Artículo de Daniel Seixo. Hemos avanzado tanto en la sociedad de la posverdad y la realidad líquida, que hoy incluso tendremos serias dificultades para lograr identificar una realidad común, un mundo ajeno a la mentira
Cuando lo público desaparece, las prestaciones básicas de la sociedad quedan al alcance de la población mejor situada económicamente, condenando al resto de la sociedad a la incultura, la precariedad en la salud y a una vejez miserable.
Hay algunos países que han observado el problema social que esto acarrea. Italia tomó cartas en el asunto. Bélgica también; en el país de Tintín han prohibido la publicidad de juegos online y casinos en las televisiones.
Taxistas, conductores VTC, repartidores de comida a domicilio, repartidores de paquetería, arquitectos, actores, periodistas, humoristas y ahora hasta médicos y enfermeras sufren las consecuencias de la externalización del trabajo.
Resulta bastante incoherente que un partido como Podemos se parta la boca por conseguir una solución dialogada para Cataluña y no sea capaz de encontrar una solución dialogada dentro de sus filas.