«Meloni puede cambiar su imagen, pero su verdadera base es fascista»

El inventor de la saga Monterossi define a Italia como «una oligarquía disfrazada de democracia». El izquierdista es pesimista sobre las elecciones del domingo: «En los últimos 11 años, el Partido Demócrata lleva 10 años en el gobierno y siempre ha ido en contra de lo que prometió».

Por Alessandro Ruta / Naiz

Con las novelas que escribió, Alessandro Robecchi se ha convertido en uno de los escritores más populares de novela policíaca italiana. El personaje que creó, Carlo Monterossi, se parece un poco a él: es un escritor de televisión y principalmente de Milán. La saga de Monterossi ha sido traducida a varios idiomas, incluido el español, y en febrero de este año se publicó una serie de televisión basada en los dos primeros libros. Recientemente ha visto la luz la última novela: ‘Una piccola questione di cuore’ (‘Un pequeño asunto del corazón’).

En realidad, Robecchi le ha dado mucho a la pantalla chica. Hoy, por ejemplo, trabaja en el programa satírico ‘Fratelli di Crozza’, pero en el pasado también trabajó durante mucho tiempo en la televisión pública. También es periodista. Ha colaborado o colabora con los medios ‘Il Manifesto’, ‘L’Unità’, ‘Radio Popolare’ e ‘Il Fatto Quotidiano’. Su artículo del miércoles es uno de los momentos más esperados de la semana.

Robecchi es claramente de izquierda. Un poco pesimista también. Más y más. Pero su voz siempre es un termómetro cuando se trata de la situación en Italia. Hablamos con él de las elecciones.

¿Cómo ves la próxima votación? Parece que los italianos están cansados ​​o desilusionados.

El tamaño de la abstención medirá la decepción. Ha aumentado mucho en las últimas elecciones, pero cuando hay que renovar el Parlamento, este fenómeno tiende a ralentizarse un poco. Sin embargo, muchas personas se han dado cuenta nuevamente de que los ganadores no toman ninguna decisión real. Porque hemos tenido gobiernos técnicos o gobiernos formados juntos y se han juntado varias emergencias (pandemia, guerra, precios de la energía). Quien esté en el gobierno tiene que mantener el sistema algo liberal y capitalista, dominado por los mercados.

¿Cómo es Italia hoy?

Este es el único lugar en Europa donde los salarios han caído en los últimos 30 años. La pobreza, por otro lado, ha aumentado significativamente. No hay política de clases y esto, por ejemplo, ha excluido a muchos trabajadores. En definitiva, una oligarquía disfrazada de democracia. No nos puede sorprender que cada vez menos gente crea esto.

Giorgia Meloni es la principal candidata. ¿Da miedo o limpiará su imagen tras salir victorioso?

El líder de Fratelli d’Italia está tratando desesperadamente de aclararse. El punto es que, en el fondo, es un verdadero fascista. Mejor dicho, Meloni es muy rápida y no caerá en las trampas del fascismo. Al mismo tiempo, sus fanáticos están ansiosos porque les resulta difícil aceptar los derechos civiles. El evento de la fiesta de Vox al que asistió reveló el verdadero yo de Meloni. Finalmente, la burguesía italiana no tendría miedo, como en el pasado, de apoyar una fuerza fascista.

«Lamentablemente, la izquierda siempre está del lado de las autoridades. O directamente con la derecha»

El Partido Demócrata ha alentado mucho la campaña contra el fascismo.

Pero AD no puede llevarlo hasta el final. Imagina que Meloni ganará fácilmente, entonces ¿qué puede hacer? ¿Una revolución? El problema es que si gana la derecha, la vida del votante de izquierda promedio, informado y políticamente correcto no cambiará mucho. Una política de derecha no me asusta, al menos en términos de condiciones de vida. Por otro lado, los inmigrantes o los proletarios sufrirán.

¿Qué es la izquierda italiana hoy?

El poder de la clase media, con el lema ‘Ley y orden’. Y a la clase media ultramoderada le gusta mucho ese argumento. Hay que recordar que en los últimos 11 años el Partido Demócrata lleva 10 años en el gobierno, y siempre ha ido en contra de lo que prometió. Por ejemplo, reformas laborales. En todos ellos han reducido los salarios y derechos de los trabajadores. Además, no han cambiado ninguna ley hecha por la derecha. Desafortunadamente, la izquierda siempre está del lado de la autoridad. O directamente con la derecha: no es un secreto que ambas coaliciones estarían de acuerdo en cambiar la Constitución para promover el Presidencialismo.

«Las diferencias entre los partidos de derecha en Italia son significativas»

Pero una derrota aparentemente aplastante le espera al secretario general Enrico Letta.

A ver qué tan grande será el fracaso… Las últimas encuestas mencionan que será enorme, es cierto, pero eso se verá el próximo domingo. Entonces tal vez hablará en nombre de la responsabilidad, tratando de mantener un lugar en el gobierno.

La otra coalición tampoco parece muy unida. Aparentemente, solo el deseo de poder lo mantiene unido.

Estoy de acuerdo. Las diferencias entre los partidos de derecha de Italia son marcadas. La más notable, quizás, sea esta: Meloni es nacionalista y Salvini es autonomista. Esa es una gran contradicción, pero el poder crea una enorme fuerza vinculante. Poderes en general, no sólo los del Parlamento. Poder designar a un amigo para un puesto estratégico en el Estado, por ejemplo. 

La Ley Electoral tampoco ayuda mucho.

A los que obtienen el 30-35% se les da una representación del 60-65%. Es una verdadera estupidez.

Por cierto, Matteo Renzi. Está en coalición con Carlo Calendar. ¿Puede el ex primer ministro «comerse» a su pareja?

Ambos son entidades controladas remotamente. Normalmente deberían estar en el lado derecho. Cuando Renzi dice que las ayudas que se dan a los de bajos ingresos son perjudiciales, está expresando algo que las autoridades económicas están pensando. Por eso los partidos Azione e Italia Viva van tras los votos de Forza Italia de Berlusconi, porque el ADN es el de «Il Cavaliere».

¿Recuperará el Movimiento Cinco Estrellas los votos de la abstención?

El historial del 5S ha sido bastante decepcionante en los últimos años. Han formado gobierno tanto con Liga Norte como con Mario Draghi, pero sin duda son una voz crítica contra el sistema, para romper los equilibrios anteriores. En cuanto a la abstención, creo que todos los partidos recuperarán algunos votos.

Si va Mario Draghi. ¿Un balance de su Gobierno?

Ha sido una especie de troika que ha aumentado la pobreza y favorecido a los empresarios.

“El día 26 del mes, tal vez, veremos nuestros brazos extendidos, celebrando la victoria. Va a ser un espectáculo muy decepcionante».

En las últimas semanas, la competencia vista en la red TikTok, buscando el voto de los jóvenes de Internet, ha sido increíble. Pero, ¿a los jóvenes les interesa esta política actual?

No creo que ser fuerte en TikTok signifique éxito político. Los jóvenes ven los videos de Berlusconi porque actúa como un tonto y en realidad es muy divertido. Pero de ahí a votar… nadie le está hablando en serio a los jóvenes, diciéndoles que pueden vivir dignamente de su trabajo, que el hijo de un médico no tendrá privilegio sobre el hijo de un trabajador, que tendrán bienestar aparte de los ahorros de sus padres, etc. Nadie ha enfatizado eso, excepto un pequeño grupo de izquierdistas. Italia tiene el porcentaje más alto de jóvenes que emigran al extranjero para estudiar o trabajar: hoy en día, a los jóvenes se les dice ‘huye de Italia, sálvate’.

¿Qué pasará entonces, en tu opinión, en la mañana del 26?

Tal vez veamos los brazos extendidos, celebrando la victoria. Será un espectáculo muy decepcionante. No sé, pero creo que no veremos nada bueno, especialmente para las clases bajas. Seguramente los ricos serán felices. La sociedad no.

Uno de sus programas más populares fue «Figu» , para la televisión pública: resúmenes de la vida de personas conocidas y valiosas en cinco minutos. Hoy, si fuera posible, ¿a quién le acortarías la vida, entre los políticos?

Como mencionaste, eran personas valiosas. La mediocridad no es una virtud, ni es encantador. Entonces nadie se lo merecería.

¿Qué haría Monterossi el próximo domingo? ¿Participará? ¿De qué lado podría estar?

No sé, mi carácter es democrático y moderado, soy mucho más radical que Monterossi. Es partidario de la justicia social, sí, pero no creo que sea suficiente. Él estaría confundido, tal vez. «¿Elecciones? Oh sí. Jo, pero ¿fueron ayer? Me olvidé…»

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