La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo, UNRWA, que se ocupa de asistir a los palestinos que fueron expulsados de sus casas tras la creación del Estado de Israel, ha sufrido una caída drástica de financiación en los últimos años.
Por Naiz
Una propuesta de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos de delegar parte de sus servicios a otras instancias de las Naciones Unidas irrita a las autoridades palestinas, que advierten de un plan para desmantelar el organismo.
La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo UNRWA (por sus siglas en inglés) fue establecida en 1949 y se encarga de los refugiados que fueron expulsados tras la creación del Estado de Israel,
La UNRWA es la única entidad de la ONU dedicada a un solo conflicto y pueblo, y tiene un papel simbólico que, según expertos, refleja su importancia en la atención de los refugiados palestinos.
La agencia ha sido blanco de críticas de Israel, que la acusa de fomentar el conflicto al divulgar mensajes antisionistas en sus escuelas.
La UNRWA «no es solo para entregar servicios», ha señalado Muhamed Shehada, del Monitor Euro Mediterráneo de Derechos Humanos, con sede en Suiza.
«Mientras exista la UNRWA, nos recuerda que la comunidad internacional tiene la responsabilidad de resolver el problema de los refugiados palestinos», ha dicho Shehada a AFP.
A primera vista, el anuncio del jefe de la agencia, Philippe Lazzarini, que el 24 de abril planteó que otras entidades de la ONU contribuyan a cumplir con sus tareas, podría parecer un simple plan de compartir costos.
Depender principalmente de «financiación voluntaria de donantes no sería responsable» en el futuro, ha alertado Lazzarini en un comunicado.
«Una opción que está siendo explorada es maximizar las alianzas dentro del sistema de la ONU», ha agregado.
Pero para los palestinos, sus declaraciones fueron un golpe potencialmente devastador a la misión de la UNRWA.
El primer ministro de la Autoridad Palestina, Mohammed Shtayyeh, dijo que el plan «violaría» las resoluciones de la ONU que crearon la UNRWA, mientras que la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) ha dicho que va a provocar «reacciones de cólera entre los refugiados».
Mohammad al Madhoun, un alto cargo del grupo islamista Hamas, que controla la Franja de Gaza, ha calificado la propuesta como «un intento de desmantelar la UNRWA como antesala del fin de su trabajo».
Brecha presupuestaria
Con más de 30.000 empleados y un presupuesto de 1.600 millones de dólares este año, la UNRWA distribuye ayuda y ofrece servicios de salud, sociales y educativos a unos 5,7 millones de palestinos en la Franja de Gaza, en la Cisjordania ocupada y en el anexionado Jerusalén Este, pero también a los refugiados palestinos en Líbano, Jordania y Siria. Enfrenta una caída drástica de financiación desde hace años.
El expresidente estadounidense Donald Trump públicamente tomó partido con Israel en criticar a la agencia y cortar su financiamiento.
Pero bajo el mando de Joe Biden, Washington volvió a financiar al organismo, aunque Lazzarini advirtió en noviembre de que la UNRWA enfrenta una «amenaza existencial» por las brechas presupuestarias.
La portavoz de la agencia, Tamara Alrifai, ha dicho que este año habría un faltante de 100 millones de dólares que podría crecer dado «el creciente costo de los productos básicos y alimentos a causa de la crisis en Ucrania».
Luz verde
Para Samer Sinijlawi, jefe del Jerusalem Development Fund, especializado en asuntos palestinos, la propuesta de Lazzarini es en parte un intento de tomar «el pulso palestino» antes de una votación en la Asamblea General de la ONU de 2023 sobre la renovación del mandato de UNRWA.
Pero también da «luz verde» a los países que intentan «cambiar el mandato del organismo y gradualmente ponerle fin a su trabajo», ha comentado Sinijlawi a AFP.
Acusó a Lazzarini de sobrepasar su autoridad, argumentando que el trabajo de funcionario suizo no es considerar reducciones en el trabajo de la UNRWA, sino implementar las resoluciones de la ONU con los refugiados palestinos, en especial el derecho al retorno.
El exportavoz de la agencia, Chris Gunness, ha señalado que «incluso si la UNRWA es desmantelada, los refugiados palestinos siguen siendo seres humanos con derechos inalienables».
Ha insistido en que cualquier golpe al futuro de la UNRWA podría ser visto como un triunfo para Israel, aunque eso no significa que «los refugiados palestinos y sus derechos a retornar vayan a desaparecer por arte de magia».
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