Mujeres combatientes de Kurdistán | Mujer. Vida. Libertad.

Por Rojava Azadi Madrid

Mientras que no haya números oficiales, se cree que entre el 30% y 40% de las combatientes de Kurdistán son mujeres.

Sonja Hamad

Después de que la guerra iniciara en Siria en 2011, la fotógrafa berlinesa, Sonja Hamad, vio muchas imágenes de mujeres combatientes kurdas–pero sentía que no se las hacía justicia a las mujeres. “Las imágenes eran muy sensacionales”, dice. “Las mujeres fueron representadas de la misma manera que los hombres, siempre con armas. Las fotos no dicen nada sobre las mujeres como individuos.”

Nacida de padres ezidis en Damasco, Siria, en 1986, Hamad tenía 3 años cuando su familia se mudó a un pequeño pueblo en el estado de Nordrhein-Westfalen de Alemania. Al ir creciendo, Hamad luchó para hablar abiertamente sobre su experiencia con sus amigos y dice que le resultaba más fácil comunicarse a través de un medio visual, especialmente la fotografía. Entre marzo de 2015 y diciembre del 2016 Hamad hizo tres viajes al Kurdistán iraquí y a la región kurda de Rojava, en el norte de Siria, para satisfacer – y fotografiar – a las mujeres detrás de las armas. Sus imágenes de combatientes son recogidas en “Jin, Jiyan, Azadî” – “Mujer, vida, libertad”.

 

         Kurdistan

● 25-30 millones de kurdos viven en Kurdistán.

● Los kurdos llevan luchando por un siglo por su independencia, pero no han logrado alcanzar el estatus de estado-nación para Kurdistán.

● Los kurdos han establecido una región semi-autónoma en Iraq y Siria. En Turquía e Irán viven bajo un gobierno centralizado.

● En Siria tienen un ejército de liberación conocido como YPG (Unidades de Protección Popular) y una brigada femenina llamada YPJ (Unidades de Protección de la Mujer).

● Las Unidades de Mujeres Libres Estrella, YJA-Star, son las unidades guerrilleras femeninas del Partido de los Trabajadores del Kurdistán que tienes sus bases en Turquía e Iraq.

Dijlin, 19
Al-Malikiya, Rojava, Norte de Siria
Zilan, 19
Sinjar, Kurdistán Iraquí

 

Dijlin y Zilan tenían ambas 19 años de edad cuando Hamad las conoció, estuvo con ellas en 2015.

Dijlin lucha por las YPJ que, con sus contrapartes masculinas YPG, ha luchado contra los yihadistas del ISIS, que han lanzado repetidos ataques en las zonas kurdas de Siria desde 2013. Cuando Hamad conoció a Dijlin había estado luchando durante tres años y había pasado la mitad de ese tiempo en la línea de frente. A pesar de haber sido herida y contra la voluntad de su familia, ella sigue luchando. Muchos de los combatientes son adolescentes cuando se unen. Algunos se inscribirse con el apoyo de sus padres, dice Hamad. Otros han huido de su casa porque sus padres no les permitirían ir.

Nadie quiere perder a sus hijos

Hamad dice que ella construyó una “profunda y honesta conexión”, con las combatientes. “Nos tratamos las unas a las otras como hermanas” dice.

Zilan, 28
Sinjar, Kurdistán Iraquí
Diljin, 21
Sinjar, Kurdistán Iraquí

En las montañas del norte de Irak, Hamad se reunió con miembros de YJA estrella–las unidades femeninas de la guerrilla del partido de los trabajadores de Kurdistán (PKK), que encabezó la participación militar de las mujeres kurdas. Zilan recibió sólo seis meses de formación teórica y un mes de entrenamiento práctico antes de que comenzara a trabajar como médico de urgencias, atendiendo a combatientes heridos fatalmente, dice Hamad. Ella ha visto como cientos de camaradas han muerto y de como tratan de darles un funeral apropiado. Diljin dijo a Hamad que ella está luchando por los derechos de las mujeres. Según Hamad, muchos de las combatientes libran tanto la guerra contra el patriarcado, así como contra los combatientes enemigos.

Las mujeres kurdas tradicionalmente se casan a una edad joven e “incluso si quieren ir a dar un paseo, tienen que pedir permiso”, explica. Luchan por la igualdad en los roles tradicionalmente masculinos y por transformar las percepciones. Para muchas, unirse a la milicia ha sido su primer sabor de la libertad.

Dicle, 23
Hasaka, Rojava, Norte de Siria
Cihan, 25
Kobani, Rojava, Norte de Siria

Muchas de las combatientes que Hamad ha conocido aparentar ser mucho mayores de lo que realmente son. “Sus experiencias producen altísimos niveles de estrés”, dije Hamad.

Es un contante estado de emergencia y sientes su miedo

Ella dice que los hechos traumáticos se producen tan rápidamente que las mujeres no tienen tiempo para procesar sus experiencias. “Estas jóvenes son mucho más maduras que sus contrapartes en Europa, porque ellas han sufrido mucho ya.”

Sanctuarío en las montañas de Qandil, Kurdistán Iraquí

Muchas mujeres combatientes son seguidoras de Abdullah Ocalan, el líder encarcelado del partido de los trabajadores de Kurdistán (PKK). Carteles de Ocalan son una vista común en el Kurdistán iraquí. Hamad dice que la liberación de la mujer está profundamente arraigada en la ideología del PKK. “Ocalan ha declarado que ‘la sociedad no puede ser libre cuando las mujeres no son libres’”, dice. “Incluso desde su celda de la cárcel turca está enviando municiones mentales a las mujeres para su emancipación.”

Shirin, 21
Hasaka, Rojava, Norte de Siria

Los batallones de las YPJ ocupan viviendas vacías abandonadas por familias que huían del conflicto. Una fuerza de voluntarias, que no cobran y dependen de los locales y el ejército para sus alimentos y suministros. “La comunidad kurda es muy solidaria” dice Hamad.

Shirin de 21 años de edad le dijo a Hamad que a pesar de haber sufrido lesiones graves, quiere permanecer en la milicia después de la guerra. Ella es hija única y sus padres están muy preocupados por ella.

Agujeros de Balas
Kobani, Rojava, Norte de Siria

En enero de 2015, las combatientes de las YPJ ayudaron a liberar Kobani, una ciudad en el norte de Siria que había sido sitiada por ISIS desde septiembre del 2014. Cuando ISIS tomó el control, la mayoría de sus 40.000 residentes huyeron a la frontera turca y gran parte de la ciudad fue destruida. En septiembre de 2015, cuando la visitó Hamad, los residentes habían comenzado a regresar.

“Se siente como una película… como si casi no fuera real.”

En la luz suave de la mañana la ciudad arruinada asumió una belleza extraña, pero Hamad debía de pisar con cuidado para evitar que estallarán las bombas sin explotar.

Sin Sentido
Tal Hamis, Rojava, Norte de Siria

En la primavera de 2015, combatientes kurdos ayudaron a reconquistar la ciudad de Tal Hamis en norte de Siria de las fuerzas de ISIS. Tal Hamis había sido estratégicamente importante para ISIS porque ligaba las áreas que controlaban en Siria e Iraq.

Hamad visitó el lugar donde había estado la primera línea de batalla, cerca de la frontera de Irak, donde los combatientes habían sido colocados para la defensa de la ciudad. Ella explora las casas que habían sido destruidas, sus ventanas rotas y paredes perforadas por agujeros de bala.

Guerrilla
Makhmur, Kurdistán Iraquí

Más de 10.000 refugiados kurdos que huyeron de Turquía en la década de 1990, cuando sus pueblos fueron incendiados por las fuerzas del gobierno, viven en Makhmur, campamento de refugiados en norte de Irak.

Después de que el campamento fuera atacado por ISIS en 2014, guerrilleros fueron colocados alrededor de las colinas circundantes para proveer protección.

Hamad dijo que aunque los hombres y mujeres separan en diversos campos durante la noche, suelen entrenar juntos y luchar hombro con hombro.

Esto mantiene la comunidad guerrilla estrechamente conectada y promueve la igualdad.

Los mujeres combatientes kurdas han tenido un “impacto definido en la parte masculina de la sociedad kurda” dice Hamad. “Cuando ven a las mujeres con armas y como luchan, ellos aprenden a respetarlas”.

Este artículo fue publicado primero en https://rojavaazadimadrid.org/

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