Nerea Fernández: “La OTAN es una organización para desestabilizar países”

Entrevistamos a Nerea Fernández, con quien conversamos sobre Palestina y el panorama político internacional.

Por Héctor Bujari Santorum | 30/07/2024

En esta entrevista, conversamos con Nerea Fernández, destacada militante de Izquierda Unida y diputada en el Parlamento de Extremadura. En el primer segmento, exploramos su visión sobre asuntos de política internacional y conoceremos de primera mano cómo ha vivido la experiencia de la Flotilla de la Libertad y la emigración.

La Flotilla de la Libertad se refiere a una iniciativa organizada por grupos de activistas y organizaciones no gubernamentales con el objetivo de romper el bloqueo israelí de la Franja de Gaza y proporcionar asistencia humanitaria a los residentes de la región.

Héctor Bujari: Quería preguntarte tu opinión sobre la OTAN. En las últimas semanas se ha visto a la ministra de SUMAR, Mónica García, decir que el gasto en defensa de España es bajo. ¿Compartes estas palabras de Mónica García?

Nerea Fernández: No, para nada. A lo mejor puede ser bajo en comparación con otros países, pero es que ya el gasto de otros países es una burrada. Bueno, nosotras estamos en contra de este aumento de gasto militar.

Nos estamos rearmando para la guerra que Europa, donde nos quieren meter, que es totalmente evitable.

Contra la OTAN que te voy a decir, Izquierda Unida nació al calor de las manifestaciones contra la OTAN y fue nuestra fundación. Unirnos contra la OTAN.

La OTAN es una organización para desestabilizar países, estamos completamente en contra de la OTAN. Siempre estamos completamente en contra de que la OTAN avance para crear esta guerra que ha creado en Ucrania y con todos los demás países.

Consideramos que no tendríamos que tener bases de la OTAN en España. Es el brazo armado en Estados Unidos para seguir haciendo sus sus negocios y su colonialismo y expolio de los recursos de otros países.

Tenemos que a lo mejor tener más autonomía, frente a un país desestabilizador como es Estados Unidos. Y una organización que es el brazo desestabilizador de este país.

Héctor Bujari: ¿Cómo ves la situación actual en Cuba?

Nerea Fernández: Pues creo que hace nada, estuve hablando con el embajador de Cuba. Estados Unidos ha metido a Cuba en los listado de Países terroristas. ¿Terroristas por qué? Lo que exporta Cuba son médicos y medicinas, vacunas, educación… mira, si Cuba es terrorista yo también porque en vez de exportar armas, me gustaría exportar médicos que vayan a otros países a salvar la vida de la gente.

Además, el bloqueo genocida que Estados Unidos hace a Cuba también debería ser noticia.

Que el pueblo de Cuba esté sufriendo, que no pueda tener acceso a cierta alimentación y a ciertas medicinas, es por el bloqueo genocida económico que le sigue imponiendo Estados Unidos a Cuba, solo porque Cuba es un país soberano y es autónomo y está fuera de Estados Unidos.

Ojalá nosotros fuéramos también soberanos, porque no lo somos. Siempre voy a estar en solidaridad con mis hermanos y hermanas cubanas. Creo que es un ejemplo de dignidad y de ese horizonte que nosotros siempre buscamos, que es salvar vidas, no ir a la guerra, sino salvar vidas, y ese es el mundo que nosotras deseamos.

Héctor Bujari: ¿Qué nos puedes contar de tu viaje con la Flotilla por la Libertad?

Nerea Fernández: Bueno, fue intenso, fue también muy frustrante, porque también Israel nos impidió zarpar.

Además, nos boicotearon el barco, hubo una de las noches que nos dieron un golpe al barco. Estaba el barco en puerto, sabemos que esto fue un sabotaje. No sabemos exactamente, si de los yankees o de Israel o de ambos.

Fue muy frustrante por eso, teníamos todos los papeles arreglados, todos estábamos para zarpar, todo cargado, miraron todo de arriba a abajo. No encontraron ningún impedimento para que pudiésemos zarpar, ni uno.

Al final Israel metió a otro país en esta crisis diplomática que hubo, que era Guinea Bissau. Guinea Bissau nos impide zarpar con sus banderas, entonces bueno nosotros vamos a zarpar a mediados de Junio supuestamente.

Uno de los países con los que miembros de la flotilla, entre ellos yo, negociamos, era Cuba y Sudáfrica para que nos abanderen los barcos. Estamos en estas negociaciones, creo que lo vamos a tener y podremos zarpar a mediados de Junio.

Hubo mucho miedo también. Al final Israel dijo que nos iba a asaltar, a retener y meter en la cárcel.

Poniendo encima de la mesa de qué estamos hablando de llevar más de 5500 t de ayuda humanitaria, que fuésemos nosotros como escudo para proteger esa ayuda humanitaria, y rompe en bloqueo ilegal que lleva haciendo Israel de Gaza de 2007 y que Israel, un Estado, diga que nos va a asaltar de manera ilegal en aguas internacionales.

Estaba diciendo Israel que era un pirata, que nos iba a asaltar. Y ningún país, ningún estado ni ningún miembro diplomático le dijo “esto no lo puedes hacer”. Es un escándalo que digan que nos van a asaltar de manera ilegal.

También nos hicieron, no entrenamientos, simulaciones de cómo es un asalto de los soldados israelíes, estuvimos estudiando todas las demás flotillas como bien sabéis, en 2010 asesinaron a 11 activistas y voluntarios que estaban ahí exactamente igual que nosotros.

Alguna gente dijo que no podía y que la gente se bajó del barco, cosa que es normal, yo estoy convencida. Yo estoy deseando zarpar. Yo sé que voy a acabar en una cárcel y israelí, pero no me importa.

O sea, creo que es muy fuerte. Bueno, es escandaloso. Que yo y mi compañero vayamos a parar a una cárcel israeli por llevar ayuda humanitaria a un pueblo que está siendo masacrado. Y que la comunidad internacional lo único que hizo o que está haciendo es impedirnos zarpar, no impedir a Isabel que nos asalten.

Así que bueno, al final lo que dice, como nos bloquearon, yo también me fui a la frontera con Siria para conocer la realidad de los campos de refugiados sirios. Y bueno, eso también puede ser otra experiencia difícil pero necesaria, porque creo que también necesaria.

Ellos han sido completamente olvidados en Europa. Europa ha pagado a Turquía muchísimo dinero para que aceptase la entrada de los refugiados. Pero lo que está haciendo Turquía es usarlos como mano esclava para trabajar en el campo.

Héctor Bujari: Te quería preguntar, de gallego a extremeña. ¿Por qué te fuiste de Extremadura y digamos, qué aprendizajes has sacado de ser inmigrante en un país extranjero?

Nerea Fernández: Bueno, pero yo me fui de aquí, no recuerdo si a los 21 o 22 años me fui a Alemania. Primero estuve siendo au-pair, vamos de niñera-criada. Tal como hacían nuestras abuelas en los años 60.

Luego me fui a Irlanda y estuve 8 o 9 años viviendo. No es fácil.

Me acuerdo, esas palabras de una ministra, que dijo que los jóvenes nos íbamos porque éramos aventureros. Era como en plan “señora, aventurera será usted, que lo puede permitir, pero yo estoy sobreviviendo.”

Ha habido muchos momentos, me ha servido, pues para ser completamente independiente, porque estaba completamente sola.

También para confiar mucho en la gente de mi alrededor. Si no hubiese tenido amigos, tan buenos amigos en Irlanda… Ha habido momentos muy difíciles, me han tenido que acoger en su casa porque no tenía donde vivir o prestarme dinero porque me llegaba a fin de mes.

Yo no sé si hubiera sido por mí. Al final la solidaridad de la clase trabajadora… Esto es una cosa que le tenemos ahí, que es muy bonita y sobre todo cuando cuando emigras y si tienes suerte de encontrar a tan buena gente.

Luego hay mucha gente que no ha tenido la misma suerte que yo y no ha podido encontrar a gente que le haya ayudado tanto.

Pero bueno, pues yo siempre quería volver a Extremadura. Yo decía que si volvía a España tenía que ser a Extremadura. No quería irme de mi tierra, porque yo a mi tierra la quiero mucho y porque creo que es necesario estar aquí para pelear, para darle dolores de cabeza a la Unión Europea cuando vengan a poner en las minas, por ejemplo.

Yo siempre tenía claro que quería volver aquí. Pero veía que esta oportunidad no llegaba nunca.

Al final es cierto que la situación ha mejorado bastante, la reforma laboral, aunque haya sido muy insuficiente. No es lo mismo cuando yo me fui en 2014 que ahora en 2024 no es para nada lo mismo. Y bueno, cuando me dieron la oportunidad de estar en las primarias de IU, me costó mucho tomar la decisión, por la responsabilidad.

Me tiró mucho el poder volver a mi tierra y sobre el poder hacer un trabajo que pueda ser bueno para mi tierra y para la clase trabajadora extremeña. Yo espero no tener que volver a irme, me gustaría poder quedarme aquí en Extremadura y espero poder quedarme aquí y pelear aquí. Espero que eso pueda ser así, no lo sé.

Yo haré mi legislatura según lo que me diga la organización y las compañeras militantes. Yo espero poder volver a mi trabajo. Yo soy educadora infantil y lo echo mucho de menos solo ojalá poder quedarme aquí en mi tierra.

Nunca he sentido desarraigo. La gente me decía que me pasaría la morriña por Extremadura. Eh, lo notaba mucho más fuerte, más fuerte. Esas raíces de encina me llamaban mucho, y nunca, nunca ha dejado Extremadura de lado.

Lo decía Victor Chamorro, un escritor extremeño,que había muchos tipos de inmigrantes y que el cuarto tipo de migrantes era el más importante. Los inmigrantes que se tienen que ir forzados no querían y su emigración amaban descubrían y luchaban más por Extremadura y que cuando volvían a Extremadura para ver a la familia siempre se iban a los congresos de extremeños y luchaban por la tierra.

Eso siempre me ha pasado. Venía aquí a ver a mi familia, pero me iba a todos lados por mi tierra, para luchar contra la despoblación y contra la inmigración forzada. Yo muy contenta de volver, estoy muy muy bien.

Héctor Bujari: ¿Cómo es militar en otro país, o sea, se ha cambiado su percepción del internacionalismo en clase, las luchas globales?

Nerea Fernández: Yo estuve muy implicada en Irlanda, en el Sinn Fein, con el tema del aborto. El 2015 no existía el matrimonio igualitario y no había derecho al aborto.

Fue primero el matrimonio igualitario se aprobó a dos meses de llegar. El aborto tardó 3 años. Me impliqué en esa aprobación de un derecho básico, como el aborto.

Y luego también estuve militando mucho en los movimientos antifascistas, sobre todo vimos, con el tema del Brexit y que no afectaba a Irlanda, pero son países vecinos y tienen una historia muy cercana, y con el tema de la pandemia… La ultraderecha en Irlanda aumentó mucho.

A mí Irlanda me enseñó una visión anticolonialista, tan de la piel que yo a lo mejor no hubiera tenido si me hubiera quedado en España. Irlanda sufrió un brutal colonialismo y yo eso podía ver y lo pude ver, lo puede entender y lo pude aprender en Irlanda.

Y yo se lo agradezco mucho. Está lucha anticolonialista y esa visión internacionalista, que no digo que no la tuviera si me hubiese quedado en España. Es cierto que Irlanda me ayudó a entender muchos conceptos que igual me hubiesen costado más o no hubiera llegado si me hubiera quedado aquí.

A mi Irlanda me enseño el derecho a resistir. El derecho a resistir cuando tienes una fuerza colonizadora, que lo que hace es borrarte del mapa. El derecho a resistir y el derecho a luchar.

He aprendido muchísimo de todos mis camaradas irlandeses de esa visión tan internacionalista de otras luchas con otros pueblos colonizados. Y bueno, empecé también a conocer Palestina, y a mis amigas palestinas en Irlanda, porque Irlanda acoge a muchos refugiados palestinos y refugiados políticos.

Irlanda, un buen país para militar y la cultura irlandesa de la militancia y de la lucha es ejemplar.

Héctor Bujari: ¿Qué es lo más bonito que has sacado de la representación política que ejerces? ¿Dónde te ves en un par de años?

Nerea Fernández: Mira lo más bonito. Es cierto que este trabajo es muy estresante. Porque hay mucha responsabilidad, pero vamos que para mí es que me llamen de los pueblines más pequeñitos de Extremadura donde les quieren poner en cualquier proyecto de minería o les quiere imponer una planta de biogás.

Que la gente tenga mi teléfono y que me pueda llamar y decirme “oye Nere que tenemos este conflicto. ¿Te puedes venir a que lo conozcas?”

A mí y a mis compañeras, eh, no solo a mí. Para mí es lo mejor porque me siento útil. El parlamentarismo es importante, pero me siento más útil cuando estoy fuera y puedo ser ese nexo de conexión no entre los conflictos sociales y las cámaras representativas.

Luego también, para mí, uno de los momentos más bonitos, de momento, que llevo muy poco menos de un año. Me llamaron de Piornal que es un pueblino. Es el pueblo más alto que hay en Extremadura en las montañas y me dijeron, “mira, ¿nos puedes venir a dar una charla de Palestina?”.

Yo no tengo coche ni tengo nada, pero la gente viene a buscarme a los pueblos más cercanos. Se implican mucho para hacerme las cosas más fáciles y me acogen en su casa. Como no tengo coche, no puedo volver a mi casa.

Pero todo el mundo, sin conocerme, me acoge en su casa, me lleva a todo sitio y eso para mí es como yo me siento útil.

Entonces para mí que me llamasen de Piornal y que me dijesen “sabemos que es muy dificil que aqui no viene mucha gente” y dije “allí que voy” . En esa charla, de verdad, ver a señoras maduras de 80 años aprendiendo sobre el conflicto y aprendiendo sobre la historia de Palestina. Es un recuerdo que lo tengo como oro en paño, para mí es lo más bonito. Es poder sentirme útil porque la gente sabe que puede contar conmigo, como persona de Izquierda Unida. Porque sabe que somos previsibles es decir, la gente sabe que nosotros vamos a hacer ahí, entonces no tiene ningún problema en llamarme y saben que vamos a estar.

Entonces para mí es lo más bonito y luego el ¿dónde me veo en futuro?, pues espero que sea en Extremadura, militando y trabajando en mi profesión. Yo soy técnico en necesidades educativas especiales, quiero volver a mi profesión y seguir formándome en mi profesión.

No sé qué pasará porque yo soy soldado de mi organización, y a mi lo que me diga mi organización y mis compañeras, pero yo espero poder seguir militando en Extremadura pudiendo hacer proyectos que quiero hacer, que por ahora no puedo porque no tengo tiempo.

Proyectos de envergadura militante y poder seguir aquí, poder vivir en Cáceres, poder estar con mi familia, poder trabajar de mi profesión y seguir militando en Izquierda Unida y el PCE. Mi sueño es este.

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