Opinión | El antisistema

Por Alfilo de la brecha @LfilodelabrechA

No vengo a explicar nada nuevo del antisistema en si. Es un término bastante opaco y abstracto que cada cual entiende como quiere. A pesar de la simpleza definitoria del concepto, existe una gran diversidad de opiniones al respecto. No me quiero meter en un gran «fregao» mal interpretando las opiniones que no comparto, así que voy a hablar de la mía propia.

¿Qué es para mí un antisistema?

Para mí es bastante simple: anti-sistema. Contrario al sistema. Pero le veo dos usos a lo de sistema. Esta el lado malo y el lado bueno. Me explico. Porque por un lado, si te opones a la trama Gürtel o Púnica, o cualquier otra trama corrupta del sistema como por ejemplo, Ana Garrido, estás en cierto modo oponiéndote al sistema esstablecido, al status quo. De ese modo pasas a ser un paria, un antisistema. Ana Garrido, que deberíamos estar haciéndole un altar y llevándole flores en mayo, o por lo menos premiarle por su honor o algo; está vendiendo sus objetos personales y pulseras en mercadillos para poder sobrevivir. Han boicoteado su carrera profesional impunemente a la testigo estrella de la trama Gürtel. ¿Cómo ha podido pasar eso, te preguntarás? Pues muy sencillo. Porque cuando tú denuncias una trama corrupta, el señor corrupto y sus amigos corruptos no levantan las manos y dicen: “¡oh, nos ha pillado, lo dejamos ya. Ha sido un gran error!”. No. Sabían lo que hacían. Sabían el riesgo que corrían, y sin riesgo no hay beneficio. Pero Ana Garrido no es un riesgo para ellos. Es una contingencia.

neoliberal

Una piedra en el camino

Las empresas que se saltan las leyes medioambientales, digamos por ejemplo, Wolkswagen. Esta multinacional se saltó las normativas de emisiones y en EsPPaña ha salido con una palmadita en la espalda. En EEUU, a los dueños de coches afectados les van a soltar tanta pasta que podrán montar piscinas de billetes. En cambio aquí, el Ministro Soria, decidió en una de sus visitas panameñas, seguramente, que no era necesario que Wolkswagen pagase nada a los afectados. Que se buscaran otro coche, que era culpa suya por comprar un coche malo. Los coches esos siguen funcionando. Wolkswagen este año no se llevará la medalla del medioambiente, pero siguen vendiendo coches con total impunidad en España. Eso sí, los nuevos ya no dan el problema de lo de antes. Han arreglado el “fallo” (FRAUDE) de datos que no se correspondían y sigamos, que hay muchos problemas.

Si, el problema prevalece en los coches ya vendidos y les van a prohibir conducirlos si no lo arreglan de su propio bolsillo, pero… ¿Y qué?. Wolkswagen no tiene la culpa de que los datos no se correspondiesen. ¡UNA VEZ! ¡Les ha pasado una vez! Que matas un pollo y te llaman el matapollos ¡oiga! Decían a los que se quejaban que bastante castigo habían tenido los de Wolkswagen con tener que reunirse con Mariano Rajoy. Ya eran capaces de decir cualquier cosa. El caso es que esos datos no correspondidos eran que las emisiones de gases nocivos del coche no encajaban con los números que habían escrito en el papeleo de la UE para pasar el coche como válido para la producción y venta, y curiosamente, los datos reales no pasaban el estándar europeo, de forma que Wolkswagen nos la ha «colao». No ha sido nada de un error de datos. Está pervirtiendo mas de lo permitido por nuestras laxas leyes del sistema el ecosistema y, en consecuencia, al menos en España, ellos siguen a lo suyo y tu pagas la reparación en el garaje mas cercano. Para mi Wolkswagen cubre la cuadratura del circulo que supone ser un antisistema. Y en cambio Ana Garrido, avisando de que había una red de corrupción, no era una antisistema. Estaba tratando de SALVAR el sistema. Aunque no todo el sistema. Solo lo no corrupto. Eso a los “ppuristas” les da igual. Ana Garrido es una chivata antisistema y Wolkswagen es un modelo de negocio excelente que sabe que, una vez les hayan pillado, harán lo que les pidan si quieren seguir fabricando coches. De esa manera, una misma explicación simple de antisistema incurre en una contradicción interna cuando se entremezclan dos interpretaciones.

¿Es antisistema Leopoldo Lopez llamando a las armas contra el gobierno venezolano desde su casa y luego desde la cárcel?
¿Es antisistema Otegi tras salir de la cárcel intentando llegar al poder por las urnas?
¿Es antisistema Rajoy? Atentos al dato: durante el gobierno de Rajoy han muerto más de 100 personas solo a causa de los recortes en jardinería. Si miramos ya los otros recortes, ni te cuento.
Entramos en la seria disyunción de: ¿Que mate gente es constitutivo de antisistema? o ¿si las mata y con lo que se ahorra, evita tener que volver a meter la mano en el sobre de las pensiones o del ejercito para pagar por un pucherazo electoral… Pues… No sé, aquí hay gente capaz de justificarse cualquier cosa. Yo solo dejo las preguntas en el aire.

EEUU

Según un estudio norteamericano, la gente que se autodenomina “antisistema” y “fuera de la ley”, van a votar a Donald Trump. Quieren que el Estado se vaya a la mierda y Trump es “el camino más rápido”. El discurso derrotista de Rajoy en la investidura es electoralista. En caso de unas terceras elecciones, que todo se vaya a la mierda ya… y los antisistema le voten. Es cuando el circulo ideológico da la vuelta y los liberales corruptos captan el voto anarconihilista de “preguerra”. A mí es lo que me parece.
Con Trump igual. Hay gente de Sanders que decía que o salía Sanders o “mando todo a la mierda”. Y la forma mas eficaz en la zona como ya mencioné antes, que para mandar todo a la mierda, lo más fácil es votar a Trump.

Los demócratas tendrían que pensárselo de nuevo: si los republicanos casi prefieren a su candidata, a lo mejor es que se han equivocado de candidato.

El antisistema descubre en los peores candidatos con rebaño la ocasión perfecta para destruir el sistema, es cuando los antisistema españoles salen en navidad a ejercer su derecho democrático de votar al PP. Esos son los antisistema de verdad, los puros, los anárquicos nihilistas que deciden coger la papeleta de Mariano Rajoy o Soraya Saez de Santamaria, si engullen a Mariano en la operación Menina, o cualquier otra papeleta que pongan el PP como pastor del rebaño. Sea quién sea, irán todos de cabeza.
En EEUU se está jugando Trump perder el rebaño republicano, pero es porque él es “nueva política”, aunque facha del carajo, como Albert Rivera. Y a los republicanos de toda la vida les parece casi mejor Hillary Clinton, que lleva ahí de mangoneo y «misileo» toda la vida. Los demócratas tendrían que pensárselo «again»: si los republicanos casi prefieren a su candidata, a lo mejor es que se han equivocado de candidato. Ejem, ejem, Sanders aun respira. Y me diréis… «El que sobra es Trump, que no lo quieren ni los suyos». Y en parte tenéis razón. Pero es que Trump sí que se ha ganado una base de votantes. Ha recurrido a gran parte del electorado antisistema, y con eso que quiero decir, ¿que ha ido a casas okupas buscando a los “antisistema” de toda la vida? No, no esos antisistema. Ha buscado convencer a gente que quiere quitar las “laxas” leyes de emigración. Quiere deportar gente con la vida resuelta allí ya. Quiere romper las decisiones tomadas por el sistema en cuanto a matrimonio igualitario. Es más, incluso algunos dicen que Donald Trump, ahora que se acerca la carrera final, se está moderando. Y yo creo que no, que al revés: se está radicalizando. Porque aunque en apariencia esté moderándose y haya bajado de 10 tonterías por minuto a 2, por otro lado, ideológicamente, ha rotado también un poco. Sin abandonar a los racistas y xenófobos ha intentado cubrir el hueco de los inversionistas empresarios, dejado cuando ambos candidatos americanos se habían opuesto al TTIP (tras el fracaso de las negociaciones en Europa). En ese hueco, Donald Trump solo ha tenido que negar el cambio climático.

Falta decir que todo eso es una conspiración de las empresas de laca. Que no le dejan usar laca de verdad ya, porque la laca “a medias” que hacen ahora dura diez minutos. Que ellos inventaron esa mentira del cambio climático. Tranquilos, no está loco, solo decía lo primero que le pasó por la cabeza. Porque dos semanas antes estaba en Escocia, apoyando una campaña para prevenir el cambio climático que afectaba a su campo de golf escocés. Vamos, que Donald Trump sabe que su hoyo numero 19 siempre ha sido de cesped y ahora lo nota arisco. Sabe que lo del cambio climático no es una invención «progre». Pero él está ahora inmerso en su discurso electoral de ganarse a los grandes antisistema, a los que van a financiar su campaña si creen que será laxo con las emisiones de Wolkswagen, que perjudican el medioambiente, con las empresas privadas de agua, cuando la cagan y dejan pueblos y ciudades bebiendo agua nociva por meses, en fin, los grandes antisistema.

El pequeño antisistema

Y es que el pequeño antisistema es el que se le infunde el terror, el antisistema, que lo más grave que puede hacer es tirar una piedra o votar cada cuatro años lo que “peor nos viene”. Y sin embargo es el gran antisistema el que se lleva los honores. Rato: modélico. “Presuntamente” forrándose a nuestra costa con tramas ilegales bancarias. O también es modélico Amancio Ortega, con niños esclavos en las fabricas de subcontratas en Bangladesh… Porque, ¿qué entendemos como sistema?. Tenemos que definir lo que entendemos como sistema para saber que es lo que lo ataca. Si definimos que sistema es “un todo”, la gente, las empresas, todos-los-adultos, los mayores de 30, los bebes, los abuelos, los políticos, los fruteros… TODO. Si lo entendemos como un “ecosistema”, es entonces cuando vemos el daño de esos grandes antisistema. Si en cambio, el sistema es “al que obedece la policía y el ejercito”, pues ahí ya tienes una diferencia de conceptos. Porque aunque la policia en el sistema está para servir y proteger, el movimiento BlackLivesMatter va a opinar un poquito en contra de eso. Y, en ese caso ¿Quiénes son los antisistema?, ¿los jóvenes que intentan denunciar públicamente el asesinato sistemático de jóvenes negros desarmados a manos de policías? ¿O en cambio los policías que han sido educados por el sistema para defenderlo? Aquí hay un impass, porque ninguno de los dos bandos a priori se ve como antisistema, pero ambos bloques participes en la contienda consideran al contrario “antisistemas”. BlackLiveMatter considera que el sistema está mal, porque está lleno de gente que deberían defender la ley y hacen lo contrario, o sea, que son antisistema. Y en cambio, los otros, a pesar de estar matando gente y ser los que tienen que dar el paso para cambiarlo contestan: “estamos entrenando mejor ahora a los próximos nuevos policías” y “creando cursos de aprendizaje contra el racismo” para los que son cazados, así que dejaos ya de manifestar, «negracos». Bueno, probablemente no dijo esa última palabra, pero seguro que la pensó. Y es que la cúpula policial que sale a dar explicaciones está muy lejos de la realidad. Consideran a todo individuo que tenga una opinión en contra de la suya un antisistema. El control, el orden por encima de todo, incluso de la ley. Y tal y tal. Es más, el remedio que han tomado, aparte de no servir para nada, garantiza que la mayoría de los policías, excepto los novatos, serán racistas. Y ya se encargaran de “encauzar bien” a los novatos cuando salgan de la academia. Así que el problema perdurará, creo yo. Lo mas cerca que he estado de una comisaria es en las pelis americanas. Y como Goyo Jimenez os lo tendría que hacer, no contároslo, pero es muy, muy largo. En todas las series de policías hay algún poli turbio, incluso las que te venden bien a los polis, como Blue Blood. Por lo general las pelis mas interesantes de policías suelen ser los que están al borde de la ley y no podemos hacer nunca esa generalización. Pero vamos, aunque no queramos generalizar por ahí, tampoco podemos generalizar con el espíritu amable, cándido y sabio de la familia Reagan en Blue Blood, con los policías… Así que el problema persiste. Siempre alguien comenta: “esta ley me la salto por el bien mayor”. En el caso de los grandes antisistema, ese bien mayor es su futuro chalet en Torrevieja con «mayormono» incluido.

En ese aspecto, el “pequeño antisistema” es solo un pobre infeliz que nunca logrará lo que se propone, a no ser que entre dentro de entornos mas agresivos: bandas callejeras, captado por terroristas, kale borroka… Lo que sea. En cambio el gran antisistema, que va metódicamente y con precisión, por decisión propia, saltándose leyes a propósito para sacar mas beneficio personal, acaba, como mucho, pagando una multa, sin destruirse su carrera profesional como la de Ana Garrido. Es este gran antisistema, el peor peligro del sistema en general. Porque son unos «chupócteros» que están asentando dinastías de «chupócteros». Aún tenemos «chupócteros» de esos de la Edad Media, el ser humano no puede permitirse tanto «chupóctero» junto. Hace poco salió un estudio que decía que el 20% de las personas del planeta sumando lo “suyo” tenían lo mismo que el 80% restante. Diréis lo que queráis del medievo, pero la riqueza estaba mejor repartida… o no existían piscinas de trillones de dólares que llenar. Una de dos.

A pesar de que la globalización está favoreciendo a los grandes antisistema, son los pequeños antisistema los que son criminalizados frecuentemente

La cuestión es que a mayor globalización la riqueza se concentra en unos pocos. Y de esos pocos, cada vez son más los que en algún momento u otro han pervertido las leyes para lucrarse. Y si no han sido ellos, que es de herencia, pues será de un pirata, o algo, porque la acumulación de riquezas monstruosas no sucede sin tomar a los demás por tontos y reírse de sus leyes del sistema. Y en cambio, a pesar de que la globalización está favoreciendo a los grandes antisistema, son los pequeños antisistema los que son criminalizados frecuentemente con esa lacra de «palabro», por enfrentarse de un modo u otro a la globalización. Por generalizar, muchos consideran antisistema a los manifestantes contra la globalización.

Y llegados a este punto donde no tengo mas que añadir, os pregunto: ¿Qué es un antisistema entonces?, ¿nos podremos poner de acuerdo en una definición común?, ¿unos verán de antisistemas a unos y no a otros?, ¿seguirá habiendo gente acusándose mutuamente de ser antisistema? Y a mí lo que me preocupa es: si me preocupo por la subsistencia de todos mis convecinos, que se cumpla la democracia, me preocupa cumplir la ley, soy pacifista en un 95% de mi ser y siempre me he preocupado por una larga vida plena para todos… ¿cómo pude haber sido denominado hoy antisistema 3 veces? ¡¿Cómo?!

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