Necesitamos un Gobierno plural, no monocolor

Javier F. Ferrero

Los cinco escaños del PNV que inclinaron la balanza del Gobierno han quedado en el subconsciente colectivo como el desencadenante del adiós de Mariano Rajoy y del asalto de Sánchez a la cima del ruedo político. Sin quitar mérito al partido nacionalista, huelga decir que si existía una balanza que decantar era por los 67 escaños que aportaban Unidos Podemos.

En el grupo confederal de Unidos Podemos-En Comú-En Marea han sacrificado sus opciones de forzar un Gobierno con PSOE al dar su apoyo sin concesiones. Una loa al entendimiento en pos de un bien para el pueblo: el final de una tiranía liberal, un sistema que ha obviado intencionadamente las necesidades sociales. Este año 2018 era el tercero consecutivo que se confirmaban recortes en Sanidad (5,8% del PIB) , Educación (3,8% del PIB) y Protección Social (16,2% del PIB), pero fue necesaria la constatación del robo institucionalizado del Partido Popular para lograr arrebatarles el poder.

El «sí, se puede» entonado desde la bancada de Unidos Podemos resonaba en todo el Congreso, al saberse el partido morado, al fin, partícipes del gran cambio. Pero el nuevo Gobierno cuenta con 84 diputados de 350 y quieren que esto siga así. Al menos es lo que se desprende de las declaraciones de Margarita Robles al respecto: «Creo que ha quedado clara la posición del señor Sánchez. Él dijo que iba a hacer un gobierno socialista, un gobierno en minoría», indicó en una entrevista en COPE.

La mayoría de estos 84 diputados son más próximos a Susana Díaz que a Pedro Sánchez, una papeleta complicada para el nuevo Presidente. Pero si la batalla interior se presenta espinosa, lo que le espera fuera no le queda a la zaga. Se enfrenta a un Senado con mayoría absoluta del PP, las restricciones impuestas por la política económica pactada con la Unión Europea, los presupuestos de Rajoy y una Mesa del Congreso adversa. Sánchez se enfrenta a un encaje de bolillos muy complejo si no quiere contar con los 68 escaños morados. Gobernar con solo 84 diputados puede ser muy difícil, ya que PP y Ciudadanos pueden torpedear la acción legislativa del nuevo Ejecutivo.

Sería un error monumental que Pedro Sánchez no reconociese aliados en el grupo morado

Unidos Podemos saben que han elegido como presidente a un principal rival político, aun compartiendo un (muy) teórico espacio ideológico. En caso de no entrar a gobernar junto con el PSOE, Unidos Podemos saldrán reforzados si se produce un debilitamiento del partido socialista desde el Gobierno. Peligroso ejercicio, ya que Ciudadanos y sus medidas de segunda fila del Partido Popular, están al acecho. Máxime cuando la caída del partido azul aún no ha terminado, más bien acaba de empezar.

Decía John Ray que «El que no sabe por qué camino llegará al mar, debe buscar el río por compañero». Sería un error monumental que Pedro Sánchez no reconociese aliados en el grupo morado, que no quisiese apoyarse en socios de gobierno en una alianza contra el régimen de privatizaciones y recortes sociales. Nuestra educación, pensiones, sanidad, etc., dependen de ello. Entiéndalo, Presidente.

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