Nuestra nueva metodología de trabajo.

Hay muchas maneras de estructurar las etapas de un grupo que comienza. Yo sé que pretender alcanzar la profesionalidad sería como para que me hagan una cirugía cerebral, pero sí tengo la aspiración y la ilusión de aprovechar todo el potencial, llegando hasta dónde se pueda. Es probable que no dedicase a esto tanto tiempo si no buscase probarme a mí mismo y vivir experiencias diferentes. En estas circunstancias de evolución continua, hay que estar replanteándose los procesos constantemente. A lo largo de este año, nos ha pasado mucho, y toca, una vez más, revisar objetivos para implantar una metodología que se adapte a cada momento.

Cuando formas parte de un grupo y te lo tomas en serio, a menudo tienes que encontrar la manera de enganchar a los demás miembros para que perciban el progreso y renueven su motivación. Al mismo tiempo, sabes que esto no es un trabajo, así que tampoco se les puede agobiar con responsabilidades. Tienen que sentir que lo que hacemos tiene recompensa para que la implicación salga de cada uno, de manera natural.

¿Qué pasa ahora en Chapter Hate?

Tenemos, tal como lo veo, dos líneas principales de trabajo. Hoy me centraré en la producción de material (la otra línea es el directo, que trataré en otra ocasión, porque hay novedades también).

Nuestro primer tema “I Can Handle This” está en fase de mezcla. Hasta ahora, nos apañábamos con preproducciones (las famosas demos caseras), pero ha llegado la hora de mostrar nuestro trabajo al público. Para eso, estamos trabajando de la mano con inwavestudio para la grabación de voces y el proceso de mezcla. Confiamos en que ese paso traiga algunos cambios necesarios, a varios niveles. Es una referencia para nuestros oyentes potenciales y, también, para mostrar a los colaboradores externos como, por ejemplo, las promotoras de los conciertos. Dejémoslo en que, sin publicar nada, estaríamos atascados en un embudo.

La idea es que, mientras esa canción termina de gestarse en el estudio, ya trabajemos en lo siguiente, de manera constante y rutinaria. Hay que huir  de los bajones típicos que se dan después de los esfuerzos o las pequeñas cotas. Para ello, en Chapter Hate, vamos a optar por pequeñas sesiones de grabación de demos, en las que solo se junten un intérprete y un miembro en labores de técnico de grabación, un par de veces por semana. Cuando una está terminada y matizada, ponemos cuerdas nuevas y trabajamos en la grabación definitiva para enviar periódicamente pistas al estudio y seguir sacando temas.

Desde la perspectiva de cualquier músico del grupo, la cosa quedaría así:

1. Trabajo de composición (da para artículo)
2. Aprender la canción a partir de la partitura/tablatura (trabajo individual en casa/ 1 o 2 semanas)
3. Grabar la canción en el estudio casero. Matizar y perfeccionar arreglos
4. Repasar la canción con los arreglos nuevos (trabajo individual en casa/ 1 o 2 semanas)
5. Grabación en estudio de los arreglos definitivos
6. La canción entra en el repertorio y se ensaya, como una más, para los directos.
7. Grabación definitiva para mezcla profesional y difusión por redes. (Sí, tema a tema, con una alta frecuencia)

Adjunto un video de Ola Englund en el cual se exponen muy bien los motivos por los que, para un grupo como el nuestro, no tiene ningún sentido centrarse en preparar un LP para presentarse al público.

Asuntos para otro día:

• Formatos para youtube: playthrough, lyric videos…
• Evolución de nuestro directo. Si no inviertes, te estancas.
• Nuestros procesos de composición.
• Como dice Ola Englund, los discos han muerto (para grupos que empiezan).
• ¿Por qué no interesa centrar todo el trabajo en ensayos con todo el grupo?

Nota extra: Desconozco si esto tiene alcance entre músic@s o curios@s. No dudéis en aportar feedback por el canal que os apetezca más, comentarios, redes, correo… Estaré encantado de acelerar el ritmo de publicación de artículos y dirigirlos hacia los temas que más interesen. Para ello, sé que es clave que sienta que hay alguien al otro lado. De otro modo, continuaré con ello, pero como una forma de reordenar mis ideas y hacer balance de nuestra andadura.