México | La urgencia de crear patria

Por Miguel Angel González Laguna

“A galopar, a galopar hasta enterrarlos en el mar”

Paco Ibáñez

La semana pasada en México fuimos testigos de dos fenómenos que aunque distintos entre sí, guardan una característica común y es que las principales víctimas siempre son los más marginados de nuestro país, me refiero al temblor  de 8.2° que afectó sobre todo a los estados más pobres como son Chiapas y Oaxaca con cerca de 100 muertos, y por otro lado fuimos testigos de un nuevo feminicidio, el de Mara Fernanda Castilla Miranda de 19 años.

Estos dos casos han puesto a prueba a la gente decente de nuestro país, sin embargo anticipo que hemos perdido la batalla ante el individualismo, el odio a los marginados, el amor por el dinero, la corrupción y el machismo que inundan las instituciones mexicanas, que nos han hecho desconfiar del otro.

El caso del temblor provocó que miles de personas se solidarizaran para ayudar a los más necesitados, sin embargo, en pocos días el ánimo cayó al ver como las donaciones se usaban para prácticas partidistas o de promoción política que siempre han existido pero las redes sociales ayudaron a visibilizar y también por la difusión de una noticia donde gente marginada aprovechó el accidente de un camión lleno de donaciones para robarlas, estos dos fenómenos afectaron a los que podían dar un poquito más se negaran a hacerlo argumentando la falta de transparencia, la hipocresía de las autoridades y el egoísmo visto por una parte sociedad, todo esto mientras los afectados por el temblor siguen sin poder dormir en un techo porque no se pueden alejar de sus viviendas por miedo a que se roben sus pocas pertenencias; además el gobierno espera terminar de hacer un censo de la destrucción que causó el temblor para después empezar con los trabajos de remodelación, no vaya a ser que le den de más a los que nunca tuvieron.

El caso del feminicidio de Mara Castilla se suma a los casi mil asesinatos de mujeres en México, una vez encontrado el cuerpo de Mara, miles de mujeres y hombres se solidarizaron con los feminicidios que son cosa de todos los días, si embargo, algún sector de la población todavía culpa a la víctima por su asesinato y se burla de la lucha feminista ridiculizándolas y reduciéndolas a una cuantas lesbianas que odian a los hombres y les hace falta sexo. Esto ridiculización ha quitado el foco de atención a lo que realmente sucede, la violencia machista que es  estructural en la sociedad mexicana.

Mujeres que luchan por más espacios libre de machismo, que le lloran a sus muertos ocasionados por una guerra en la que tenían nada que ver

Estos casos solamente me hacen pensar que nos han vencido, han vencido a la gente decente, nos han vencido los canallas que roban sistemáticamente recursos que son de todos los mexicanos, nos han vencido los sinvergüenzas que culpan a las víctimas de su situación de pobreza o de marginalidad (porque eres pobre porque quieres o porqué te vestiste de esa manera te pasó lo que te pasó), nos han vencido los hipócritas que utilizan los medios de comunicación y las instituciones de todos para beneficio de unos cuantos, nos han vencido los partidos políticos que utilizan el dolor de otros en beneficio para otros tantos, nos han vencido los machistas progres que no entienden la dificultad de ser mujer en México, nos han vencido porque nos pusieron a luchar a los penúltimos contra los últimos.

Ante esta derrota ¿Qué podemos hacer?

La única solución que observo es la de hacer patria y no hacer patrioterismo como lo hacen los canallas que en una mano tienen la bandera y la otra la tienen metida en los bolsillos de la gente. Hacer patria para que veamos en cada uno de los marginados a un mexicano y no a un rival, hacer patria para que veamos a hombres y mujeres como compañeros y no como rivales, para que dejemos de decir en los fenómenos naturales sálvese quien pueda y poder pasar al: que nadie se quede atrás, donde dejemos de ver eficiencia y veamos justicia social, donde el pobre recupere su dignidad y pueda decir “en mi hambre mando yo” y porque nadie, absolutamente nadie merece menos de lo que me merezco yo.

Para hacer patria se requieren de muchos factores pero fundamentalmente un nuevo pacto social que cure todas nuestras heridas que aún siguen sangrando, crear nuevas instituciones donde la corrupción deje de ser el aceite que lubrica la maquinaria, donde dejemos el capitalismo de amiguetes que con cada licitación se roban cuanto pueden, donde no tengan cabida los canallas y sinvergüenzas, para que al final construyamos entre todos un México digno y justo para todos y no para unos cuantos. Y para lograr este nuevo pacto se necesitará además de indignación y ganas, de estudio y organización; sólo a través de estudio y organización la gente decente puede hacer frente a tanta barbarie y humillación.

Y por último necesitamos pedir perdón y gracias a todas aquéllas personas que se dejan la vida, a todos y cada uno de ellos que siguen buscando en fosas a sus familiares y amigos, a los que les sigue doliendo lo que les pasa a los demás, a esas mujeres que luchan por más espacios libre de machismo, que le lloran a sus muertos ocasionados por una guerra en la que tenían nada que ver, aquéllos que luchan contra la corrupción, a los periodista que no se callan y lo han pagado con sus vidas, a todos aquéllos que no se cansan de hacer de nuestro país un mejor lugar, para ellos ¡Perdón y gracias!.

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