En la ANTICOP estamos haciendo una crítica profunda a estas 29 reuniones que se han realizado en el marco de las Naciones Unidas por el Clima, ya que, literalmente, no han hecho nada.
Por Betty Arslanian | 10/11/2024
En el marco de la COP29, como comunidad armenia, también se está haciendo una campaña en torno a pedir la liberación inmediata de rehenes armenios, que hay en este momento detenidos en Bakú ilegalmente, y estaba cubriendo toda esta cuestión, y me pareció súper interesante lo que había encontrado sobre su organización, y sobre la movilización que estaban haciendo entorno a la ANTICOP, y se me plantearon varias cuestiones.
Para los que no saben nada de su organización, ¿cómo la describiría, cuales son los objetivos, las misiones, por quien está integrada?
Mi nombre es Mario Castillo Quintero, soy integrante de la Asamblea de Pueblos Indígenas del Istmo en Defensa de la Tierra y del Territorio (APIIDT), somos una organización territorial de base integrada en la región del Istmo de Tehuantepec, en el sureste de México, y nos creamos hace unos 17 años en la lucha contra la implementación de los parques eólicos, y de las falsas soluciones para nuestro territorio. Desde el inicio en nuestra organización hemos mantenido una narrativa de las construcciones geopolíticas de la economía transnacional, y de los impactos directos sobre el territorio, y eso nos ha hecho crear relaciones locales, nacionales e internacionales, para poder denunciar y visibilizar la lucha, y poder compartir experiencias con otros pueblos indígenas, originarios, campesinos, y también con diferentes sectores del movimiento social.
¿Cooperan con otras comunidades nativas de otras regiones de México, o incluso de otros países?
Una de nuestras fortalezas es la construcción estratégica de alianzas, de hecho, a nivel nacional, somos parte de un proceso que se llama Congreso Nacional Indígena, que es una estructura formada por muchos pueblos indígenas del país. También somos parte de algunos esfuerzos nacionales, de comunidades indígenas en territorio, que han sido desplazadas hacia zonas urbanas o periféricas, y a través de todo esto tenemos acciones de exigencia al reconocimiento de derechos territoriales y a la defensa de nuestros derechos como pueblo, de nuestros derechos humanos, pero también en la articulación de estrategias jurídicas, mediáticas y políticas para detener la instalación de proyectos extractivos o luchar contra cierto tipo de políticas que vulneran los derechos.
En relación a la COP29, ¿cual es la postura y en que consiste el movimiento ANTICOP que ya estuvieron anunciando?
Para nosotros, ha sido muy importante la convocatoria que hemos hecho a lo que le llamamos Encuentro Global por el Clima y la Vida o, como se ha popularizado, ANTICOP 2024, en este espacio estamos haciendo una crítica profunda a estas 29 reuniones que se han realizado en el marco de las Naciones Unidas por el Clima, ya que, literalmente, no han hecho nada, todas estas reuniones han terminado en una serie de falsas soluciones y de compromisos diplomáticos e institucionales que no han hecho otra cosa que exacerbar los procesos de despojo, de extractivismo, en los territorios de los pueblos indígenas. Nosotros lo vivimos, de primera mano, con todos los parques eólicos que se han instalado, que proviene del llamado Protocolo de Kioto del 97, y que se aceleró con el tema de los bonos de carbono, y toda esta economía especulativa sobre la solución a mitigar lo efectos de la crisis climática.
Para nosotros, las últimas tres COP han sido, geopoliticamente, muy cuestionables, por ser en la zona de los Emiratos Árabes, con los principales responsables de la crisis climática, que son estos millonarios que tienen las empresas de combustibles fósiles, tenemos a la de Egipto, a la de Dubai, y ahora la que sigue es la de Azerbaiyán, en donde nosotros tenemos claro todo el desplazamiento y el despojo que ha existido en contra del pueblo armenio, y que justamente se hacen estos eventos en lugares geopolíticos y con un profundo fondo histórico-político.
No podemos dejar desapercibido, como pasó en Dubai, en Egipto, y ahora en Azerbaiyán, que hay cosas estructurales en el territorio de las que no se está hablando y que forman parte de esta crisis climática, que es un elemento más de una crisis civilizatoria. Entonces, para nosotros, todos estos años, nos hemos convocado a reunirnos en diferentes espacios, para poder pensar como pueblos, como comunidades, que estamos viviendo una guerra abierta, incluso de alta intensidad por el acaparamiento de nuestros territorios, a poder generar articulaciones y alianzas que nos permitan fortalecer.
Es así que creemos necesario fortalecer este encuentro llamado ANTICOP 2024, previo a la COP en Azerbaiyán, y también hacia el próximo 2025, en la COP que se va a celebrar en Brasil, en Belém, en territorio indígena, porque va a ser un momento interesante en el continente, porque desde que hubo la última cumbre aquí, en 2014, en Cancún, México, no ha vuelto a haber otra a nivel territorial. Va a ser un momento histórico en el que el movimiento continental indígena y campesino se va a volver a sumar, pero para eso no queremos llegar con los ojos vendados ni con discursos falsos, sino que queremos generar propuestas de articulación efectivas, que permitan evidenciar y visibilizar procesos, demandas históricas, territoriales, para poder enfrentar a este gran enemigo común que no solo nos está arrebatando el presente, sino está amenazando el futuro de la humanidad.
Conociendo su postura con relación a la próxima COP ¿En las anteriores COP ustedes se han sentido incluidos?
No, nosotros hemos participado en redes que se han intentado hacer entre pueblos que no aparecen representados en estos espacios de la COP, es tal que la región Mesoamericana, todo lo que implica el sureste de México, Centroamérica y el norte de Sudamérica, que es Colombia y Ecuador, aunque ahora Colombia tiene un papel importante, pero pareciéramos que no estamos en el mapa de estas discusiones, y sin embargo nuestros territorios son objetivos claves de estas discusiones. Ahí no estamos respresentados, ahí no está la voz de nuestras comunidades, ahí no están todos los dolores, ni tampoco todos los impactos que ha provocado estas políticas económicas, que son estructurales.
No nos representan esos espacios, lamentablemente, y representamos mucho a los pueblos y a las organizaciones que acuden ahí para levantar la voz, pero a nosotros si nos preocupa que seguimos pensando en soluciones desde arriba cuando las soluciones siempre han estado aquí abajo, en los territorios, en las comunidades.
Cómo sabrás, los pueblos indígenas hemos resguardado el 80% de la biodiversidad del planeta, y eso no es porque hayamos hecho cumbres, o hayamos hecho encuentros internacionales, es porque a nosotros nos ha tocado defender la vida con la vida misma, y estas COP lo que hacen es posicionar políticas económicas que afectan a nuestros territorios, y que afectan directamente a nuestra vida y a nuestro patrimonio bio-cultural, y ancestral.
Quería saber también tu postura sobre la utilización de la energía fósil como una de las principales fuentes de la economía de Azerbaiyán, siendo la próxima anfitriona de la COP. Tal vez el mundo hace vista ciega a esto.
Si, claro, me acuerdo que la anterior, en Dubai, el que presidió la COP28, era uno de los grandes jeques de la industria fósil, pero también está incursionando en el tema de las energías renovables. Y yo por ahí voy, las energías fósiles han sido las principales responsables de esta crisis climática, a nivel global, y a una escala planetaria. En países como nuestro caso, México, estos proyectos se siguen impulsando a través de las grandes economías como pueden ser Canadá o EEUU, para atravesar oleoductos por todo el territorio, principalmente en el sureste, y conectarlo a Centroamérica.
¿Por qué hacen esto? Por el tema de la deuda y de la dependencia energética, que siempre se genera desde el norte global hacia el sur global. Entonces la extracción de combustibles, los derrames, la contaminación, el aumento de los niveles de dióxido de carbono, y la aceleración de los efectos y el impacto en la crisis climática, en su mayoría son derivados de los combustibles fósiles.
Sin embargo no es la única que está generando estos impactos, las energías renovables tienen una serie de impactos acumulados, como son el tema de la minería para la extracción de litio, de silicio, de tierras raras, el tema de la logística que requiere para poderse implementar, entonces, es un tema que no se trata del modelo de producción de energía, que sigue estando en manos de los países y de las empresas, sino del modo y del consumo, que se necesita para poder seguir teniendo cierto grado de comodidad, de beneficios de lo que es el mundo moderno, pero si atentar masivamente, y a un nivel de extinción, contra la humanidad, como esta gran industria de este profundo sistema capitalista.
¿Que piensas de la combinación de la justicia social y la defensa de los derechos humanos? ¿crees que deben ir de la mano en este evento de las Naciones Unidas o que debería estar solo centrado en el cambio climático?
La frase es “no puede haber justicia climática sin justicia para los pueblos”, pero también yo creo que son muchos más sectores, el principal afectado son los territorios, y la vida, la cultura y las tradiciones de las comunidades indígenas y campesinas, pero también tenemos la tercialización de esta violencia, que es hacia todas las zonas empobrecidas, producto del saqueo, el despojo y la destrucción, y también de la urbanización no planificada, de esos territorios.
Yo veo como las zonas marginales, periféricas, de las ciudades, ya son zonas de pobreza extrema, que en su mayoría son habitadas por pobladores de comunidades indígenas que fueron desplazados. Entonces si hay una crisis de derechos humanos muy grande, muy violenta, y en vez de estar construyendo estrategias de investigación y adaptación a los impactos que ya estamos sufriendo, te están revocando, haciendo tratados comerciales, diplomáticos, que solo beneficias a algunos, y como siempre a las poblaciones del sur no van, esta queda desprotegida, tanto legal como en materia de los derechos humanos, pero también en términos de resilencia o de resistencia, ante esta serie de impactos climáticos, que como hemos visto en el mundo de las noticias, que cada vez son más agresivos, y más imprevisibles.
¿Sabes de autoridades mexicanas o latinoamericanas, que hayan confirmado su presendia en la COP?
La verdad, no hemos estado tan pendiente de eso, pero podemos imaginarnos la participación de México ante la nueva presidenta, y que tiene un discurso muy progresista, pero muy destinado al tema de las energías renovables. Yo creo que uno de los actores que ha estado muy presente en las últimas discusiones ha sido Petro, el presidente de Colombia, pero nos puede dar una sorpresa esta siguiente COP, e insisto, si el movimiento social de los pueblos indigenas se está moviendo hacia la COP25 en Brasíl, creo que también muchos gobiernos están viendo hacia ese momento, a nivel continental.
¿Podrías decirme, en el evento de la ANTICOP quienes serían los participantes y con quien se encontrarían?
Tenemos una participación muy amplia de personas delegadas de comunidades originarias, de los cinco continentes, viene gente de la zona del Pacífico, de Samoa, de Fiji, personas de Zambia, de Kenia, también contaremos con compas de Medio Oriente, de Europa, así como del sur y del centro del continente.
¿Que queremos hacer? Sin duda, en los últimos años el movimiento climático ha tenido un papel fundamental en la denuncia contra estos agravios ambientales, y queremos que esta capacidad y este poder político que tienen en los medios, pueda ser articulada con los movimientos indígenas de México y del mundo, queremos que se les pueda dar voz a aquellos que están siendo agredidos por estas políticas extractivas, y también compartir las estrategias, las formas organizativas, agroecológicas, y tradicionales, de ver la vida y vivirla como pueblos indígenas que somos.
Entonces serán mesas temáticas, sobre lo que hemos llamado los cuatro pilares del colapso, el primero es megaproyectos, militarización y crisis climática; el segundo es desplazamientos forzados por conflictos armados, crimen organizado y cambio climático; el tercero monetarización y monetización de la vida; y el cuarto es crisis global del agua. A través de estos cuatro pilares del colapso queremos compartir nuestras experiencias, nuestras historias, también nuestras derrotas, pero también los retos, los sueños que podemos construir juntos, para construir estrategias, locales, nacionales y globales, que nos permitan sobrevivir ante esta crisis civilizatoria.
Y como actividad final vamos a tener, el día sábado -esto va a ocurrir del 4 al 9 de noviembre-, las mesas temáticas serán del 4 al 8, y el día 9 vamos a tener una marcha calenda, que es una forma tradicional en Oaxaca de celebrar la vida en la fiesta de los pueblos, y ponemos el tono de marcha por el concepto político, hacia el zócalo de la ciudad de Oaxaca, para tener un foro público, en el que queremos compartir un pronunciamiento, y lo que hemos pensado, sentido, como pueblos, activistas, colectivos, organizaciones, que estuvimos trabajando durante todos estos días, en discusiones políticas.
¿O sea, que la ANTICOP va a concluir su trabajo a través de una declaración pública?
Si, a sí es, después de todos los trabajos internos que tengamos, queremos hacer público lo que hemos coincidido, y que es lo que pensamos también ante lo que viene, de ahí va a salir una clara posición hacia la COP que va a ocurrir días después.
Con esta información me queda bastante claro todo, pero si tienes algo que añadir…
Quizás no agregar, pero si me gustaría preguntarte, porque justo estábamos leyendo un documento sobre la posición de personas de Armenia ante la COP29, y me gustaría invitar a alguna persona a participar porque creemos que sería una voz muy importante del territorio que se les ha arrebatado como pueblo, y eso está pasando en todos lados, entonces creo que es una posición muy importante que podría fortalecer la discusión en torno de quién convoca las COPs y para qué. A veces pensamos que solo lo hacen para limpiar su nombre, como para decir “nosotros somos el país progresista que queremos salvar el mundo”, pero en la vía de los hechos es todo lo contrario.
Si, justamente, porque los hechos que ocurrieron en Armenia fueron hace un año, no hace mucho tiempo, la limpieza étnica de Nagorno Karabakh, más de 120.000 armenios, nativos que vivían en esas tierras desde hace miles de años fueron desplazados, y actualmente están en calidad de refugiados en Armenia, y lamentablemente hay cuestiones pendientes, hay un tratado de paz que es totalmente ficticio, no existe, tampoco avanza, pero el tema ahora prioritario para la comunidad armenia es el tema de los prisioneros, de los líderes políticos y militares de Nagorno Karabakh que están presos en Bakú, y ahí sabemos que los derechos humanos no juegan, hay torturas en las cárceles, violaciones de los derechos humanos en todos los sentidos, así que intentamos hacer una campaña para lograr por lo menos la liberación de estos prisioneros y que Azerbaiyán no use este evento, que debería tratarse de la justicia climática y de los derechos humanos, como una cortina de humo de sus crímenes.
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