El Presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, admitió que probablemente Rusia subestimó la capacidad de resistencia de Ucrania al lanzar su operación militar.
Por Redacción NR
Estas declaraciones fueron realizadas durante una entrevista que mantuvo el mandatario bielorruso con la periodista ucraniana Diana Panchenko el 17 de agosto.
«Posiblemente hubo una cierta subestimación de la situación», reconoció Lukashenko, que afirmó además que los militares rusos cometieron un error al creer que Ucrania no daría una respuesta militar y que no habría tantas bajas ni hostilidades.
Sin embargo, en otro momento de la entrevista, el Presidente bielorruso aseguró que Putin pudo tomar Kiev al inicio de la operación militar lanzada en febrero de 2022 pero que finalmente lo descartó ya que se hubieran producido muchas muertes. Según explica, en una conversación telefónica mantenida en aquel entonces, el propio Lukashenko le advirtió a Putin que para poner fin a la guerra era necesario tomar la capital. Putin le respondió: «sabes, se puede hacer de inmediato, al instante, pero una gran cantidad de personas morirán».
El dirigente bielorruso reveló que «las tropas rusas que estaban en las afueras de Kiev se fueron, y no fue porque Zelenski las repelió. Efectivamente no tenía tropas que pudieran proteger a Kiev». Según explica, este fue el motivo por el cual el dirigente ucraniano decidió armar y movilizar a los civiles en la ciudad.
Lukashenko dijo que «la guerra era evitable» y que si se hubieran implementado los Acuerdos de Minsk, que preveían legislar un estatus especial para ciertos distritos de Donetsk y Lugansk y celebrar elecciones locales, no se hubiera llegado a esta situación. Pero Petro Poroshenko, en aquel momento Presidente de Ucrania, se negó a realizar las elecciones.
El mandatario bielorruso lamentó la campaña de odio lanzada por el régimen ucraniano: «si analizamos todo lo que ha sucedido entre nuestros pueblos, entre nuestros países en los últimos años, vemos que trabajaron de manera persistente y metódica para asegurarse de que los ucranianos aprendan cada vez menos sobre los bielorrusos, sobre los rusos y viceversa. Resulta que las personas que una vez vivieron en el mismo país hoy no saben absolutamente nada el uno del otro.»
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