Sin dejar de lado lo tradicional, nuestras raíces y la música que hemos hecho y tocado siempre, hemos querido experimentar con sonidos más modernos; los cuales escuchamos en nuestro día a día.
Por Angelo Nero
En 2014 el universal Kepa Junkera editó “Trikitixaren historia txiki bat”, un precioso disco-libro en el que colaboraba con un grupo de jóvenes pandereteras, Sorginak, que también le acompañaron en su siguiente trabajo, “Maletak”. Los que tuvimos la suerte de acudir a alguno de los espectáculos de alguna de estas giras quedamos hechizados por estas sorgiñas, que en 2002 han decidido volar solas en un proyecto propio, Neomak, que han presentado con el excepcional “Ilargi berriak”, donde mezclan tradición y modernidad.
Neomak, que significa siete lunas, en griego, está formada por siete pandereteras: Amets Ormaetxea Ezpeleta, Eneritz Aulestia Mutiozabal, Leire Etxezarreta Learreta, Alaitz Escudero Unanue, Irati Gutiérrez Artetxe, Garazi Otaegi Lasarte y María Lasa Hilario.
Comencemos por el origen, Sorginak, ¿que le debe vuestro anterior grupo a Kepa Junkera, y cómo fue la experiencia de girar sobre un montón de pueblos y ciudades con los dos discos que grabasteis con él?
Fue una experiencia increíble y unos años de aprendizaje puro. Éramos muy jóvenes, la mayor de todas tenía 18 años, y ya estábamos viajando y tocando por toda la península e incluso internacionalmente. Estamos muy agradecidas de todo lo vivido y aprendido.
También estuvisteis presentes en el documental “Berpiztu”, de Fermín Aio, que se estrenó en el pasado Festival de San Sebastián, y donde se recorre el universo musical de Kepa. Seguro que ha removido un montón de recuerdos esta película, tanto de la geografía física como de la emocional que habéis compartido. ¿Con que músicos habéis compartido escenario en aquella época?
Tenemos unos recuerdos muy bonitos. Hemos compartido escenario con muchos artistas y grupos de toda la peninsula como Galicia, Cataluña, Castilla y Leon etc. Entre otros con Xabier Diaz, Eliseo Parra y Ara Malikian.
Neomak es un nuevo camino en vuestra trayectoria musical, mucho más que un cambio de nombre, y donde han quedado compañeras atrás también. ¿Surge este nuevo grupo de la búsqueda de superar lo tradicional, y aún conservando su esencia, aventurarse en paisajes sonoros más modernos, como la electrónica? ¿cuales son las fuentes de las que se nutren vuestras canciones?
Si, Neomak ha surgido, en un principio, desde un sentimiento de nostalgia y ganas de crear un nuevo camino. Sin dejar de lado lo tradicional, nuestras raíces y la música que hemos hecho y tocado siempre, hemos querido experimentar con sonidos más modernos; los cuales escuchamos en nuestro día a día. Por lo que Neomak es una fusión entre lo tradicional y lo nuevo, entre lo que hemos percibido desde pequeñas y lo que escuchamos y somos hoy en día. Es un cambio no solo en nuestra música sino que también en nuestro discurso.
Es muy llamativa la imagen de portada de vuestro disco, “Ilargi berriak”, donde aparece un rostro cargado de sabiduría, de una persona mayor, aunque vosotras sois muy jóvenes. ¿Es esa imagen un guiñó a vuestras madres y abuelas, a aquellas que os legaron la música popular, y a la modernidad, que se intuye a través de sus tatuajes?
La imagen de la portada retrata lo que es Neomak: todo lo recibido por nuestras madres y abuelas y todo lo que somos y queremos ser y transmitir a las siguientes generaciones. Los tatuajes y las joyas doradas han sido una manera de representar lo nuevo, lo que somos ahora.
La fusión entre tradición y modernidad también se aprecia en vuestra puesta en escena. En vuestros videoclips se ve una imagen muy currada, parece que no dejais nada al azar. ¿Hasta que punto es importante la estética en Neomak?
La estética es importante ya que no tendría sentido que nuestra música y nuestro discurso llevasen cualquier otra imagen o estética. Queremos que todo vaya de la mano y transmitir nuestras ideas en todos los ámbitos que podamos abarcar. Es una estética muy pensada y con significado, al igual que los videoclips.
Para los que os empiezan a conocer fuera de Euskalherria, y que no han profundizado en vuestras letras, ¿podéis decirnos de que hablan vuestras canciones?
El primer disco tiene un desarrollo de principio a fin. Empezamos hablando de las historias contadas por nuestras abuelas y diciendo que nosotras seremos la voz que muchas veces ellas no han podido tener. Seguimos con la crítica de la represión de nuestras abuelas, la iglesia, algunas ideas tradicionales etc. Hacemos un cambio hablando del tabú del sexo y terminamos con una reivindicación y critica a la sociedad de hoy en día con la canción “ XXI.mendekua” que tiene un doble significado: Siglo XXI y Venganza XXI. Es la canción que reivindica el apoyo entre mujeres y el empoderamiento.
Habéis grabado con Haritz Harreguy, que ha producido grupos muy distintos al vuestro, como Soziedad Alkoholika, Berri Txarrak o Barricada. ¿A él, que está asociado más bien al rock, le costó entender esa fusión vuestra entre la tradición y la electrónica?
Se lo tendríamos que preguntar a él, pero no creo que le costase mucho. Tuvimos muy buen rollo tanto personal como laboral desde el principio y creo que eso ayuda mucho a la hora de entenderse.
También ha sido importante la labor en producción de Alejandro Jimbo Paez. ¿Cual ha sido su aportación al sonido de “Ilargi berriak”?
Jimbo ha sido la puerta al cambio y a los nuevos sonidos. Nos ha llevado a un espectro mucho más amplio y es maravilloso trabajar con él, experimentar e ir descubriendo e incluso creando sonidos que son totalmente Neomak.
En muchos medios ya se habla de una “Revolución Trad”, que en Galicia, por ejemplo, tiene muy buenos exponentes como Baiuca, Fillas de Cassandra o Tanxugueiras. ¿Sentís que formáis parte, no ya de un movimiento, sino de una corriente de nuevos grupos que buscan un nuevo camino para la música de raíz? ¿Y en caso de responder de forma afirmativa, cuáles diríais que son los representantes en Euskalherria de esta Revolución Trad?
Si creemos que es una corriente que está cogiendo cada vez más fuerza y por supuesto podríamos ser parte de ella. Tenemos claro que queremos seguir dándole un nuevo sonido e incluso llevando a otros escenarios esa música de raíz. Aunque en Euskal Herria está muy arraigada la tradición y los sonidos de siempre creemos que se está creando un nuevo camino en el que se pueden escuchar los instrumentos tradicionales y orgánicos con sonidos totalmente nuevos, entre los que podríamos nombrar, entre otros: Huntza, Ines Osinaga, Süne, Esne Beltza etc.
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