Opinión | Una cuestión muy laica. Respuesta a Pablo Iglesias

Por Eduardo Nabal

 Cuando les veo enfrentarse en el Parlamento, a los dinosaurios de la derechona corrupta española o la socialdemocracia neoliberal, no puedo evitar sentir una profunda empatía por su grupo Parlamentario pero, señor Iglesias, cuando hacen políticas LGTB o de género, si es que las hacen, demuestran algunos gestos que, les pongan el nombre que les pongan, los devuelven a la caverna.

Poner una medalla a una Virgen, sea donde sea ni lo pida quien lo pida, nunca será una cuestión muy laica, igual que el agua, bendiga quien la bendiga, no dejará de ser agua sin más, mineral o del grifo. Algo de mesiánico tiene eso de querer ser Espartaco liderando a las huestes cristianas sin negarles por ello la decadencia corrupta del Imperio Romano versión Mariano Rajoy, pero la imaginería del santo de izquierdas debiera renovarse, porque los mesías no han sido históricamente buenos y, desde un punto de vista de sexo/género, bastante nefandos. Cristos, Patrias, Libertos, Héroes o Vírgenes o Conversas, lo mismo que nos da.

Señor Iglesias, en lugar de asaltar los cielos descienda a esos lugares donde se libran las verdaderas batallas por la subjetividad, que no son ni las manifestaciones oficiales, ni los grupos subvencionados, ni las procesiones a la Virgen

Apoyamos, si la mantienen, su exigencia de que se retire el IBI a la Iglesia Católica, pero también que se renueve la imaginería que impide que ustedes se diferencien de la socialdemocracia (basta ver que llevan la misma pancarta en la manifestación del Orgullo Oficial que Pedro Sánchez, sin ir más lejos) cuando se trata de esos asuntillos que siguen considerando de segunda como los movimientos feministas y LGTB que hoy por hoy no solo están muy lejos de ser de segunda sino que atraviesan de forma interseccional todas las demás luchas sociopolíticas vigentes. Lo que sí parece sagrado son las cuentas blindadas de los empresarios de Chueca, la participación del Gobierno de Israel en el World Pride o las cofradías andaluzas, gobierne quien gobierne en los municipios correspondientes.

Que Susana Diez haga populismo con la religiosidad andaluza pase, pero ustedes han sido elegidos como ayuntamientos del “cambio” para pensar “más allá” de todo eso. Señor Iglesias, en lugar de asaltar los cielos descienda a esos lugares donde se libran las verdaderas batallas por la subjetividad, que no son ni las manifestaciones oficiales, ni los grupos subvencionados, ni las procesiones a la Virgen. Eso sí sería una cuestión muy laica, y la que esperamos de to@s ustedes.

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