-¿Es más hipócrita Ramón Espinar o Mariano Rajoy?
El primero apoya el boicot a una marca de refrescos por un ERE salvaje y cometió el descuido de tomarse dos en el Senado, en público.
Rajoy no ha hecho ningún tipo de manifiesto a favor del boicot, probablemente sea responsable indirecto del ERE e incluso puede que su partido esté involucrado en que la gestión de la cafetería del Senado no sea todo lo transparente que podría, esa cafetería que sirve esos refrescos.
Con todo esto, es capaz de ponerse en modo chascarrillo, en modo me votan 8 millones de borregos a los que les importa un bledo lo que hagamos o que saben que lo que hacemos no les hace tanto daño como a otros en peor situación, en modo voy a disfrutar del momento antes de que se me descontrole algún juez y me toque volver a torcer el gesto, en modo no contesto preguntas en inglés no porque no lo hable, sino porque soy el presidente de España, coño; en modo lo tengo todo y me ha costado muy poco conseguirlo, en modo tengo la cara de hormigón armado, en modo hasta en medios supuestamente progresistas alabarán mi sentido del humor, y en modo, un largo etcétera de modos con los que se ríe de propios y extraños, de los propios porque sean tan sumamente “irresponsables” por votarle para que les robe, y de los extraños porque es a los que más les jode que les quiten lo poco que tienen; y en este modo es capaz de burlarse del “lapsus” del de Podemos diciéndole que si se pone nervioso más le vale una tila que no uno de esos refrescos. Y todo esto en la sesión de control del Senado, como respuesta a la acusación de banda criminal de su partido, de su organización, de su mafia.
Cómo acudimos a nuestro puesto de producción con una sonrisa de oreja a oreja sin provocarnos una enfermedad pensando en cómo doblegan nuestros derechos laborales
-Hipócrita quien le vota y se esconde, porque los que se enorgullecen de votarlo tienen la decencia de mostrarse como son (rellénese con el descalificativo que guste el lector), poniendo la cara para que sepamos a quién le debemos estar jodidos. Pero los que se esconden… No lo harían si no supieran que están tirando una piedra, ¿no? Los que no se esconden pueden esperar algún premio en forma de bolsa de basura, ¿pero los que se esconcen?
-Hipócritas también los que quieren erradicar esta plaga desde su ego y no se dan cuenta que somos muchos los que esperamos organización para salir a derrocarlos de una vez por todas.
-Hipócritas los que nos vendemos por un plato de lentejas. Los que participamos del sistema aceptando un sueldo precario. Porque si nadie aceptara esos contratos… (Atención, derroche de sarcasmo a continuación) Joder, ¡qué hipócritas! Cómo nos gusta vendernos por tratar de salir de la exclusión social. Cómo acudimos a nuestro puesto de producción con una sonrisa de oreja a oreja sin provocarnos una enfermedad pensando en cómo doblegan nuestros derechos laborales.
-Hipócrita una sociedad que se consume en la inmediatez del momento y consume como forma de vida, destrozando sus vínculos con la naturaleza y dejándose llevar por una línea de alta velocidad que la lleva a la indiferencia y al irrelevancia, al caos y a su imparable destrucción.
-Hipócritas tú y yo que malvivimos por no coger un avión a Alemania, donde podríamos encontrar trabajo en alguna multinacional que tira de hipocresía y explota los recursos humanos o naturales.
Recomendación Cultural:
–Techo y comida (2015), Cerca de tu casa (2016)
Dos cintas para aquellos a los que les va medio bien y se conforman con no estar peor. Para reflexionar sobre si la venda de hipocresía con la que podemos taparnos los ojos es suficiente para invisibilizar una situación que tenemos a la vuelta de cada esquina.
–Maria Arnal i Marcel Bagés– 45 Cerebros y 1 Corazón (2017)
Álbum del dúo catalán cargado de compromiso social en temas en los que acamparías pese a que te desgarren.
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