Opinión | La desfachatez apoyada por un pueblo ignorante

Por Víctor Chamizo. Viñeta de El Koko

Lo he reflejado ya en distintas ocasiones (La arrogancia del poder, Con la imbecilidad a cuestas o Tenemos lo que nos merecemos, por poner algunos ejemplos). Son artículos diferentes, pero vienen a reflejar pensamientos semejantes.

Si se pone la atención suficiente – y no es que haya que poner demasiada, tampoco – cualquiera puede observar con que desdén contesta el señor presidente a las preguntas conque le interpelan desde la oposición. Me estoy refiriendo a Podemos, ERC y algún otro grupo más.

En cualquier país civilizado y demócrata de nuestro entorno, la situación por la que pasa el partido que nos gobierna, habría sido suficiente para que dimitiesen todos sus miembros. Un escándalo de tamañas proporciones habría provocado el hundimiento inmediato de dicha formación política, el abandono de cualquier apoyo por parte de la ciudadanía.

Aquí, en nuestra amada piel de toro, esa patria que algunos llevan adosada a la muñeca y a la que escupen cotidianamente, saqueándola sin escrúpulos, las encuestas ofrecen la desoladora imagen de una tarta, donde el mayor pedazo continúa siendo para esos señores que nos limpian el bolsillo

Pero aquí somos diferentes. Cada día que pasa van saliendo a la luz nuevos “casos aislados” de corrupción, todos ellos pertenecientes a la misma formación política, pero que, si pudiésemos unirlos a todos, conseguiríamos alumbrar un municipio nuevo  (Corruptelas de Enmedio, lo podríamos llamar). Aquí, en nuestra amada piel de toro, esa patria que algunos llevan adosada a la muñeca y a la que escupen cotidianamente, saqueándola sin escrúpulos, las encuestas ofrecen la desoladora imagen de una tarta, donde el mayor pedazo continúa siendo para esos señores que nos limpian el bolsillo, aunque no nos pongan el trabuco en la garganta (¿o sí?).

Por eso, probablemente, el presidente y sus adláteres se permiten el lujo de responder con sorna, inflados como pavos reales, y con una sonrisa canalla entre los dientes. Porque esa sonrisa canalla demuestra lo canallesco de sus actos: su capacidad para poner y quitar jueces y fiscales, para manipular entre bastidores, para hacer de los medios de comunicación más prestigiosos un altavoz en el que justificar y amparar sus fechorías.

Han establecido un sistema basado en el miedo, porque controlan el poder y castigan duramente a aquellos que quieren alumbrar la verdad y esclarecer los hechos. Desvían la atención cuando se les acusa, sacando a relucir la situación de un país como Venezuela, que cualquiera de los que tenemos dos dedos de frente, sabemos que pasa por un momento crítico en lo social, en lo económico y en lo político. Pero jamás les oiremos hablar de Siria, que pasa por momentos terriblemente peores, donde existen ciudades donde ya no queda en pie ni una casa.

Estos que hablan de bolivarianismo, de bolcheviquismo y de comunismo, ellos son, precisamente los que aplican las purgas leninistas, apartando de su camino a todo aquel que puede perjudicarle o comprometerle.

El reparto político del pastel es el resultado de una España que no lee lo suficiente, que no se informa, que no tiene inquietudes y a la que solo le interesan las banalidades de la vida. El resultado de la distribución política son la consecuencia de un pueblo ignorante, porque la mayoría del pueblo consciente, cultivado, culto, informado, formado e inteligente ha tenido que huir, como lo hicieron, en su día, los Alberti, Picaso, Severo Ochoa, Machado Sánchez Albornoz, Tierno Galván y una lista casi interminable. Los que quedamos, continuamos en la resistencia, soportando la desfachatez apoyada por un pueblo ignorante.

Se el primero en comentar

Dejar un Comentario

Tu dirección de correo no será publicada.




 

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.