidos fueron reunidos en las aldeas de al-Zarnouq, Abu Talool, Khashm al-Zina y Tel al-Sabe en Negev, y agregó que el más joven de los cautivos tiene solo 10 años.
Un grupo de derechos instó al régimen de ocupación a detener la represión que pone en peligro la vida de los manifestantes.
El Centro Legal para los Derechos de las Minorías Árabes en Israel (Adalah) dijo que las fuerzas israelíes se excedieron en su autoridad y pusieron en peligro la vida de los manifestantes al usar balas de goma, gases lacrimógenos, granadas de aturdimiento y agua a presión. Dijo además que la policía israelí también había utilizado drones para arrojar granadas de gas lacrimógeno sobre los manifestantes, condenando ese uso de drones como “extremadamente peligroso, desproporcionado e ilegal”.
El desierto de Negev alberga alrededor de 300.000 palestinos. “Alrededor de 100.000 palestinos viven actualmente en 35 aldeas no reconocidas que Israel considera ilegales y se niega a proporcionarles electricidad, agua, educación, salud y transporte”, señaló el medio Middle East Eye.
NR | Press TV
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