Entre miles de pensionistas uno espera encontrarse también una cantidad importante de trabajadores de más de cincuenta años, pero que hubiera varios centenares de jóvenes es una cosa que uno no se esperaba.
Por Adrián Ramírez
Estos días las pensiones han vuelto a estar en el punto de mira, desde Bruselas las pusieron como una de las condiciones para poder recibir los 140.000 millones de las ayudas europeas. Esto ha provocado que estos días que se tratase de aprobar una reforma, la reforma propuesta por el ministro Escrivá. Dicha reforma buscaba, entre otras cosas, abrir el camino a la privatización de las pensiones haciendo que estas fuesen gestionadas por fondos de inversión privados (fundamentalmente de capital norteamericano). Esta reforma supondrá un duro golpe para los actuales pensionistas, los cuales verán una reducción en su pensión, pero no son ni de lejos los principales damnificados. Las principales víctimas vamos a ser los trabajadores de entre 25 y 40 años, quienes vamos a tener que contratar de forma obligatoria un plan de pensiones privado. No hay nada malo, si uno voluntariamente quiere abrirse uno, el problema reside en que si la elección es entre hacerte un plan de pensiones o cuando te jubiles dormir entre cartones resulta que no es una elección, es una imposición. Para que esta imposición se lleve adelante, llevan vendiéndonos toda una serie de mentiras tales como «son insostenibles», «no hay dinero», o que es la única alternativa. Hay muchas más, sin embargo, estas serían las que intentan vendernos, y son las mentiras más gordas. Claro que hay dinero, tan es así que llevan años cogiendo dinero de la caja de pensiones para gastos impropios como ha sido rescatar a los bancos. Y con respecto a que no hay solución, la Mesa Estatal por el Blindaje de las Pensiones deja claro que sí la hay: blindar las pensiones en la constitución y el pasado sábado 13 de noviembre lo dejó claro convocando una gran manifestación en Madrid.
La MERP con casi 400 organizaciones pertenecientes a la plataforma y con casi tres millones de firmas recogidas a pie durante 9 años la avalan como una de las plataformas más amplias que existen en España. Este sábado hicieron acto de presencia en Sol, desplegando pancartas en favor del Blindaje de las Pensiones. Hay decenas de pancartas firmadas por diversas organizaciones: Unión Democrática de Pensionistas, MODEPEN, Nagusiak (Famosos por encabezar las manifestaciones en Euskadi), AMAPACI UCE, PACMA, Marea Roja, Más Madrid, y muchas más. Uno podría pensar “los pensionistas son los únicos que salen a la calle” pero al pegarle un segundo vistazo a los bloques había uno que destacaba: un bloque de jóvenes. Era una imagen curiosa: entre miles de pensionistas uno espera encontrarse también una cantidad importante de trabajadores de cincuenta años para arriba, pero que hubiera varios centenares de jóvenes es una cosa que uno no se esperaba. Jóvenes que despliegan una gran pancarta y que megáfono en mano se les oye cantar consignas como “Al banco Santander le decimos los jóvenes, no queremos tus planes de pensiones”. Desde luego es una bofetada a esa idea que tanto se repite de “los jóvenes solo se mueven para hacer botellón”. Desde luego ese bloque de jóvenes llaman la atención en la mani, tomándolos como unos perros verdes, pero al volver a echar un vistazo se pueden ver jóvenes en toda la manifestación. Jóvenes en el bloque de sindicatos como USO, en partidos como PACMA o jóvenes que no pertenecían a ningún colectivo sumándose. Esta manifestación era un vivo ejemplo de que las pensiones son una cuestión de solidaridad intergeneracional. Luchar por las pensiones del presente es asegurar las pensiones del futuro.
Con esa energía y con esa fuerza se recorrieron las calles de Madrid hasta llegar al museo Reina Sofía donde nos esperaba un escenario donde iba a leerse el manifiesto. El portavoz hizo un previo agradeciendo a los más de 7000 asistentes su participación y nombrando a todas las diferentes organizaciones convocantes. Tras esto se dio paso a la lectura del manifiesto de una manera muy poco convencional: cuatro jóvenes se dispusieron a leer el manifiesto de una manifestación que reivindica el blindaje de las pensiones. Esta imagen, daba todo el sentido a una de las consignas que se cantaron durante toda la manifestación: “por el pasado, una victoria en el presente, para ganar el futuro: blindemos las pensiones en la constitución”.
Era una imagen curiosa: entre miles de pensionistas uno espera encontrarse también una cantidad importante de trabajadores de cincuenta años para arriba, pero que hubiera varios centenares de jóvenes es una cosa que uno no se esperaba. Jóvenes que despliegan una gran pancarta y que megáfono en mano se les oye cantar consignas como “Al banco Santander le decimos los jóvenes, no queremos tus planes de pensiones”.
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