Tres instrumentos de poder que vigilaron la vida y costumbres de las mujeres: Auxilio Social -la organización falangista dedicada a la beneficencia-, la Iglesia Católica, y la Comisiones depuradoras del magisterio.
Por primera vez, una víctima del franquismo era escuchada en sede judicial. Un hito histórico tras más de cien querellas presentadas en el Estado español apoyadas por la Coordinadora de Apoyo a la Querella Argentina (CEAQUA) denunciando los crímenes de la dictadura.
los obreros de la construcción, los que, hartos de sueldos de miseria, sin protección social, con abusivas jornadas laborales y malas condiciones de trabajo, se echaron a la calle, decretando una huelga total.
La carrera de Alfredo Grimaldos fue rica y exitosa en la prensa, desde la crónica deportiva, o el flamenco hasta la investigación más exhaustiva, comprometida y políticamente arriesgada.
Las 95 mujeres muertas por el franquismo en Nafarroa entre 1936 y 1948 son las grandes protagonistas del libro ‘Nombres que recorren el tiempo’, un trabajo de Amaia Kowasch y Aitor Garjón que busca rescatar del olvido unas terribles historias de represión política, cultural y social.
En la auscultación del rumor siempre convergen dos miedos: el del poder y el temor de la población que lo sufre, inquieta por no conocer previamente cuales van a ser las decisiones que pondrán en peligro sus libertades y necesidades.