Con la instalación del punto de control de Azerbaiyán y el bloqueo, prácticamente la tarea de la fuerza de paz ha quedado reducida a ser observadores de lo que está ocurriendo sin ninguna posibilidad de intervenir ni cumplir con el mandato tripartito firmado por Armenia, Azerbaiyán y Rusia al final de la guerra.
Por Diario Armenia
Mario Nalpatian, miembro del Consejo Nacional Armenio Mundial, y vicepresidente de la Internacional Socialista, se refirió al bloqueo de la República de Artsaj (Nagorno Karabaj) por parte de Azerbaiyán durante una entrevista con el periodista Jorge Elías en el programa de Fernando Bravo por Radio Continental AM 590 el 4 de agosto.
«El bloqueo ya lleva casi siete meses. Es un bloqueo que ha ido endureciendo sus características, porque en la actualidad tampoco se permite el tránsito de las ambulancias y de aquellos equipamientos que permiten el traslado de enfermos casi en situaciones terminales hacia la República de Armenia para continuar con tratamientos, o en otros casos, salvarles la vida en situaciones extremas. Este bloqueo está generando condiciones objetivas para considerarlo un genocidio que ya está en marcha, porque hay antecedentes en la comunidad internacional, que fue lo que motivaron la consulta del presidente de la República de Artsaj a nuestro compatriota y experto Luis Moreno Ocampo», remarcó Nalpatian, luego de que Jorge Elías explicara la situación. «En sí, lo que estaba ocurriendo como consecuencia de ese bloqueo podía considerarse como crímenes de lesa humanidad y era elemento suficiente para catalogarlos o identificarlos, tipificarlos como genocidio. Moreno Ocampo considera que hay elementos suficientes, hay situaciones similares ocurridas con otras etnias en otros lugares del mundo que permiten tipificar lo que está ocurriendo como un principio de genocidio», agregó Nalpatian.
«Las fuerzas de paz rusas que llegaron ahí como consecuencia del acuerdo tripartito el día de finalización del conflicto en 2020, tuvieron hasta la instalación del bloqueo un comportamiento muy equilibrado para mantener y evitar situaciones de conflicto. Si bien ellos procuraban no intervenir, aseguraban el paso en ambos sentidos de vehículos, había un flujo de 400 toneladas casi diarias desde Armenia hacia Karabaj. Con la instalación del punto de control de Azerbaiyán y el bloqueo, prácticamente la tarea de la fuerza de paz ha quedado reducida a ser observadores de lo que está ocurriendo sin ninguna posibilidad de intervenir ni cumplir con el mandato tripartito firmado por Armenia, Azerbaiyán y Rusia al final de la guerra», señaló el dirigente armenio.
«Luego de la guerra de septiembre a principio de noviembre de 2020, en plena pandemia, Azerbaiyán ocupó territorio de la República de Nagorno Karabaj. En esos territorios, tenemos información que más allá de tropas y algunos civiles que cumplen tareas de infraestructura, de instalación de barricadas, de cordones de hormigón, no hay aún civiles instalados en la región. Lo que hay es el pequeño territorio que ha quedado en poder de las autoridades armenias, que de 13.000 kilómetros que tenían al comienzo de la guerra, hoy apenas son 2.400 kilómetros. Los habitantes armenios de Artsaj, que son los únicos habitantes, y las autoridades rechazan de plano la integración por la fuerza de ese resto de territorio a la administración de Azerbaiyán», detalló Nalpatian.
«Hay elementos concretos, objetivos y suficientes para afirmar que, en caso de integrarse -cosa que no va a ser-, habrá posibilidades de una limpieza étnica. Esto es así dada a la política persistente durante años, encabezada por el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, de odio y discriminación hacia los armenios. El Presidente de Azerbaiyán, previo a la guerra, dijo que para él, cualquier armenio en cualquier parte del mundo -nos incluía a los argentinos de origen armenio-, eran sus enemigos. De esa forma se formaron jóvenes en sus escuelas, entonces la posibilidad de integración de los armenios está descartada».
Al comienzo de la entrevista, Jorge Elías, quien fue galardonado en 2013 con el premio al periodismo argentino Hrant Dink por su compromiso con los derechos humanos y la Causa Armenia, explicó los últimos acontecimientos del conflicto: «Es una situación que es realmente agobiante para los pobladores de una región que queda en el límite entre Armenia y Azerbaiyán. Estamos hablando de Nagorno Karabaj o Artsaj, la república de Artsaj no reconocida por la mayoría de los Estados pero que tiene una identidad propia. Esa identidad propia guarda también relación con ser realmente una parte de Armenia. Azerbaiyán insiste en que le pertenece y ha bloqueado el único paso, el único camino que conduce hacia Armenia y deja de ese modo prácticamente en situación de emergencia y riesgo de hambruna a unas 120.000 personas que residen allí. En la última semana, se supo que el exfiscal adjunto del Juicio a las Juntas y expresidente del Tribunal Penal Internacional, Luis Moreno Ocampo, argentino, reclamó en una carta al régimen azerí que explique las razones por las cuales mantiene bloqueado ese único paso que existe para abastecer medicinas y alimentos a quienes residen en Nagorno Karabaj».
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