Mau Cardoso: “La gran revolución en España, en este momento, es la lucha feminista”

Entrevistamos a la guionista y directora de cine, Mau Cardoso, con la que conversamos a propósito de su película «Las vencidas y no derrotadas», donde pone el foco en la represión franquista sobre las mujeres

Por Angelo Nero

La guerra iniciada con el fallido golpe militar de julio de 1936, no solo fue una guerra contra el legítimo gobierno republicano, fue una guerra contra la educación, contra la cultura, contra los derechos sindicales, contra las libertades civiles, fue una guerra contra los rojos, masones y maricones, contra los que querían quitarse el yugo de los terratenientes y los curas, también fue una guerra -al fin y al cabo como todas las guerras-, contra las mujeres.

Y la guerra contra las mujeres, que sufrieron doblemente el grave recorte de sus derechos y libertades, continúo después de la guerra. Ellas fueron rapadas, encarceladas, humilladas, violadas, sufrieron la muerte de sus padres, hermanos, maridos, les robaron la casa y la hacienda, les negaron el acceso al estudio y al trabajo en igualdad de condiciones que a los hombres, les llegaron a robar a sus hijos. Pudieron vencerlas, pero no pudieron derrotarlas.

La cineasta Mau Cardoso recoge en un documental el testimonio de esas mujeres que muestran sus heridas con orgullo, que no tienen miedo, que tienen memoria, y que gracias a ello no han sido derrotadas. Con ella hablamos, para sumergirnos en la historia de esta guerra contra las mujeres, que ha dejado una profunda huella en nuestra sociedad.

En tu anterior película “Así que pasen cien años”, pusiste el foco en como sufrieron los niños la guerra y la represión fascista, y en “Las vencidas y no derrotadas”, hablas de las consecuencias del franquismo en las mujeres. ¿Que te llevó a continuar narrando ese periodo oscuro de nuestra historia, y porque decidiste que ahora tocaba hablar de la represión desde ese ángulo?

Cuando grabé “Así que pasen cien años”, al final del largometraje hago una entrevista a Virtudes Ávila, y la historia de esta señora me impactó. Huérfana en la guerra civil, torturaron y mataron a su padre, a su madre la asesinaron cuando estaba embarazada de ocho meses, y como ella misma cuenta, el sepulturero cuando iban a enterrar a la madre, como vio que se movía en el vientre el niño, le pegó un tipo para matar también a la criatura. Y como me impactó tanto esta historia, decidí que el siguiente proyecto fuese sobre las mujeres, sobre lo que nos arrebató el franquismo, sobre todo lo que perdimos, y además la fuerza que estas mujeres han tenido para seguir adelante, continuar con su vida y ser fuente de inspiración. Son unas personas con una valía histórica impresionante, y han conseguido que España haya sido distinta a lo que podía ser. De ahí arranca el proyecto de este documental.

Guerra civil y represión es el primero de los apartados de “Las vencidas y no derrotadas”, en el que Paqui Maqueda nos dice “no solo eran hijas o madres, o esposas de personas destacadas del mundo sindical o político, sino que la mujer también tenía un papel, por ejemplo nos encontramos con muchas mujeres fundadoras de sindicatos, y esas mujeres debían de ser eliminadas”. ¿Se ha invisibilizado el papel de las mujeres en la República hasta el punto de pensar que la represión solo se cebó en ellas por sus lazos familiares y no por su participación en la causa republicana?

Efectivamente. Paqui Maqueda es una persona de un gran valor, de un conocimiento y una lucha constate por la Memoria Histórica y por la democracia, porque ambas cosas tienen que ir unidas. Cuando conseguí que Paqui estuviese en el documental me sentí muy bien, porque tiene un discurso maravilloso y todo lo que dice lo siente. Sus palabras son muy ciertas, represaliaron, violaron y mataron a mujeres en la guerra civil, y a continuación, en lo que fue esa dictadura tan cruel, y les hicieron todo eso además de por ser esposas o madres de, por el mero hecho de ser mujeres, y porque también ellas eran depositarias de unos valores republicanos, que había que eliminar… Eran mujeres que estaban en primera línea, habían accedido al voto, ellas asistían a encuentros sindicales, hacían manifestaciones, se unían, tenían una solidaridad abrumadora, empezaban a conocer y a destacar en temas feministas.

Si, la República trajo a España muchos valores e intentó que este país fuese otra cosa, para las mujeres fue algo impresionante, y eso, lógicamente, el fascismo tenía que eliminarlo, y tenía que eliminarlo de raíz. Entonces, después de la sublevación, y durante la guerra, masacró impunemente a muchos hombres, pero hubo muchas mujeres que fueron también masacradas. A los hombres se les ha dado, en democracia, su lugar, se les ha reconocido, pero a las mujeres todavía no, y eso es muy triste, y las mujeres tenemos que seguir luchando por todo ello. No somos ciudadanas de segunda clase. Hemos sido ciudadanas de primera clase y lo seguimos siendo, y eso lo tienen que asumir, y es verdad que el feminismo, como forma de vida, no lo aceptan y no lo han aceptado ni los partidos de derechas ni los partidos de izquierdas, aquí la mujer está siempre en segundo plano, y siempre es “vamos a dejar esto para un poquito más adelante, ahora no es el momento, ya veremos”, pero la gran revolución en España, en este momento, es la lucha feminista, y mientras eso no se asuma seguirá habiendo mujeres que sigan luchando para conseguirlo.

En segundo lugar, habrá una serie de conflictos en esta sociedad, que son absolutamente innecesarios si la mayoría de los hombres comprendiera y asumiera esto: la mujer es igual al hombre, y si eso fuese asumido, muchísimos conflictos no se darían, no ya en temas como la violencia de género, si no en el día a día, en nuestro trabajo, en nuestro ocio. La sociedad cambiaría radicalmente, y mejoraría, tanto para los hombres como para las mujeres.

Queipo de Llano hizo toda una declaración de guerra a las mujeres cuando dijo “Nuestros valientes legionarios y regulares han enseñado a los cobardes de los rojos lo que significa ser hombre. Y, de paso, también a las mujeres. Después de todo, estas comunistas y anarquistas se lo merecen, ¿no han estado jugando al amor libre? Ahora por lo menos sabrán lo que son hombres de verdad. No se van a librar por mucho que forcejeen y pataleen”. Otro de los testimonios del film, Martirio Tesoro asegura que“el cuerpo de la mujer fue utilizada como arma de guerra”, ¿Se puede hablar de una estrategia definida para expandir el terror entre la población a través del cuerpo de las mujeres?

Totalmente de acuerdo. Martirio Tesoro es una persona maravillosa, una gran luchadora por los derechos de la mujer y por las libertades en general, y estoy agradecidísima tanto a ella como a las demás compañeras que participan en el documental. Efectivamente el discurso de Queipo de Llano está enlazado con lo que te decía antes, la sociedad machista necesita tener a la mujer discriminada, la necesita para seguir perpetuándose en el poder, esto lo saben y cuanto más poder quieren tener, más presión hacen sobre la mujer para tenerla discriminada y absolutamente acorralada, y que no pueda ejercer sus derechos. Y eso ¿como lo consiguen? Sembrando el terror.

Queipo de Llano fue un genocida, hacia todo el pueblo, y en especial hacia las mujeres. El miedo que tenían que pasar las mujeres escuchando a ese hombre tuvo que ser horroroso, y saber que tenía a sus ordenes a unos individuos a los que daba patente de corso para violar y matar a las mujeres. Hay que ser muy machista, muy fascista y muy mala persona. Era realmente un genocida. Llega un momento en que una se cansa de ser prudente, las cosas tienen un nombre, y ese nombre está creado para algo, y hay que utilizarlo, y así también podemos visualizarlo. Si, antes de la guerra fue a través de Queipo de Llano y muchos más, ahora hay otros sujetos que quieren hacer lo mismo. Y los hombre tienen que cambiar, y tienen que reconocer, y las mujeres tenemos que ponerle nombre a eso. Queipo fue un genocida porque quiso sistemáticamente la muerte, la violación de las mujeres, porque no tenían su ideología, incluso algunas que tenían su ideología, también estaban amenazadas. Ellas también fueron vencidas.

Un colectivo especialmente vulnerable fueron las mujeres gitanas, triplemente vulnerables, me atrevería a decir, por ser mujeres, por ser pobres y por ser gitanas, y también triplemente invisibilizadas. Si se habla poco de la Memoria de las mujeres, de lo que padecieron bajo el franquismo, se habla menos de la represión de las gitanas, ¿no es cierto?

Cuando estuve pensando como iba a ser el proyecto, había una parte que yo quería introducir, y era, precisamente, a las mujeres gitanas, por todo lo que tu acabas de señalar. Además de ser mujeres, muchas de ellas eran pobres, y estaban absolutamente discriminadas. Tuve la inmensa fortuna, a través de Charo Carrasco Tristancho, mi asesora experta en estudios de género, contactamos con Felipa Medrano, que es una persona muy combativa, y que lleva con mucho orgullo el ser gitana, para demostrar al mundo que ser gitana es un valor, que no merecen discriminación por ello, y tanto Felipa como Malena Soto me acompañaron en este recorrido, y yo me siento muy orgullosa de haber incluido en el documental sus testimonios. Es cierto que si las mujeres estaban absolutamente amedrentadas, reprimidas y represaliadas, las mujeres gitanas lo estaban doblemente.

Hoy se considera que la mujer gitana tiene los mismos derechos, pero solo en teoría, en realidad sigue habiendo racismo, y eso se nota en muchas cosas, y ellas lo cuentan en el documental, y me gusta que esté incluido porque llama mucho la atención. Mucha gente me dice después de ver la película que este tema no ha sido tratado, y considero que ha sido muy importante llevarlo al documental, era muy necesario, porque la sociedad española tiene también aquí una deuda, y es necesario que se visibilice.

Hace años estuve en la celebración del día del holocausto, en Roma, en un Campamento Gitano, y recordaban todos los años a las víctimas gitanas de los nazis, y me llamaba la atención, porque en España el tema de los gitanos, en el movimiento memorialista, está totalmente invisibilizado, y ellos sufrieron el franquismo como el que más, especialmente en el caso de las mujeres.

Evidentemente los gitanos han sido perseguidos a lo largo de la historia, en España y en otros países, y sin embargo conservan su identidad, y siguen adelante como pueblo, con sus tradiciones y su cultura, y eso es algo que debemos de poner en valor. El mundo sería mucho más humano si consiguiéramos comprender que somos iguales, y eliminaríamos cantidad de problemas.

Poco a poco se van desenterrado historias que nos hablan de esa guerra contra las mujeres que emprendió el franquismo, como “Las trece rosas”, o “Las diecisiete rosas de Guillena”, pero aún así, todavía hay instalado un cierto negacionismo en la sociedad, sobretodo entre los votantes de las derechas, que llegan a afirman que el franquismo no fue tan malo, que fue una dictadura blanda. ¿Esto se debe a una educación deficiente, a unos medios de comunicación cómplices, o a que la izquierda no ha hecho una pedagogía eficaz para eliminar este discurso?

Creo que un poco de todo esto. Esta claro que no solamente en España, si no en el resto del mundo, a la mujer no se le considera en igualdad de condiciones con el hombre, y eso genera en las sociedades, en función de su grado de democracia, y quien la esté dirigiendo, ciertos miedos. En el fondo, los hombre tienen miedo a perder su poder, y los partidos de izquierdas, todos ellos, están conformados, en su gran mayoría, por hombres, y eso les hace sentir que pueden poder perder de gestión, de decisión, poder económico… si a eso le unes una prensa, en su mayoría, que está absolutamente instrumentalizada, donde hay una desinformación, y unido al poder económico que piensa que su valía la va a disminuir en el momento en que las mujeres lleguen a ese poder en igualdad de condiciones, con todo esto, tenemos lo que hay en este momento. Pero hay mujeres, antes y ahora, que harán lo imposible para que eso se consiga eliminar.

La Desbandá, la masacre de la carretera de Málaga a Almería, fue uno de los mayores ataques franquistas a los civiles, que escapaban con lo puesto ante la inminente llegada de las tropas fascistas a su ciudad. Otra vez la mayoría de las víctimas fueron mujeres, que huían del pillaje y del saqueo con sus hijos en lo que el médico Norman Bethune, la describió como «doscientos kilómetros de miseria». ¿Porque quisiste destacar este episodio de la guerra civil, en un documental sobre la represión sufrida por las mujeres?

Antes hablábamos sobre el negacionismo, porque no interesa que se sepa la verdad, y los medios en su mayoría la tergiversaran, y la forma que tienen de hacerlo es o bien negando la verdad o diciendo mentiras, como que el franquismo era perfecto. Pues no, Franco fue un genocida. Y con respecto a la Desbandá, ciertamente las mujeres son la parte más débil, porque no está en situación de igualdad, y en una guerra más todavía, porque se ocupaban no solo de ellas mismas, si no que además se ocupaban de los niños y de las personas mayores, eran un foco de auxilio. En el caso de la Desbandá, ellas se hicieron cargo de los que podían avanzar menos, cuando la gente huyó de Málaga ante la inminencia de la entrada de las tropas franquistas, porque eran mayoría las mujeres con niños y con personas mayores, y eso fue horroroso. Si ves el lugar donde ocurrió te puedes imaginar el pánico que debieron sentir esas personas, que veían como aviones, barcos y tropas fascistas, tanto franquistas, como alemanes e italianos, los iban masacrando, a una población civil indefensa. Miles de personas perdieron la vida. Y eso, durante mucho tiempo, fue silenciado. El bombardeo de Gernika fue horroroso, pero el de la carretera de Málaga, fue todavía más terrible. Y al producirse en una región, que durante el franquismo, y aún ahora, tuvo un subdesarrollo, ha sido como más fácil el ocultarlo, aunque la verdad siempre sale a la luz. Aquello fue un crimen contra la humanidad.

Hay relatos que son escalofriantes, hay una niña, que ahora ya es muy mayor, que cuenta que llegó un momento en el que iba ya con los pies destrozados, porque salían de sus casas, muchas veces, con lo puesto, sin agua, sin comida, muertos de miedo, caminando de noche, para que no los vieran, porque de día eran ametrallados, bombardeados, y se perdían las familias, pero había que seguir, buscando un punto de salvación. Y esta niña cuenta que se quedó, que no podía más, ya no sabía donde estaba su madre, y se sentó esperando la muerte. La Desbandá debería ser un símbolo, como en Alemania los campos de concentración, para que la gente de hoy y de mañana, tome conciencia de lo que fue.

El hambre, las cartillas de racionamiento, las falta de condiciones y de asistencia sanitaria, la inexistencia de saneamiento, e incluso la escasez de agua potable, el paisaje que dejaba la guerra entre las clases más humildes, los hacía doblemente víctimas, otra vez fueron las mujeres, principalmente, las que tuvieron que enfrentarse a estos problemas. Se ha escrito mucho sobre los hombres que formaron la resistencia, ¿pero no fue esta resistencia cotidiana mucho más importante, la que tuvo que combatir con la misera?

No es que fuera más importante, era primordial el papel de las mujeres durante la guerra, y después durante la represión franquista y la dictadura. Fueron el soporte de familias enteras, también como enlaces de la guerrilla, incluso hubo guerrilleras en las primeras líneas de combate, estuvieron en los hospitales, en las escuelas, y tuvieron el valor para intentar sacar un plato de comida de la nada, porque había que seguir adelante. Y no solamente que se pasase hambre, si no que en mismas cartillas de racionamiento, había primera clase y segunda clase, y se prioriza a la gente más destacada. Además haciendo que las mujeres se sintieran culpables, en boca de todo el mundo, a las que no estaban en ese ámbito nacional-católico, y eran humilladas, lo que se unía al hambre. Había que saber muy bien lo que hacías, para mantener a tu familia, para salvar tu trabajo, porque te podían enjuiciar por cualquier cosa, y esa parte tampoco se da a conocer, todo lo que han tenido que pasar, en silencio.

Antes hablábamos de resistencia, y lo cierto es que la resistencia armada, la que existió en las sierras y en los bosques, no pudo haber sido posible sin las mujeres que hacían de enlaces, las que llevaban comida y ropa al monte, las que hacían de correo, e incluso hay muchas que tomaron también las armas. ¿Al hablar de la guerrilla antifranquista no se ha invisibilizado también el papel de la mujer?

Totalmente de acuerdo, no es justo. Ni partidos de derechas ni de izquierda quieren feminismo, y los movimientos memorialistas por muy loable que sea su fin, en su mayoría tampoco apuestan por la liberación de la mujer. Este documental, que es muy sencillo y hecho con mucho esfuerzo, porque además nos pilló el confinamiento, pero conseguimos terminarlo, y el resultado es muy digno, ha sido reconocido en festivales, en Argentina, en la India, en Camboya, en Cuba, en Venezuela, donde has echado muchos medios. Pero en España, a donde lo he mandado a más cien festivales, y no he tenido buena respuesta, porque trata un tema de mujer, y un tema de Memoria. Al principio pensaba que si no me lo seleccionaban era porque no gustaba, pero paralelamente empezó a ser seleccionado para festivales extranjeros. Porque, en el fondo, no les gusta que salga el tema de las mujeres. En los actos de la Desbandá me pidieron la película para proyectarla, pero al final eligieron otra. Y eso es por falta de calidad democrática en la sociedad.

Uno de los crímenes más silenciados contra las mujeres ha sido el robo de bebés, que no hace muchos años que ha comenzado a denunciarse, llegando incluso a la querella argentina, a través de mujeres como Paqui Maqueda, que aparece en el documental. ¿Cómo puede un país que se llama democrático, seguir ignorando un crimen de lesa humanidad como este?

Se ignora porque las víctimas son mujeres, si las víctimas fueran hombres, a esta hora más del cincuenta por ciento de los bebes robados ya estarían con sus familias, pero como fueron madres, mujeres a las que les robaron los hijos, sufrieron esto, y encima las trataron de locas, a la madre de Paqui Maqueda, su mismo marido, cuando le preguntó por su hijo, le dijó: la acabamos de enterrar. Al principio pudo ser un tema de represión, pero después vieron, a través de la iglesia católica, de notarios y médicos, vieron una posibilidad de negocio, sabiendo que había una impunidad. Primero porque ese crimen lo cometían franquistas, y porque las víctimas eran mujeres.

Yo creo que aquí debiéramos haber hecho el camino que hicieron en Argentina, con las Madres de la plaza de Mayo, a las que, curiosamente, también llamaron locas en su día, y lograron convertir un crimen que era contra las mujeres, en un crimen contra toda la sociedad, y llevó dentro de si que era un crimen contra todos, contra el país.

También hay que tener en cuenta que los hechos que sucedieron en Argentina fueron en una época mucho más tardía, y era más difícil ocultar esos crímenes, pero en España hay que enmarcarlo en una guerra civil de tres años, en una post-guerra larguísima, y en un apoyo de la iglesia total. Yo no se si los bebés en Argentina fueron robados con la implicación de la iglesia católica, pero aquí la iglesia estuvo al frente de todo eso, fue una parte muy importante del robo de bebés. Y la sociedad no reconoce determinadas circunstancias, o bien porque no se las han dicho, o porque las descubre tarde, o no quiere descubrirlas y prefiere pasar página, y por eso no hay una madurez democrática, porque el franquismo sigue estando ahí. Intocable.

También se documenta en la película el retroceso en los derechos de las mujeres respecto a la etapa republicana, necesitaban el permiso del padre o del marido para abrir una cuenta bancaria, para comprar una propiedad, para viajar al extranjero, se convirtieron en ciudadanas de segunda. ¿Este recorte de sus derechos no lo sufrieron solo las mujeres republicanas, sino el conjunto de las mujeres que vivieron bajo la dictadura de Franco?

Las mujeres fueron vencidas, pero no solamente las mujeres republicanas, fueron vencidas todas, las que apoyaban el franquismo y las que no, distinto es que las que eran franquistas lo percibieran de otra manera, pero sufrieron el recorte de sus derechos, exactamente igual. Te voy a poner un ejemplo: yo me casé en el año 73, nací en Portugal, aunque me crié en Galicia, en Vigo, y me casé con un ciudadano español, y en ese momento me obligaron a renunciar a mi nacionalidad portuguesa, y automáticamente pase a tener nacionalidad española. Pero no podías abrir una cuenta, para tener un negocio necesitabas el permiso de tu padre o de tu marido. Si había un poco de dinero en la familia, era el niño el que estudiaba, la niña no, porque con que supiera coser y cocinar, total, se iba a casar, y era una perdida de tiempo y dinero que estudiara. Pero eso pasaba entre las pobres, y entre las pudientes también. Por ser mujer eras una ciudadana de segundo y, en algunos casos, de tercera.

La educación también estaba segregada, otra de las protagonistas cuenta que “las niñas estaban en una clase, y los niños en otra, a mí en la clase me enseñaban a bordar, a zurzir, a hacer labores que se entiende que eran las que yo iba a tener que hacer porque yo, fundamentalmente, estaba destinada a mantener una casa y una familia”. ¿Se puede decir que la represión que el régimen ejercía sobre las mujeres comenzaba en la infancia?

Si, en el momento en que nacía un niño o una niña, su destino estaba marcado, en cuanto en su capacidad para convertirse en ciudadano de una sociedad. Aunque fuera la familia más de izquierdas que había. Yo he estado en el instituto en Vigo, y he aprendido a coser y a bordar, había una hora en la que venía una profesora de Falange a darnos clase, y hacíamos patrones, aparte de las clases de formación político-social, donde nos hablaban de unos valores falangistas. Cuando a una niña, en la escuela, en su casa, en el instituto, entre sus amistades, va viendo que la colocan siempre atrás, termina en muchos casos por aceptar que tiene que estar ahí, en segundo plano, y eso está pasando también hoy en día, y no es lo mismo una democracia que una dictadura, aunque la nuestra no sea perfecta, pero a nosotras nos marca, desde que nacemos.

Y luego que fueron cuarenta años de machaque ideológico, que explican lo que tenemos ahora. Hay que mirar hacia atrás, para saber de donde venimos, pero, afortunadamente a las mujeres, como dices en tu película, pudieron vencerlas, pero no derrotarlas, y mujeres como Paqui Maqueda o Mau Cardoso, están ahí, para mostrarnos el camino.

Una persona a la que respeto y quiero muchísimo es a Virtudes Ávila, que para mí es inspiradora, y el punto de partida de mi documental, y ella, al final de la entrevista, decía: “yo soy rebelde, y rebelde me voy a morir”, y yo quiero ser como Virtudes. No podemos perder esa capacidad de rebeldía, y menos hoy día con las amenazas tan graves que tenemos ahora mismo a nuestros derechos como mujeres, porque es una amenaza grave contra la democracia, pero sobretodo contra las mujeres, hay gente que niega que exista la violencia de género, algo que no puedo entender. Y hay que seguir en la lucha.

Yo siempre afirmo que este capítulo que estamos viviendo ahora, es uno más de la guerra contra las mujeres..

Claro que hay una guerra, cuando tu a un ser humano, en este caso a una mujer, le estás negando desde el inicio de su vida, unos derechos, y la estás colocando en un raíl, y por ahí tiene que ir, y todo lo que sea apartarse de ese camino es castigado.

Además es muy evidente, ahora que estamos viviendo la configuración de los ayuntamientos, los concejales de VOX, lo que están pidiendo para gobernar con el PP, no es quedarse con una concejalía u otra, si no eliminarla, eliminar la concejalía de igualdad, la de memoria, y si, nos despistamos, la de cultura. Es terrible, porque es un fascismo que ya no se maquilla.

Pero siempre, el gran objetivo a batir es la mujer, pero no solamente en España. Las mujeres están conquistando espacios públicos que les estaban vedados, y pienso que no hay una marcha atrás, o si la hay, por lo menos con la conciencia de que se está produciendo. ¿Por qué quieren eso? Porque saben donde hacen daño. Hay temas que afectan a toda la sociedad, como el medio ambiente, pero ellos prefieren el de igualdad, porque saben que van a tener el apoyo de hombres de otros partidos, y eso les va a dar un poder que no tendrían en otro área. La verdad es que son muy buenos estrategas, porque así van a conseguir más poder.

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