Pablo González: segunda visita familiar en 16 meses de secuestro político

Físicamente bien; anímicamente bastante tocado, porque el tiempo avanza y su situación no. Sin acusación concreta, cargos, ni fecha de juicio. Y los abogados sin poder hacer su trabajo. Sumado a la incomunicación, que se ha aliviado un poco con la visita y que han tardado siete meses en autorizar

Por Cecilia Remis | LQSomos

El pasado viernes 16 de junio, Pablo González tuvo su segunda visita en la cárcel polaca en la que está detenido (secuestrado) desde hace un año y cuatro meses, en esta ocasión además de su compañera Oihana Goiriena, única autorizada en la visita anterior (hace siete meses), pudieron acompañar el hijo mayor y la madre del periodista. El encuentro, que fue grabado con cámaras, duró unas dos horas y en todo momento estuvieron acompañados de una traductora, un agente de los servicios secretos de Polonia y dos funcionarios de prisiones.

“Lo que más nos insistió, porque es lo que más le desanima, fue en que después de más de 16 meses siguen sin poner sobre la mesa una acusación concreta y que en el fondo, por lo que realmente le tienen en prisión es porque le consideran un divulgador de noticias favorables a Rusia; cualquiera que conozca su trabajo puede dar fe de que eso no es así”, ha relatado Oihana.

Oihana confía en que esta visita haya servido “para reforzar su determinación de aguantar esta injusta situación”. Pablo González está en situación de aislamiento, con lo que solo puede salir al patio durante una hora al día, y tiene casi totalmente restringidas las visitas, además de los libros y material de lectura y estudio.

“Es imposible defenderse con un mínimo de garantías si no se conoce, como le ocurre a Pablo, ninguna acusación concreta”, reclama. El periodista se encuentra muy molesto con la postura del Gobierno polaco, y más concretamente con las declaraciones del ministro de Exteriores, Bogdan Aurescu, en las que afirmó que los hechos son “graves y muy serios”.

“Parece ser que el ministro tiene más datos que Pablo y sus abogados y, como dice Pablo, lo más grave y serio es la indefensión en la que se encuentra”, señala Goiriena.

El pasado 24 de mayo, los tribunales polacos acordaron la prórroga de la prisión temporal para otros dos meses más, los abogados no han recibido ninguna notificación oficial de la resolución de esa vista, por lo que desconocen los motivos de la prórroga.

Pablo González fue detenido por agentes de la Agencia de Seguridad Interior (ABW) el 28 de febrero de 2022 en la localidad de Przemyśl, en la frontera polaca con Ucrania, cuando se encontraba cubriendo la crisis humanitaria derivada de la invasión rusa de Ucrania.
A Pablo se le acusa de una acusación genérica de espionaje, que en el Código Penal polaco puede castigarse hasta con diez años de cárcel, aunque se trata de imputaciones de palabra, sin aportación de ningún dato concreto.

16 meses después los abogados siguen sin tener acceso al total del procedimiento, Pablo sigue en las mismas condiciones de aislamiento e incomunicación: 23 horas en la celda, ahora con un compañero (desde finales de marzo), sin llamadas de teléfono ni visitas.

En la visita Pablo expresó a su familia su alegría “por las constantes muestras de solidaridad que mucha gente nos ha trasladado en todos estos meses“.

“Muchísimas gracias a todos por el apoyo y la solidaridad constante que nos demostráis. Estaremos eternamente agradecidos”.

Leer la declaración completa de Oihana Goiriena después de la visita a Pablo González, clic aquí.

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