Por Javier DG
Bajo un colorido trozo de tela
algunos esconden sus despojos
entre las piernas de una sociedad
ahogada desde arriba.
Bajo esa bandera azotada
por el viento in misericorde
de la corrupción y el águila
se desprende un peligroso hedor
a naftalina de exquisito aroma,
collares y el camuflaje de un horror
rescatado desde arriba.
Sí. Siempre desde arriba.
Siempre desde la atalaya del poder
que siembra la cizaña entre hermanos
y a su costa,acumular más bienes,
más dinero,
más eslóganes de secreto inconfeso.
¡Arriba España!
¡Viva la muerte!
¡Muera la intelectualidad!
Un himno -con letra oculta-
para dominarlos a todos.
Una ley sibilina
para rescatar del pasado
el perfil de un ex político
de círculo cuadrado.
¡Abajo el que piensa diferente!
En cunetas, bien enterrados,
y a ser posible,
cerca de donde pasta el ganado.
¡A prisión con ellos!
¡Viva las fronteras!
¡Viva mi Nación! (la única)
¡Fuera el otro!
…..
¡viva yo!
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