Dada la magnitud de la expoliación económica, centradas en los recursos naturales de Níger, por parte de Francia, particularmente del uranio, el producto bruto interno (PBI) per cápita nigerino, hoy es significativamente menor al del momento de su independencia en 1960
Por Guadi Calvo / Línea Internacional
Mientras la CEDAO (Comunidad Económica de Estados de África Occidental), sigue dilatando su decisión respecto a Níger, tras el golpe del pasado 26 de julio, el nuevo gobierno del Consejo Nacional para la Salvaguardia de la Patria (CLSP), continúa acomodándose en el poder y ampliando su base de sustentaciones, a pesar de las medidas económicas tomadas en su contra.
No solo han afianzado su alianza con Burkina Faso, Guinea y Mali, sino que está dando muestras de estar trazando una hoja de ruta acerca del futuro de la nación. En un abierto desafío a occidente y la CEDAO, que exigen la restitución del, cada vez más, destituido presidente, Mohamed Bazoum, en un discurso televisado el sábado veinte por la noche, el líder de la junta, el general Abdourahamane Tchiani, informó que ejército se ha dado un plazo de tres años, para entregar el poder a la sociedad civil.
No habría que reprocharle a la casualidad, que el mensaje de Tchiani, se haya producido casi al tiempo que, el ex presidente de facto y general de Nigeria, Abdulsalami Abubakar, encabezando una delegación de la CEDAO, se haya reunido con el Bazoum, en un último esfuerzo para lograr una salida diplomática.
Mientras que, en las calles de Niamey, la capital nigerina y otras ciudades del país se reiteran las manifestaciones a favor de los militares con carteles y cánticos anti franceses y ondeando banderas rusas. Casi el leitmotiv de que se ha instalado a partir de los golpes del mismo cariz, que se han dado desde 2020 en el Sahel. (Ver Níger: Un fantasma recorre el Sahel).
Si a alguien le interesa conocer las razones de este odio visceral, no sólo del pueblo nigerino, sino de la gran mayoría de sus antiguas colonias africanas, quizás con un solo dato alcance. Dada la magnitud de la expoliación económica, centradas en los recursos naturales de Níger, por parte de Francia, particularmente del uranio, el producto bruto interno (PBI) per cápita nigerino, hoy es significativamente menor al del momento de su independencia en 1960.
Aunque tampoco habría mayores diferencias con el resto de sus colonias africanas, más allá de Argelia, cuya explotación las ha atascado en el atraso absoluto. El uranio nigerino cubre entre el sesenta y setenta por ciento de los requerimientos de energía eléctrica de Francia, mientras que en Níger la electricidad no alcanza a más de un quince por ciento de los 27 millones de nacionales.
Sin duda el mensaje nocturno del general Tchiani, no habrá dejado dormir a muchos miembros de la CEDEAO, ya que esta última resolución de los militares nigerinos, le imprime más presión a la Comunidad, que su tan mentada intervención militar, que en las primeras horas post golpe pareció abismar al continente a un conflicto inédito, no consigue hacer pie en los dilatados encuentros que ha tenido la CEDEAO desde el golpe.
Tras aquella primera reunión en Abuja, la capital de Nigeria, donde tiene su sede la CEDAO, prácticamente a horas de la asonada, que incluso habían impuesto un plazo, para que los militares revocasen su decisión, dicho emplazamiento venció ya hace veinte días y nada ha cambiado. (Ver: Níger: Esperando la guerra).
Más allá de las dilaciones, la amenaza se ha convertido en un fantasma que se sigue agitando, y que, con el trascurso de las semanas, ha ido perdiendo el volumen de los primeros días, donde prácticamente era un hecho que los ejércitos de Benín, Costa de Marfil, Nigeria y Senegal, intervendría en Níger, no solo para liberar Bazoum, sino restablecer el orden constitucional reinstalándolo en el cargo.
Con el manifiesto apoyo a la intervención militar, dado por Naciones Unidas (ONU) la Unión Europea (UE) y obviamente los dos países más perjudicados, con el cambio de dirección de Níger: Francia y Estados Unidos, el proyecto ha encontrado una fuerte oposición por parte del senado en Nigeria, cuyo ejército es fundamental para un asalto; si no también en Benín, donde la oposición al gobierno del presidente, Patrice Talon, se ha criticado esa posibilidad. Por otra parte, la situación interna de Senegal, hace bastante improbable que pueda involucrarse en una guerra, que sin duda dejaría a todos los implicados en un lodazal, del que será muy difícil salir.
Además, la Unión Africana (UA), se ha manifestado abiertamente en contra, durante el encuentro del pasado lunes catorce, en Addis Abeba (Etiopía) del Consejo de Paz y Seguridad de la UA, donde se rechazó la intervención militar propuesta por CEDAO.
Si bien, la CEDAO, no requiere la aprobación de la UA, para llevar a cabo cualquiera de sus decisiones, históricamente, ambas organizaciones se han acompañado en los diferentes planteos que les ha tocado sobrellevar.
El lado oscuro de la CEDAO
Desde su creación en 1975, la CEDAO ha intervenido militarmente en siete oportunidades, la última en 2017 en Gambia, y sus líderes están muy lejos de exigir respeto a la democracia a nadie, por ejemplo, el presidente marfileño Alassane Ouattara, el primer mandatario mejor pago del mundo, faltó a constitución sobrepasando el límite de mandatos. El año pasado asumió su tercer mandato consecutivo, lo que está totalmente vedado por la carta magna.
En julio del año pasado, un extraño suceso se registró en el aeropuerto de Bamako, capital de Mali, con el arribo de cincuenta militares marfileños armados, sin ninguna autorización. El hecho provocó un serio roce entre el presidente Ouattara y el jefe de la junta militar de Mali, el coronel Assimi Goita. Los militares marfileños, tras un juicio por “complot contra el gobierno”, entre otros cargos, por lo que fueron condenados, muchos, a veinte años de prisión y en algunos casos a muerte, terminaron siendo indultados en el mes de diciembre. Si bien nunca fue confirmado, se cree que los soldados de Costa de Marfil, iban a formar parte de un golpe contra la junta malí.
Otro de los grandes fogoneros de la intervención en Níger, para restablecer la democracia, es el presidente senegalés, Macky Sall, quien en julio de este año reprimió ferozmente las grandes protestas que se produjeron en su país cuando se conoció su voluntad para postularse a un cuarto mandato, que dejaron decenas de muertos y cientos de heridos. Además de prohibir el principal partido opositor Patriotas Africanos de Senegal por el Trabajo, la Ética y la Fraternidad (PASTEF) y encarcelar a su máximo referente Ousmane Sonko.
El actual presidente de la CEDAO y a la vez presidente de Nigeria, Bola Tinue, quien asumió ambos cargos apenas dos meses atrás, necesita, mostrarse frente occidente como un hombre fuerte y ansioso de liderazgo, por eso ha sido el principal impulsor de la opción armadas, para resolver la cuestión de Níger. El demócrata nigeriano, cuenta en hoja de servicios, previó a convertirse en presidente, en su paso por Chicago, de haberse enriquecido, gracias al lavado de activos provenientes de las actividades de sus dos connacionales, Abiodun Olasuyi Agbele y Adegboyega Mueez Akande poderosos traficantes de heroína. Más tarde, Tinue se convertiría en un colaborador del Departamento de Estado norteamericano, a la hora de señalar quién es quién, en el contexto de África occidental.
En el marco de la acosada realidad nigerina, no hay que olvidar el origen de esta crítica situación, mientras el ejército concentra sus esfuerzos para la posible embestida de la CEDAO, las khatibas fundamentalistas incrementaron sus acciones. Desde el golpe ya se han registrado seis ataques.
El más importante se registró el miércoles de la semana pasada en cercanías de la frontera con Mali, provocando la muerte de diecisiete soldados y veinte heridos, cuando la columna viajaba, entre Boni y Torodi en la región de Tillabery, epicentro de la actividad terrorista en Níger. En respuesta, el ejército, localizó a una unidad de muyahidines, consiguiendo neutralizar cien milicianos y destruir más de cincuenta motocicletas y medio de locomoción preferido por los terroristas del Sahel.
Al menos 28 civiles murieron a principios de esta semana en cuatro departamentos del área de Tillabery, en lo que habría sido una acción del Estado Islámico en el Gran Sáhara. (EIGS), que está aprovechando la cobertura que le brinda la CEDAO, en espera de que la moneda termine de caer.
Guadi Calvo es escritor y periodista argentino. Analista Internacional especializado en África, Medio Oriente y Asia Central.
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